Hermosillo, México (28 octubre 2019).- La visita del Presidente Andrés Manuel López Obrador a Punta Chueca, una de las tres comunidades de los seris, hizo recordar a Luis Echeverría, aquel presidente populista y viajero de los años 70 que soñó con ser el líder del Tercer Mundo.
Lo recordó Solorio Pérez, un "figurero" de piedra, que tenía 39 años en 1975, cuando Echeverría vino.
"Hasta ahora nada más nos había venido a visitar el Presidente Echeverría. Caminó por el pueblo, se acercó al mar y nos dio la Isla del Tiburón y todo lo que se pudo para ayudarnos, casas de adobe, pangas para pescar, una desalinizadora".
"La calle principal se llama 'Luis Echeverría Álvarez'", añadió Dolores Morales, otra artesana que llevó su puesto de pulseras y collares hasta el lugar del mitin de López Obrador.
La arena blanca, el desierto marino con sus cactus, el cielo azul intenso, el agua casi verde, casi esmeralda, pareció comprensible que López Obrador hubiera cambiado el lugar del mitin, de Bahía de Kino, la comunidad seri más urbanizada, para Punta Chueca, a tres horas de Hermosillo, frente a la Isla del Tiburón, 120 mil hectáreas, que Echeverría restituyó por decreto a los seris en 1975.
Apenas llegó López Obrador fue ataviado con collares de conchas y huesos de tiburón y telas de buena suerte. Adolfo Burgos, un músico seri, interpretó una canción tradicional, unas jóvenes ejecutaron dos danzas sobre la arena, antes de que López Obrador y la Gobernadora Claudia Pavlovich subieran al templete.
"Es como Echeverría, pero mejor", dijo Morcohul, un "yori", es decir, un hombre blanco que vive con los seris. "Pero mejor porque con Echeverría hubo mucha inflación y con Obrador no hay inflación. ¿Y sabes por qué no hay inflación? Porque él está haciendo la repartición del dinero abajo, hay consumo".
Parecía un día de fiesta en Punta Chueca. Más allá se veía el Desemboque Seri, el otro pueblo indígena. Decenas de camionetas del Gobierno rodearon el lugar del mitin, la población se apretujó junto al templete y a un lado del pasillo dispuesto para vitorear al Presidente, los artesanos seris armaron un tianguis con sus obras.
El gobernador tradicional, Gabriel Molina Romero, pidió respeto y reconocimiento de la Nación Comca'a, y ampliación de la carretera a Hermosillo y agua potable y un relleno sanitario e internet.
López Obrador regresó el tiempo. Al tiempo de Echeverría.
"Miren, se critica mucho a los años 70, 80. Antes de que impusieran la política neoliberal, esta llamada política neoliberal o neoporfirista que se acabó el año pasado, que tardó 36 años. Estuvieron a punto de acabar con todo", dijo.
Trazó el paraíso de los 70. Una economía cerrada, un presidente que pasaba más tiempo viajando, conminando arriba y adelante, visitando los pueblos indígenas, colgándose los collares y prometiendo el reino de la abundancia.
"En el caso de la política para los pueblos indígenas, en los 36 años casi desapareció, no hubo nada. Antes, en los años 70, hasta en los años 80, había atención a los pueblos indígenas. ¿Cuándo se formó el Centro Coordinador Indigenista de Bahía de Kino? 1974. ¿Cuándo se fundó el Centro Coordinador Indigenista en Nacajuca, Tabasco, donde fui director? En 1973. ¿Cuándo fue que se dotó de las tierras de la Isla del Tiburón? En 1975. ¿Sí se dan cuenta que había antes una política?".
La verdad es que hubo poco interés por cotejar los datos, aunque el Presidente prometió conectar este tiempo con aquel del priismo.
El Presidente, en su tercer día de gira por Sonora, un día de muchos más días de gira por México, también aprovechó para volver a justificar su decisión de permitir la fuga del hijo de "El Chapo" en Culiacán, argumentando que habría muchos muertos.
"Le llamaban 'daño colateral'. Nada de eso ya, aunque no les guste a estos fifís, a estos conservadores", insistió.
Solorio Pérez había llegado a pedirle ayuda para reactivar la mina "La Peineta" y no quiso opinar sobre los otros temas. "Ya fuimos a México a dejarle los papeles porque nos falta una firma, él ya sabe del tema, ya debe de saber, a lo mejor ya la trae...".
Dijo eso y López Obrador señaló que había visto las necesidades, pero que arriba y adelante. Es decir, con calma.
"No crean que estoy miope, sí vi las cartulinas, la falta de agua, sí vi también el proyecto de ampliación de la carretera, todo eso lo vi, nada más que no es así como antes".
Jorge Ricardo
Agencia Reforma