El país ya no está en condiciones de aguantar sin reabrir las ciudades a la actividad económica, reconoció Rafael Espino de la Peña, consejero independiente de Pemex, durante su participación en el foro Diálogos por Chihuahua que realiza Coparmex..
Expuso Espino de la Peña que existe una gran incertidumbre en el mundo, una zozobra por la pandemia que enfrenta a dos grandes universos: cuidar la salud de los ciudadanos y el segundo, el incremento de la pobreza que se avecina.
Ante este escenario, dijo, se debe poner énfasis en reactivar la economía con las medidas sanitaria que dicte el Consejo General de Salud.
Reconoció el también suplente del senador de Morena, Cruz Pérez Cuéllar, que costará mucho trabajo levantarse de esta crisis económica, por lo que se requerirá de la colaboración de todos los sectores.
Las consecuencias de esta crisis, dijo, ya son evidentes con la pérdida de más un millón de empleos y la caída de alrededor del 8 por ciento del PIB que se proyecta al cierre del 2020 y que afectará principalmente a la población más vulnerable que percibe menos de cinco salarios mínimos.
Apuntó que lo que viene es mucho trabajo, cooperación y eficiencia para que la sociedad se organice y se recupere de la crisis.
En cuanto a las críticas que se han generado en relación a la falta de apoyo del Gobierno Federal al sector productivo, dijo que estos señalamientos en parte son fundados y en parte infundados.
Explicó que el Gobierno Federal dentro de su programa pugnó por apoyar a los grupos más desfavorecidos y en ese sentido implementó los programas de bienestar a los que destinó una cantidad importante de recursos para cubrir las necesidades de la población más vulnerable, lo que es una política acertada.
Por otra parte, dijo, las críticas fundamentadas son porque las medidas de apoyo al sector productivo son fundamentales para salir de la crisis porque el sector es indispensable para la generación de riqueza.
Subrayó que mantener el empleo formal es prioritario y ahora que las empresas batallan para transitar esta crisis por falta de liquidez, es necesario inyectar recursos y dar beneficios fiscales pues de lo contrario habrá más desempleo y quienes formaban parte del sector formal pasarán a la informalidad.
Cuando se pierde un empleo formal, dijo, se pierde una contribución a la hacienda pública, un ahorro para el retiro, una aportación a la seguridad social, a los sistemas de salud y el sentido de pertenencia de un trabajador que forma parte de un sistema para un fin específico.
Por ello, se debe apoyar a las empresas para mantener la planta laboral, puntualizó.