Para muchos jóvenes y adolescentes, el sexting es considerada una práctica inocente y divertida, por tanto, les es difícil comprender la magnitud y peligro de este.
Este fenómeno consiste en fotografiarse de manera provocativa y enviar esas imágenes a alguien de confianza. La accesibilidad a las redes sociales y el uso de las aplicaciones de mensajería efímera, es decir, aquellas que prometen que las publicaciones solo duran un tiempo determinado, ofrecen una falsa seguridad de que tus imágenes están a salvo y que se manejan de forma privada.
Sin embargo, rara vez esas imágenes están realmente a salvo. El primer riesgo de una persona que practica estas acciones es el encontrarse accidentalmente con un pederasta y/u otro tipo de acosador. Debido a que esta practica es mas utilizada por adolescentes y personas jóvenes, también es más común que muchos depredadores hagan perfiles falsos, con la intención de obtener video y fotografías que posteriormente se “cuelgan” a sitios de pornografía infantil, o bien, con la intención de chantajear sexualmente a la víctima y sobre todo si las imágenes incluyen datos personales o están vinculados a una red social.
Otro riego que muchos usuarios no consideran, son las consecuencias penales. Para muchas chicas es “normal” enviar fotografías provocativas al novio, o bien pedir ese tipo de imágenes; sin embargo, cuando una persona es menor de edad, está produciendo pornografía infantil (sí, aunque haya sido con su consentimiento) y la persona que la recibe – y comparte- esta distribuyendo pornografía infantil, lo que puede llegar a ser penado por cárcel.
Por otra parte, están las consecuencias psicológicas. Las personas que se ven envueltas en videos o imágenes comprometedoras pueden llegar a ser víctimas de extorciones, humillaciones, chantajes y sufrir graves trastornos como depresión, ansiedad, desvalorización, así como disminución de la autoestima y en las casos más extremos intentos de suicidio.
Parece un juego indefenso y divertido o bien una “prueba de amor” para la persona que amamos, creyendo que esa persona protegerá nuestra integridad; sin embargo, los momentos de ira, pueden llegar a sacar lo peor de nosotros y eso incluye compartir aquello que se nos confío. Si bien la sexualidad no es mala y además es natural, es algo que debe permanecer entre las personas involucradas solamente; aunado a eso, el amor no se demuestra a través de imágenes y videos; así que, si alguien te lo exige como prueba de amor, huye, esa persona no vale la pena.