Pide mano dura Procurador Fiscal

Cd. de México (24 mayo 2019).- La Secretaría de Hacienda concentrará sus esfuerzos en las "cabezas" que mueven millones de pesos derivados de la corrupción y la defraudación, y ya no en las personas utilizadas por esos delincuentes de cuello blanco, advirtió el Procurador Fiscal, Carlos Romero Aranda.

Afirmó que se impulsa una reforma para equiparar la defraudación fiscal con delincuencia organizada, lo cual, dijo, permitirá seguir la huella del dinero y llegar a los beneficiarios finales.

"Han habido casos (de personas) que llegan en silla de ruedas o con el suero a sacar firmas electrónicas, que no tienen recursos y al año facturan mil millones de pesos. Y no cuadra, si analizamos los elementos que tenemos nos llevan a encontrar a estas personas, pero no podemos llegar a sancionar o meter a la cárcel a los que por necesidad firmaron como accionistas o que fueron usados", comentó al participar en el seminario Corrupción y Lavado de Dinero: XV Aniversario de la Unidad de Inteligencia Financiera.

"El marco jurídico no nos permite llegar a beneficiarios finales. Los factureros nos presentan a personas de escasos recursos o humildes que se prestan o firman como accionistas o administradoras de empresas".

Los delincuentes de cuello blanco, reprochó, son incluso bien vistos en la sociedad, mientras utilizan, por ejemplo, a un trabajador de aseo de la Sedesol para hacerlo parecer como accionista de una empresa "fachada" que desvió recursos públicos.

Romero Aranda señaló que con frecuencia los delitos de cuello blanco están relacionados entre si.

"Muchas veces se desvían recursos públicos de algunas entidades mediante la simulación de contratos o de prestación de servicios o de venta de bienes, los cuales nunca se realizan. Existe peculado en ese momento porque se desvían recursos públicos", apuntó.

Existe además lavado de dinero, agregó, porque se utilizan empresas o diversos mecanismos para ocultar el origen de los recursos.

Y adicionalmente, explicó, hay defraudación fiscal, pues en cada paso se omite el pago de impuestos.

"El problema de la legislación vigente es que los delitos fiscales son delitos no graves, se convirtió en un deporte nacional evadir al fisco nacional".

La reforma que se plantea, señaló, busca subsanar esa deficiencia y dotar a las autoridades de herramientas para perseguir a los delincuentes de cuello blanco.

"Lo que buscamos es seguir la huella del dinero, mediante investigación de escuchas o grupos de inteligencia, para poder empezar a hacer cateos, ver al beneficiario final y, sobre todo, llegar a las cabezas", insistió.

Benito Jiménez | Reforma