México, en emergencia

Hoy, los mexicanos necesitamos al mejor jefe de estado que México haya tenido, el candidato presidencial debe detenerse, reflexionar, y actuar en consecuencia.

Nos encontramos, ante una inminente crisis económica y humanitaria, la más fuerte de la historia moderna. Y el máximo cargo político del país, está obligado a entender, y a atender la situación.

La respuesta de Andrés Manuel López Obrador, ante la crisis, es piedra angular para el destino de más de 120 millones de ciudadanos.

El presidente debe comprender la creciente, y legitima, molestia de los mexicanos a su respuesta. La evidente caída de su aceptación, no solo atiende a las tardías medidas económicas y sanitarias implementadas, o, a su nula asertividad para comunicar en una situación de esta naturaleza, sino a su EJEMPLO.

Frente a una caída del peso, que representa un nuevo mínimo histórico de su valor en operaciones internacionales, dólar en 24.62, y petróleo en su nivel más bajo de los últimos 20 años, es inadmisible que el presidente continúe aumentando el asistencialismo.

Aunado a lo anterior, con todas las instancias públicas promoviendo el distanciamiento social, y al centro de una gran incertidumbre y un creciente temor al impacto de la pandemia, no ha modificado su agenda política. Se expone entre multitudes, saluda y abraza a adultos mayores, y carga y besa a los niños, después de haber saludado a cientos.

Es primordial, cuestionar la inadmisible postura del epidemiólogo encargado de la comunicación oficial ante la crisis del COVID - 19, Hugo López Gatell Ramírez, subsecretario de Salud, quien señala; que el presidente puede, sin preocupaciones, continuar al centro de eventos masivos, minimizando la situación, y enviando un claro, y perjudicial, mensaje a los mexicanos.

La fuerza moral en este momento no es suficiente. Es el momento de demostrar la capacidad que lo llevó a la cúspide del sistema político mexicano, no es una situación menor, miles de mexicanos enfermarán, y algunos morirán.

Algo debe quedar claro, esta crisis no es una oportunidad para la oposición, ni para el Gobierno. No es momento de pensar, mucho menos de actuar, en virtud de votos y futuras elecciones, o reelecciones. 

Millones son los que están en riesgo, 43 representaron el final de la anterior administración, esta crisis, de no ser correctamente dirigida, puede terminar con cada sigla de su Partido Político, es momento de que el presidente de la razón a los 30.11 millones de votos que le confieren el honor de dirigir a nuestra nación.

Es momento de poner el ejemplo, y desde palacio nacional, dirigir a la nación que juró proteger.

@Marioaduarte