Toma Adame pausa familiar

Tras dos décadas dentro de los ruedos, Joselito Adame decidió darse un tiempo, disfrutar de su familia, pero especialmente de él, sin la presión que supone ser un referente en México y un torero que tiene su calado en Europa.

Sonriente, con pantalón corto, una playera, que siluetea su figura de torero, calzando tenis y entre un calor abrazador, lo encontramos en el Parque del Retiro, el pulmón más importante de esta ciudad, y uno de los lugares preferidos del diestro aguascalentense.

Pero ese encuentro con un torero fue distinto y significativo, porque lo acompañaban su esposa Estefi y sus dos pequeños, pero grandes orgullos: Elena de 3 años y José que apenas rebasa el año y medio, una escena íntima de un torero que le gusta dejar al margen de su carrera, su vida familiar.

- ¿Cómo está Joselito en este momento?
Estoy contento, relajado, con el gusto de poderme dar este lujo de reencontrarme, de poder darle calidad de vida a mi familia, porque son ya 20 años de dedicarme en cuerpo y alma a mi pasión, a mi profesión que es el toreo.

- ¿Ello te llevó a tomar la decisión de abrir este paréntesis en tu carrera?
Más que un paréntesis, es un tiempo de relajación, que combinaré con algunas fechas puntuales para torear en México. Pero sí, fue una de las razones, el intentar recobrar el sentido de una vida familiar y nutriéndome de muchas cosas que son ajenas a la tauromaquia. Motivado por poderlo hacer.

- ¿Hace cuánto no te tomabas el tiempo de ir más allá de torear?
Prácticamente nunca. Llevo 20 años desde que inicié en el toreo ya de manera profesional, buscando mi objetivo. A lo largo de todo este tiempo siempre ha sido estar preparándome, mentalizado, buscando perfilar la tauromaquia que busco y de la que soy capaz de realizar.

-¿Qué haces en estos momentos?
No he agarrado un capote o una muleta. Me he despertado un poco más tarde, aunque debo decirles que se me hace difícil, se me hace raro, pero también lo estoy disfrutando. Creo que era necesario.

- ¿Cuáles son los momentos que más disfruta Joselito, el ser humano, aquí en España?
Estar con mis niños actualmente. Intento hacerlo cada que puedo, pero ahora me han tenido de tiempo completo y nos hemos disfrutado mucho.

He meditado y busco situaciones que le den forma y aporten a mi vida y a mi paz personal, como jugar golf, seguir haciendo ejercicio y disfrutando de la vida y de mi profesión, ver a mis amigos, aprovechar el tiempo de distinta forma, ir de compras, aunque cuando voy con la familia (risas).

- ¿Precisamente cómo es tu familia?
Tengo una mujer maravillosa, que es una estupenda madre y me apoya en todo, profesional y personalmente, aquí y allá en México. 'Choche' (así le llaman al pequeño), es como un torito bravo, que no se queda quieto y de pronto te 'pega cada cornada'; y Elena, es una niña muy noble, además adora a su hermano. Ambos son muy cariñosos y como te lo dije, mi orgullo más grande.

¿Qué le gusta comer a Joselito?
Precisamente ese es otro punto importante de este paréntesis, porque los toreros cuando estamos en el día a día, te restringes de muchas cosas, los viajes de un lado a otro y las responsabilidades que se presentan al torear en una u otra plaza, te quitan el hambre, así que ahora hasta el comer lo disfruto mucho.

Comer postres es lo que más me encanta, hasta echarle azúcar al café.

- ¿Por qué Madrid?
Desde que yo llegué a España, siempre ha sido el centro de mi preparación, o también las zonas aledañas. Ahora he tenido ya la oportunidad de poder adquirir algunas propiedades aquí y de tener un cuartel general muy cerca de Madrid, como es la casa en Mora de Toledo (a 100 kilómetros a distancia de la capital española), en la que también mis hermanos entrenan.

¿Hablando en plata, han valido la pena los esfuerzos de estos 20 años?
Si, puedo estar tranquilo, siempre he sido un hombre administrado, viviendo muy normal, con gustos, no con lujos. Y algo que no se puede comprar con plata son la cantidad de amigos que tengo y cuando tu tienes amistades verdaderas, eres millonario.

- ¿Por qué te rapaste?
Es una manera de decirle a todos que estoy liberándome de muchas cosas, tensiones y responsabilidades, y atreverme a hacer muchas cosas que no he podido en mucho tiempo. Siempre he sido disciplinado y constante en mi profesión, al final es un síntoma de rebeldía, que quiero despejarme, empezando por el pelo.

Duele indiferencia

Joselito Adame reflexiona sobre la indiferencia de algunos extranjeros que son compañeros de profesión.

Una paradoja en la trayectoria profesional del diestro aguascalentense es que en México la mayoría de los toreros, incluyendo a las figuras extranjeras, quiere actuar en sus carteles, y allá en Europa no le voltean a ver.

"Yo siempre he sido un buen anfitrión en México, y cada quién sabe lo que hace. El público está consciente de ello y al final cada quien va a lo suyo. Yo no tengo por qué cambiar mi actitud, he tomado decisiones buenas y malas y acato las consecuencias", aceptó Joselito.

En lo que va del año, Adame ha toreado únicamente dos corridas en España, pues no fue requerido en Valencia o Sevilla, donde ya ha triunfado.

"Sé que no iré a Pamplona, ni Bilbao, ni a las principales ferias en donde otros años he tenido cabida, y quedarme aquí (España) para torear por torear, no tiene sentido", aceptó, con firmeza, el torero de 30 años de edad.

Guillermo Leal

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