La negociación del T-MEC, ¿un cambio de estrategia de México en la relación internacional con EUA?

Primero habría que preguntarnos, si ante la información de estos últimos días de planteamientos  legislativos internos en EU, que buscan obligar a su gobierno a usar la figura de los “Agregados Laborales” en la embajada de EU para sustituir en la práctica los “Paneles para resolución de diferencias” en materia laboral, a fin de ejecutar una grosera e inaceptable injerencia en dicha materia que afecte la soberanía nacional, fue una decisión correcta culminar la renegociación del T-MEC, con la firma del adendo a este tratado que sustituirá al TLC, al cual se suscribió en Palacio Nacional por los representantes de los 3 países el pasado 10 de diciembre.

Creo, coincidiendo con la opinión de la generalidad de nuestros expertos, que la respuesta es ¡Sí! agregando  que es necesaria, realista, y en el momento oportuno, sin que ello signifique que  fue una negociación perfecta, pero si que es la mejor posible y con mucho más ventajas que desventajas en lo general para nuestro país.

Este importante evento, como todos los que se han dado y se darán en la relación México - Estados Unidos; no puede valorarse sin tomar en cuenta las experiencias históricas de México en dicha relación, y el propio contexto mundial de incertidumbre y crisis recurrentes no solo en el comercio y la economía internacional, sino en todos los aspectos de la compleja realidad política y social del mundo.

Esta valoración no puede ni debe ser limitada al T-MEC y su adendo sólo en lo comercial y sus efectos correspondientes, sino en la complejidad de una relación entre países vecinos, que para México ha sido siempre (y lo seguirá siendo) difícil, complicada y azarosa, por su evidente asimetría y disparidad.

El pasado 13 de diciembre, en su columna “CoORDENADAS” (financiero) el acreditado editorialista Enrique Quintana escribe un artículo de gran interés con el encabezado “El gobierno de AMLO toma una decisión estratégica”, con el cual coincido, excepto en su apreciación de que “hay un giro importante en la estrategia del Gobierno….”, por cuanto implique que hay o habrá enfriamiento o distancia con los países hermanos de Latinoamérica.

Destaco y comparto algunos de los párrafos de ese artículo que van a una evaluación del evento en cuanto a lo que significa para México en el contexto de la realidad económica  actual y futura del país:

-          “Más allá de la evolución específica que deba hacerse de la negociación final del T-MEC, lo cierto es que la rúbrica de este acuerdo implica una definición geopolítica para nuestro país”.

-          “Un acuerdo como el suscrito  no se limita al establecimiento de reglas arancelarias o de inversión. Se trata de la definición de una perspectiva estratégica para el desarrollo del país en las siguientes décadas”.

-          No se trata de una declaración efímera para una foto y de un cambio aislado de alguna  ley. Ayer se votó el último ajuste de un marco normativo que sólo está por debajo de la Constitución, pero se encuentra por arriba de las leyes secundarias”.

-          “Esa es la razón por la cual es de esperarse que inversiones importantes que estaban dubitativas respecto a realizarse en México, eventualmente se concreten.”

-          “Ese es el contexto en el cual el tratado que fue suscrito esta semana adquiere una importancia singular para México”.

-          Y en artículo posterior del día 18 comenta: “….la permanencia del tratado será algo mucho más importante que cualquier detalle específico de la negociación…”

Creo pertinente comentarles como opinión respecto al tema, que por situación geográfica, México es parte de América del Norte, con todas las ventajas y desventajas que esto implica; pero también que por situación histórica, México es parte de Latinoamérica (más aún con Centro-América).

Si recordamos que la Geopolítica es el estudio de los efectos de la Geografía Humana y la Geografía Física sobre la política y las relaciones Internacionales; resulta de la mayor importancia una decisión de geopolítica como la suscripción del T-MEC con nuestros vecinos del norte (EU) y con Canadá, para afianzar una alianza económica que sea un instrumento también para atenuar las presiones de la asimetría y disparidad entre la potencia económica y el país en desarrollo; sin menoscabo de mantener la relación con América Latina y en particular con Centroamérica.

Vale tener presente, ante los señalamientos de que México fue “avasallado” en la negociación del T-MEC., que este garantiza una relación comercial estable y de respeto y compromisos mutuos con el “Gigante del Norte, y que Estados Unidos no es ya la Potencia Económica y Militar hegemónica a nivel mundial, pero sigue siendo la más importante.

Reproduzco de artículos anteriores que escribí sobre nuestra relación con el “Vecino del Norte” algunos comentarios sobre los altibajos y conflictividad de dicha relación, sobre todo en los siglos XIX y XX; para valorar las dificultades de la actual relación bilateral y el manejo de la misma por el gobierno mexicano:

“La política intervencionista y de imposición de los designios de los sucesivos gobiernos norteamericanos y de sus grupos de poder e intereses económicos, pueden reseñarse en los países de Centroamérica, Sud-américa y del Caribe durante los siglos XIX y XX, pero las agresiones más injustas y abusivas han sido contra México en diversos momentos de ambos siglos”.

“Para entender (que no aceptar como válidas) las bases de la política de EUA hacia Latino América  (incluido México) hay que recordar principios fundamentales que la presiden desde el siglo XIX hasta el siglo XX incluso ahora, como son:

          “La doctrina MONROE”, desde 1823, atribuida  al Presidente del mismo apellido, sintetizada en la frase “América para los americano” (Léase norteamericanos).

Y derivada, “La Doctrina del Destino Manifiesto”, que expresa la creencia o tesis de que EUA es una nación destinada a expandirse desde las costas del Atlántico hasta el Pacífico, utilizada después para justificar otras “adquisiciones territoriales”.

También, la frase lapidaria de John Foster Dulles (Srio. de Estado): “Estados Unidos no tiene amigos, tiene intereses”, aplicada a mediados del Siglo XX, en plena Guerra Fría”.

“El éxito de una negociación se basa en el diálogo positivo y la buena y flexible posición de las partes negociadoras en un marco de respeto mutuo, no de presión o amenazas”

“El gran país defensor del Libre Comercio, del respeto a los derechos humanos, de la defensa de la libertades y que en su declaración de independencia proclamó el principio universal de que TODOS LOS HOMBRES NACEN IGUALES;  puede y debe privilegiar con México, una política efectiva de BUENOS VECINOS, sin separación de los vocablos.

A los amables lectores les deseo que esta época navideña les sea grata y que  2020 les sea venturoso fructífero.

“VARIABLES” hace una pausa y se reanudará el 9 de enero próximo.