EFE
Belgrado, Serbia.- Ante las multitudinarias protestas en su contra, el Presidente serbio presumió este viernes su músculo.
Unos 150 mil ciudadanos, según fuentes policiales, participaron en un mitin celebrado en Belgrado en apoyo al conservador Aleksandar Vucic, quien gobierna el país desde 2012.
La manifestación fue convocada por el propio Vucic y su Partido Progresista (SNS), en lo que parece una reacción a las llamadas "marchas de los sábados", una inusitada ola de protestas callejeras que se suceden semanalmente desde principios de diciembre con miles de ciudadanos que acusan al Gobierno de autoritarismo.
Ante los congregados delante del Parlamento, el Mandatario indicó que la movilización en su apoyo es una muestra de unidad y estabilidad en el país.
"Mi trabajo es preservar la paz (...) Deseo que vayamos al paso con el mundo", señaló ante los manifestantes, muchos de ellos llegados de diversas partes de Serbia, e incluso algunos de otros países donde residen.
Vucic, entre el bullicio, destacó las mejoras logradas en la economía de la nación, que hace seis años estaba al borde de la bancarrota.
"Nuestro principal objetivo es el desarrollo de Serbia, nuevas fábricas, inversiones, éxitos, empleo, ciudadanos contentos. Nuestro objetivo no son los conflictos", declaró.
Todo apunta a que el Presidente logró su objetivo: demostrar que puede movilizar en su apoyo a un número considerablemente mayor de ciudadanos que los opositores. Según la Policía, el pasado día 13, el número de participantes en la marcha contra el Mandatario se situó en torno a los 7 mil 500.
Desde el 8 de diciembre, miles de serbios salen cada sábado al centro de Belgrado y de otras ciudades para pedir más democracia y pluralismo en el país, que negocia desde 2014 entrar en la Unión Europea.
Encabezan estas manifestaciones los líderes de la opositora "Alianza para Serbia" (SzS), una heterogénea coalición creada el año pasado con formaciones que van desde los liberales hasta la extrema derecha.
Acusan a Vucic y a su SNS de controlar casi por completo la vida política del país, de intentar acallar a quienes no comparten sus posturas, de ahogar el pluralismo en los medios y de clientelismo.
No obstante, los líderes opositores no han logrado hasta ahora traducir el descontento de los manifestantes en un mayor apoyo popular en su favor.
Los sondeos confirman que el partido de Vucic se mantiene cómodamente en primer lugar, con un apoyo del 55 por ciento, seguido de lejos por el SzS, que con un 12 por ciento habría perdido más de dos puntos porcentuales desde enero.