No hay peor ciego que el que no quiere ver

“Apariencia e intención engañan inevitablemente a la gente cuando se usan con artificio, aún si la gente cree que hay una intención ulterior detrás de la abierta apariencia.” Yagyu Munenori

Esta frase está en el libro “Las 33 estrategias de la guerra” y marca puntualmente el trabajo que ha hecho la izquierda en los últimos 30 años, haciendo creer a propios y extraños que la izquierda ha perdido poder, y que la izquierda radial a cambiado a una izquierda moderada, a una izquierda filosófica.

Y su trabajo ha sido tan bueno y tan preciso, qué al día de hoy, leo y escucho a muchos conocidos y amigos en redes sociales, diciendo que los conceptos de izquierda y derecha ya están pasados de moda, que esos términos, ya no deben usarse, porque ahora todo se resume a un nacionalismo contra un globalismo.

Los populistas han hecho tan bien su trabajo de aparentar lo que no son, que han logrado eliminar del inconsciente colectivo las atrocidades generadas por la de izquierda, a través de años de gobiernos promarxistas, populistas, socialistas, o cómo queramos llamarlos.

Incluso en países como EE. UU. que es complicado aceptar la ideología de izquierda, esta ha penetrado tanto, que vemos el día de hoy a grupos promarxistas, grupos de izquierda cómo Black Lives Matter (BLM), apareciendo en la escena política, como defensores de los Derechos Humanos, pero que en realidad son el actor principal en la desestabilización social que se vive hoy en EE. UU.

Las fundadoras del movimiento, Patrisse Cullors, Alicia Garza y Opal Tometi, públicamente han demostrado un largo nexo con el socialismo y con Maduro personalmente. Que se demuestra en fotografías y comentarios de sus redes sociales, conferencias en eventos de la izquierda y visitas a Venezuela.

BLM se ha volcado ante la sociedad norteamericana, como defensora de la comunidad “afrodescendiente” y el mundo ha visto como en defensa de esta comunidad, se han cometido actos vandálicos y violentos, actos que han dañado propiedad privada de pequeños empresarios y ciudadanos en general, sin que el gobierno haya podido detenerlos.

¿Y por qué empezaron a atacar a EE. UU.?

Porque el presidente actual Donald Trump, se ha presentado públicamente como un líder de derecha, se ha pronunciado abiertamente contra el aborto, ha eliminado el financiamiento a asociaciones que promueven la muerte del bebé dentro del vientre, eliminó el financiamiento a la OMS, apoya abiertamente a presidentes como Bolsonaro, ataca directamente a presidentes cómo Maduro, y es enemigo declarado del régimen castrista.

Y este es sólo un ejemplo en particular, pero en todo América y el mundo, la izquierda radical hace lo mismo, bajo una bandera, a simple vista noble, cometen los abusos necesarios y desestabilizan al gobierno en turno para que la izquierda pueda llegar al poder.

Y ejemplos hay muchos, Venezuela, Uruguay, Nicaragua, Argentina y últimamente México.

Y lo impresionante de estos grupos de izquierda radical es que cuando llegan al poder, de manera impresionante se camuflan como personas pacíficas, llenas de amor y preocupación por la sociedad, pero en las sombras, buscan integrar en la ley sus posturas socialistas, y eliminar, la libertad de prensa, libertad económica, libertad financiera, libertad de educación, en fin, cualquier tipo de libertad de la que pueda gozar una persona.

Como ejemplo, en México, vemos los cambios a la Ley de Educación y el armonizar dichos cambios en cada uno de los Estado de la República, cambios que limitan el tipo de educación que los padres pueden dar a sus hijos, quitándoles esa libertad de educación en cuestiones sexuales y morales.

Implementando con esto, unos de los principios básicos del socialismo que es eliminar la propiedad privada, empezando por la familia, ya que esta es el principal baluarte en la generación de la propiedad privada. Y para los marxistas, la familia debe ser sólo un reproductor de fuerza laboral.

Antes de la llegada al poder de la izquierda, el gobierno era un ente corrupto, violador de los DD. HH., pero ahora que llegaron, el gobierno, por arte de magia, se convirtió en un ente lleno de sabiduría y nobleza, con personas preparadas, tanto, que debemos de tenerles toda la confianza y dejarles la educación sexual y moral de nuestros hijos, a estas finísimas personas.

Y esto es sólo un ejemplo, hay muchos cambios que se han hecho y otros que no se han logrado aprobar, cambios que buscan quitarnos lo único que por naturaleza nos pertenece, y es, nuestra libertad.