Variables | Jacinto Gómez Pasillas
Se cumplen los primeros 100 días del nuevo Gobierno Federal y el Presidente de la República presentó a la ciudadanía un apretado balance de las acciones realizadas en este lapso inicial de su gobierno, destacando todas las que reflejan una estrategia clara de lo que ha denominado “La 4ª Transformación” y que representa no solo sus compromisos electorales sino el inicio de un cambio no solo de gobierno sino de régimen político y Modelo Económico.
Es una costumbre no solo en nuestro país, que permite al mandatario que inicia, particularmente cuando se recibe el gobierno en condiciones de crisis no solo gubernamental sino política, económica y social; destacar en sus acciones de gobierno la estrategia y positividad de sus políticas y objetivos, pero sobre todo de informar al común de la población, cuando existen grupos posicionados no solo en la pluralidad política y partidista, sino en la intencionalidad explícita de polarizar pero más que nada descalificar y fisurar la credibilidad de un gobierno con amplia e innegable legitimidad.
Desde el proceso electoral y sobre todo pasadas las elecciones se fue dando un concierto de tendencias de crítica sistemática, caracterizada por la descalificación a PRIORI hasta noviembre de 2018 y APOSTERIORI (pero igual basada en el prejuicio) a partir de diciembre pasado; que a través de los medios de comunicación tradicionales y de las nuevas vías digitales de las redes y medios de comunicación electrónicos, y desde ciertos cenáculos intelectuales y algunas organizaciones del sector social de OSCs, han ejercido sistemáticamente manifestaciones de opinión y señalamientos convergentes en posiciones de crítica negativa y carentes de la objetividad, serenidad y afán constructivo que deben caracterizar al análisis crítico.
Una democracia como la mexicana se caracteriza por ser un sistema plural en el que se reconoce, acepta y tolera la existencia de diferentes posiciones o pensamientos.
El pluralismo, sobre todo en países como el nuestro, representa la heterogeneidad social, cultural, ideológica, religiosa y étnica de la población, y permite la coexistencia de múltiples grupos de interés y élites que se proyectan y manifiesta como factores dentro de un Sistema Político, buscando influir en las decisiones.
En México, el sistema electoral y los procesos correspondientes, garantizan la plena expresión de esa pluralidad a través de los Partidos Políticos, para influir en la decisión de los electores; y una vez concluidos dichos procesos electorales y ejercido el derecho de presentar opciones, los resultados de esos procesos derivan en la obligación de todas las expresiones de reconocer y respetar el derecho de los triunfadores a ejercer y aplicar como gobernantes sus planes y programas de gobierno con el conocimiento de la ciudadanía.
La participación de los diversos grupos sociales en la vida democrática, ejerciendo sus libertades como lo garantizar la propia Constitución y sus leyes reglamentarias, conlleva el respeto y la consideración de quienes gobiernan a quienes ejercen su derecho a criticar las acciones de gobierno, sobre las premisas igualmente democráticas de que la crítica para ser positiva debe ser constructiva y propositiva; pero sobre todo respetuosa de las opiniones y acciones diversas y diferentes a los señalamientos de quien crítica.
Cabe aquí hacer mención a las encuestas de diferentes agencias que reflejan con relación al tema, cual es la evaluación ciudadana sobre el trabajo del Presidente López Obrador; los resultados de aprobación ciudadana en las diferentes encuestas, fluctúan entre el 78% y el 82% con un promedio de 80%, lo que significa que ¡que 8 de cada 10 personas! aprueban su desempeño; índice de aprobación más alto que el de los anteriores 5 Presidentes de México. Aún Carlos Salinas de Gortari en el momento más alto de popularidad solo llegó al 79%.
El análisis detallado del mensaje del Presidente al cumplir los primero 100 días de su gobierno ya ha sido realizado abundantemente por los medios informativos y por representantes destacados de los diversos Sectores Productivos y de la Sociedad, así como por editorialistas y políticos, desde sus respectivas posiciones.
Me gustaría mejor compartirles algunas consideraciones sobre la valoración de aciertos y retos del gobierno de México:
Ha habido sin duda algunos errores en áreas del gobierno, sobre todo de implementación, y revisión de programas así como de comunicación, explicables en el inicio de una administración y que requerirán de ajustes en las nuevas implementaciones y cambios, sobre todo en algunos programas sociales.
Y a propósito de Programas Sociales, es indudable que estos serán fundamentales para llevar adelante el abatimiento de la Desigualdad Social y la inequidad que sufren los grandes sectores de población marginada. Estos programas constituyen sin duda la espina dorsal del compromiso moral y político del nuevo gobierno para abatir la pobreza y apoyar las condiciones de desarrollo, mejoramiento y progreso real para todas las regiones del país pero sobre todo para las que han sido excluidas y marginadas de ese “progreso nacional”; así mismo para sacar a los individuos y familias mexicanas de las clases populares en condiciones de carencia económica, pobreza y pobreza extrema, del hoyo profundo de marginalidad y exclusión en que han vivido condenados por más de 36 años, para incorporarlos en el menor tiempo a una nueva sociedad mexicana del siglo XXI.
De ese tamaño es el principal reto del nuevo gobierno en sus políticas de gobierno y planes de desarrollo que está iniciando en la aplicación a través de sus ambiciosos programas sociales. Tres de esos programas son más conocidos y se explican por si solos:
Pero hay otros 3 que son igualmente importantes:
1.- “SEMBRANDO VIDA”. Este programa incentivará (como los destacó el Presidente) a los sujetos agrarios a establecer Sistemas Productivos Agroforestales, con lo que se contribuirá a generar empleos (en el campo), se estimulará la autosuficiencia alimentaria, se mejorarán los ingresos de la gente rural y se recuperará la cobertura forestal de un millón de hectáreas. Este plan se inicia con 24 mil millones de pesos.
2.- “TANDAS DEL BIENESTAR”.- consiste en otorgar microcréditos sin intereses para pequeños comerciantes. Son créditos a la palabra con pagos mensuales. Si los beneficiarios cumplen recibirán un nuevo crédito al siguiente año. Según lo declarado, serán por un importe de 6 000 pesos sin aval y con 3 meses de gracia, y se pagarán a razón de 500.00 mensuales. Al terminar de pagarlo, podrán recibir otro crédito por un monto mayor. Este programa inicia con 6 mil millones de pesos.
3.- “CRÉDITO GANADERO A LA PALABRA”. Similar al anterior, estará dirigido a los pequeños productores ganaderos de ganado de carne y/o lechero.
Este programa prevé la entrega de hasta un millón de vaquillas y 50 mil sementales, iniciando con un presupuesto de 4 mil millones de pesos.
Un común denominador de estos programas es que la entrega de los apoyos será en forma directa y sin intermediarios.
Como se ve, estos programas sociales serán de alto impacto en beneficio de grandes segmentos de la sociedad tradicionalmente excluidos o descuidados por la atención gubernamental; y a despecho de señalamientos críticos sobre una supuesta intencionalidad política, y el simplismo de reducirlos a simples “reparticiones de dinero”, su aplicación creciente habrá de traducirse en un mejoramiento de condiciones básicas para una vida con por lo menos un mínimo de dignidad y de oportunidades para progresar en la necesaria permeabilidad social.
Sin duda el Presidente de la República y su equipo, tendrán enormes retos por superar y se requerirá que por encima de posiciones de coincidencias o divergencias, todos ejerzamos corresponsabilidad y coadyuvancia para el éxito de las políticas gubernamentales dirigidas a mejorar las condiciones de vida y bienestar de los mexicanos.
Variables | Jacinto Gómez Pasillas