-TMEC, ¿“noticia bomba”?
La información de INEGI sobre la situación económica del país (del mes de noviembre), intensificó el debate (ríspido en la Comentocracia Nacional) crítico respecto a la estrategia del Gobierno Federal con relación a la estimulación de las actividades económicas.
Con base en los mismos datos, muchos economistas y expertos concluyeron que la economía mexicana entró ya en “recesión económica” o de plano “parálisis económica”, otros matizan y difieren al concluir que hay sectores que han mostrado crecimiento aun cuando sea modesto (ej. servicios, turismo y comercio) y que otros sectores sí han tenido una situación anual acumulada de “casi nulo crecimiento” pero no “retroceso o disminución”.
Como sea, el común de la gente, y aquí habría que incluir como directamente involucrados a pequeños y medianos productores y empresarios, percibe que al momento presente, hay un virtual “estancamiento” o “abatimiento” de las diversas actividades económicas que afecta ya la economía familiar de la población; y que es urgente que el Gobierno de la República como principal responsable, promueva, aplique y respalde acciones y programas de reactivación económica no solo en el nivel MACRO Económico sino sobre todo de Micro-economía, que se reflejen y sientan en el bienestar personal y familiar en corto plazo, amén de los objetivos de mediano y largo plazo.
Es de apreciar que el Gobierno Federal en una virtual alianza y conjunción de acciones y proyectos con los principales grupos y personajes del empresariado mexicano, haya reconocido la imperiosa necesidad de reactivación de nuestra economía, elaborando y presentando en un acto inusual, un ambicioso plan de inversión pública y privada por 859 mil millones de pesos para infraestructura y actividades productivas; distribuidos en 147 proyectos desde 2020 hasta 2024. De estos, 72 se iniciarán a 2020, 41 entre 2021 y 2022, y 34 entre 2023 y 2024.
La Banca Nacional a su vez expresó que está en actitud y disposición de financiar proyectos de dicho plan hasta por 600 mil millones de pesos.
En este plan se contemplan desde inversión en Sistemas de Comunicación, Puertos, Trenes y Aeropuertos, hasta Carreteras, Proyectos Turísticos y otros.
Es destacable que el mayor porcentaje de esa enorme inversión correrá a cargo de la Iniciativa Privada y que el porcentaje de inversión pública siendo menor, es significativo y va a los proyectos de infraestructura de mayor impacto social (Ej. proyectos de carreteras y caminos locales y de mano de obra intensiva, cobertura integral de internet para las zonas rurales y marginadas, etc.)
Dentro de las muchas declaraciones al respecto, resaltemos la del magnate CARLOS SLIM, quien sitúa los objetivos de reactivación económica por encima de la disputa política al decir: “…. ya no es relevante si la economía creció o no, PUES HAY QUE VER HACIA ADELANTE….”
El panorama es menos obscuro si a lo anterior se agregan noticias positivas en el marco nacional y del exterior como por ejemplo:
Sobre este trascendental acontecimiento vale la pena destacar que:
En un acto inusual, esta firma del documento final de ajustes se celebró en la ciudad de México y en Palacio Nacional ante la presencia del Presidente de la República como testigo de honor y también de manera significativa con la presencia representativa de “todas las fuerzas políticas y Organizaciones Económicas Nacionales.”
Es un innegable espaldarazo de los gobiernos de EU y Canadá al gobierno y al pueblo de México.
Su aprobación por los legislativos de los 3países se da por descontada y podrá efectuarse entre fines de este año y los primeros meses de 2020, pues los principales opositores que eran los miembrosdemócratas de la Cámara de Representantes de EU (con la Congress-Woman Nancy Pelosi a la cabeza) ya manifestaron su conformidad.
Este acuerdo sorpresivo pues, se logra contra los pronósticos y especulaciones de la generalidad de los analistas y personajes de la vida política y social en nuestro país; será sin duda, a despecho de críticas locales, e internacionales, factor importante que ayudará a enfrentar las dificultades de crecimiento económico en México, y es bueno en general para la Sociedad Mexicana.
Habrá que ir ampliando en el detallamiento del contenido de este acuerdo de cierre del T-MEC; un análisis crítico objetivo de sus implicaciones en todos los sentidos, sin echar campanas al vuelo, ni derivar al sesgo prejuiciado de calificaciones y descalificaciones.