Quiero ser feliz, quiero alcanzar, quiero llegar a la olla de oro al final del arcoíris, pero corro, corro y corro y no la alcanzo, ¿Dónde está? ¿Dónde la encuentro? ¿Qué quiero ser?, quiero ser feliz… ¿Cómo lo logro?
¿Te suena familiar ese monologo?, pasamos la vida buscando la felicidad, esforzándonos por ella, pero así como corres tras el horizonte y nunca lo alcanzas, la vida se nos va en eso, en planes, hace ya algunos meses en otro texto comentaba que siempre trazamos planes, para llegar a ser felices y durante el proceso nos frustramos porque no llegamos, ¿Por qué nos perdemos en el camino persiguiendo la olla de oro y no disfrutamos del arcoíris en el trayecto?, el camino es bello, con altas y bajas, pero si nos enfocamos solo en la meta perdemos de vista el objetivo, desde el principio es ser feliz y ser felices solo se logra haciendo eso; siendo feliz.
Muchas veces he dicho que una vida sin metas no tiene propósito, y es verdad, pero hasta cuanto tiempo viviremos solo enfocados en la meta, sin ser capaces de ser felices en el trayecto. ¿Dónde está la facilidad?, ¿será quizá cuando abres los ojos?, ¿Cuándo ves algo gracioso?, ¿o quizás cuando ves la belleza de las flores? Cuando fijamos un plan, es como si nos trazáramos un camino, durante el camino, vamos encontrando personas, maestros que nos enseñan que vienen a traernos una experiencia que acompaña nuestro proceso para llegar a nuestra ansiada felicidad. No solo conocemos personas también nos suceden acontecimientos afortunados, otros no tanto, y eso nos hace crecer.
Durante el trayecto encontramos entonces grandes personas que nos tienden la mano, nos acompañan nos aman, todas las cosas que vamos haciendo, viendo y experimentando mientras caminamos a la meta, es lo que nos ayudara a ser felices, nos va a enseñar, nos va a hacer crecer y os va a dejar las vivencias importantes que, antes de llegar a la meta van a hacernos felices, ¿pero qué pasaría si tu solo te enfocas en el resultado y vives frustrado por todo? , pues simplemente dejas de vivir esperando un mañana dejando de apreciar el presente, que es un regalo. Es como ir al cine, pagar por ver una película, y solo esperar a que llegue el final; que no sabemos cómo va a ser, te pierdes toda la diversión.
¿Recuerdas que en la película de Harry Potter y la piedra filosofal, basada en el libro del título homónimo de J. K. Rowling, al final de la película está Harry Potter frente al espejo mágico como era de esperarse le mostro el reflejo en el espejo que la piedra filosofal estaba en su bolsillo, supuestamente la piedra implica la inmortalidad y solo se muestra a quien tiene un corazón puro. Pues bueno, en la vida, con nosotros pasa lo mismo, la felicidad es como esa piedra y el bolsillo es el corazón, tu espíritu, tu alma y ahí la tenemos guardada hasta que con una determinación pura decidimos sacarla y abrazarla ojo, no aferrarte a ella, si no abrazarla, solo tienes que decidirte a amarte a ti, amar la vida y amar la felicidad que ya es tuya, y esa misma es la que te va a hacer tan capaz que así lograrás tus metas.
¿Cómo ser feliz?, ¿Hay fórmula mágica?, la primera señal es quitarnos la idea de que solo “seremos felices si obtenemos algo externo”, pero si quieres puedes pensar en las cosas que te llenan el corazón, si dejas ir a quien te hirió, disfruta cada día de ti mismo, se pleno el día de hoy, suelta el pasado y deja de sufrir especulando por el futuro, el arcoíris brilla solo porque eres tú, la olla no me hará mejor ni más ni menos y tampoco serás más feliz si te pierdes del trayecto.