Supera Woodland adversidades

Gary Woodland ha forjado su éxito tras superar la adversidad.

El pasado domingo, Woodland embocó un putt de casi 10 metros en el hoyo 18 para proclamarse campeón del US Open, consiguiendo así el primer "Major" de su carrera. Apenas la pelota entró y el estadounidense apretó el puño y lanzó un grito para festejar su logro sacando quizá todo ese sabor amargo que tuvo que aguantar antes de probar la gloria.

Dos años atrás, la carrera del flamante campeón del tercer "Major" de la temporada en el PGA Tour vivía una de las crisis más profundas, luego de que su esposa, Gabby, sufriera un aborto espontáneo y perdiera a uno de los gemelos que esperaba.

Tal situación obligó a Woodland a causar baja del WGC-Dell Techonologies apenas unas horas antes de medirse frente a Rory McIlroy.

La fortaleza de su esposa permitió seguir con la gestación del bebé sobreviviente, el cual enfrentó a Woodland a otra prueba luego de que naciera 10 semanas antes de lo planeado y pesando poco más de kilo y medio.

Sin embargo, el pequeño Jaxson peleó por su vida durante 40 días hasta que por fin pudo irse a casa, entregando una motivación para su famoso padre, quien libraba su propia batalla por superar el duro trance.

"El 2017 fue, sin duda, uno de los peores años de mi vida. Gracias a todas las personas que estuvieron con nosotros en estos ratos complicados y a los que hicieron posible que mi pequeño Jaxson esté en casa", publicó Woodland en su momento.

El 2018 pintaba más alentador para Gary Woodland, sin embargo, la vida le puso una nueva prueba luego de que su abuela falleciera en la noche previa a que disputara la última ronda del primer torneo del año en Hawai.

Después de buscar una estabilidad personal y emocional, la vida le ha sonreído al nativo de Kansas City, quien el domingo festejó su primer título "Major", el cual le llegó a unos meses de recibir a un par de gemelos.

"He tenido muchas pruebas en estos años, pero todas me han enseñado para sacar lo mejor de mí. Cuando veo a mi pequeño en casa da igual si hago 80 tiros, no hay mayor ejemplo para superarme que estar con el niño milagro", aseguró.

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