Se implementará una combinación de clases presenciales y virtuales para respetar el distanciamiento social. También habrá cambios en el modo en que se realizan los recreos. La decisión del retorno al aula será voluntaria y el proceso gradual
El gobierno de Luis Lacalle Pou en Uruguay autorizó este jueves el retorno a clases en escuelas de educación primaria luego de un confinamiento de dos meses, enmarcado en la estrategia tomada para evitar la propagación del coronavirus.
Medios locales explicaron que se implementará una combinación de clases presenciales y virtuales y que habrá cambios en el modo en que se realizan los recreos. Los directivos de escuelas tanto públicas como privadas están preocupados por los procedimientos para cumplir con las medidas de distanciamiento requeridas.
Luego de reactivar la construcción, las escuelas rurales y las oficinas públicas, el presidente Lacalle Pou autorizó un regreso voluntario y gradual a las clases de todos los grados de escuelas primarias en Uruguay con un monitoreo permanente.
Autoridades de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) señalaron que la idea es que este lunes se comiencen a reabrir los centros educativos para que concurran auxiliares de servicio, funcionarios de gestión y de docencia indirecta.
“Una de las cosas que va a pasar es que los alumnos no van a poder tener clases todos los días. Porque para cumplir con los requisitos de distanciamiento físico, hay que tener menos alumnos por clase. Y como los salones son los que son y no se pueden multiplicar, vamos a tener que partir los grupos”, explicó el ministro de Educación y Cultura, Pablo Da Silveira, en una entrevista con VTV.
Otro criterio para la reapertura es el geográfico. Con las escuelas rurales ocurrió que se excluyeron las ubicadas en zonas con mayor incidencia del virus. Y desde el gobierno de Lacalle Pou se calcula mantener esa diferenciación con las escuelas urbanas.
Según el diario El País, la nueva normalidad incluirá pausas escalonadas, además de los recreos convencionales, pero en los patios estarán clausurados los juegos de uso colectivo como toboganes o hamacas y no funcionará el servicio tradicional de comedor.
En una región que escala hacia el pico de la epidemia de coronavirus, Uruguay se ha convertido en una "rara avis": la curva de contagios está aplanada, la letalidad es baja y las personas que cursan la enfermedad son cada vez menos.
Con 746 casos detectados, 20 fallecidos y 588 recuperados de COVID-19 de acuerdo a los números oficiales, este pequeño país de 3,4 millones de habitantes que nunca decretó cuarentena general se encamina hacia una apertura de las actividades casi total.
Infobae