-La elección de nuevos consejeros del INE - Una reforma del SAR a tiempo

Después de 4 meses de retraso en la elección  de 4 nuevos consejeros electorales  del Consejo General del INE, a fin de sustituir a los que concluyeron su periodo, debido a la Pandemia del COVID-19, finalmente se dio  la elección en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión culminando todo un proceso que inició con la conformación (por la propia Cámara) de un Comité Técnico de Evaluación integrado por destacadas personalidades de la academia y la intelectualidad como son el Dr. Diego Valadez, la Dra. Ana Laura Magaloni, Blanca Heredia, John Akerman, Sara Lovera, José Roldán, Silvia Giorguli.

Este Comité Técnico realizó un amplio y acucioso trabajo para convocar primero y luego para entrevistarlos, investigarlos y examinarlos, a todos los aspirantes a Candidatos para ser Consejeros Electorales, que se registraron sin más limitación que cubrir los requisitos requeridos; con el fin de definir entre todos ellos cuales eran los 20 que propondría el Comité a la JUCOPO de la Cámara de Diputados, en 4 quintetas (dos de mujeres y dos de hombres) de las cuales la Junta de Coordinación Política, determinaría los 4 aspirantes (dos mujeres y dos hombres) seleccionados para presentarlos al pleno de la Cámara para su consideración y en su caso aprobación.

Cabe destacar por un lado, que todo este proceso, desde su inicio hasta su culminación se dio en un marco evidente de absoluta e inédita transparencia y con respeto a la independencia de este Comité Técnico Evaluador, prestigiado por la solvencia y autoridad profesional de sus integrantes. Por otro lado, señalar que  la Junta de Coordinación Política (JUCOPO) de la Cámara de Diputados seleccionó por UNANIMIDAD de sus integrantes, los 4 nombres (dos mujeres y dos hombres) uno por cada quinteta, que presentó  a la consideración del pleno de la propia Cámara. Todos ellos indudablemente avalados por sus y excelentes antecedentes de desempeño profesional y positiva experiencia en materia electoral.

Quienes conocemos como se dieron los procesos de “selección y designación” de Consejeros Electorales en las ocasiones precedentes y que dieron motivo a la expresión de “cuotas y cuates” en referencia a que se “repartían” los candidatos a Consejeros Electorales entre los Partidos Políticos a través de sus fracciones parlamentarias; podemos confirmar en que el proceso de selección de aspirantes, nominación de Candidatos y elección consecuente en la Cámara de Diputados, fue sin duda un avance democrático en beneficio de la fortaleza, credibilidad e independencia del INE con relación al gobierno y partidos políticos.

Este exitoso ejercicio de elección de Consejeros Electorales, debiera dar la pauta para perfeccionar las disposiciones legales que contiene la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electoral (LEGIPE) y la integridad y funcionamiento del INE y sus órganos de gobierno. Todavía falta que hacer.

Hubo en el transcurso del proceso legislativo referido el riesgo de que se vulnerara su legitimidad al darse una denuncia de supuesta irregularidad en la integración de las propuestas que presentó  el Comité Técnico de Evaluación, presentada por John Ackerman (miembro de dicho Comité) que alegó la exclusión de una aspirante que él consideró “idónea” para ser parte de la propuesta de candidatos a consejeros, lo cual dió motivo a que un grupo minoritario de Diputados de la fracción parlamentaria de MORENA exigieran devolver las quintetas presentadas a fin de que fueran modificadas. Esta objeción fue desestimada por su improcedencia, y finalmente el pleno de la Cámara de Diputados aprobó casi por unanimidad (399 votos a favor, 5 en contra y 5 abstenciones) la designación de los 4 nuevos integrantes del Consejo Electoral del INE, todos con una destacada trayectoria académica y profesional.

Enhorabuena, baste señalar que en un asunto tan polémico como éste, todos los coordinadores de las fracciones de la Cámara aprobaron la propuesta, además de la votación absolutamente mayoritaria en el Pleno que ya reseñamos.

También, que inusualmente los miembros más conspicuos de la Comentocracia Nacional coincidieran en reconocer lo positivo de este acontecimiento. Y las afirmaciones de varias de las personalidades más destacadas que fueron parte del mismo:

• Presidente de la JUCOPO de la Cámara de Diputados:

“Estos Consejeros no pertenecen a nadie”

• P. Muñoz Ledo, Dip. Fed: “La Solución de los Consejeros  del INE, que ha culminado en la Cámara de Diputados, fue el anuncio de una era plenamente democrática para México. Logramos derrotar parlamentariamente a los golpistas que buscaban anular el proceso.”
• John Akerman, miembro del Comité Técnico que intentó objetar las propuestas  presentadas:

“Quedaron perfiles verdaderamente ciudadanos. Celebró tanto los perfiles elegidos, como el consenso logrado para INE México.”

UNA REFORMA DEL SISTEMA DE AHORRO PARA EL RETIRO A TIEMPO.

En esta columna, desde su inicio, uno de los temas recurrentes por su importancia ha sido el del Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) y las Administradoras de Fondos de Retiro (AFORES) que manejan las cuentas individuales de ahorro de los trabajadores, creado en el Gobierno del Presidente Ernesto Zedillo, a semejanza o copia del Modelo Chileno, en 1994 (22 de julio). Hemos insistido en que este Sistema de Pensiones basado en el ahorro individual, ya no en el solidario (o de reparto); es decir que la pensión del trabajador estaría basada exclusivamente en la que acumulara el trabajador en su vida laboral, y sería de un monto muy bajo y solo duraría hasta agotarse ese fondo individual; era un sistema de Pensiones con muy serios (por no decir graves) deficiencias y errores en los cálculos financieros (o corridas) para crearlo y en su implementación y entrega total de su manejo a las Instituciones Bancarias Privadas, cuya premisa fundamental es el lucro.

La mayor falla era en perjuicio de los trabajadores, al condenarlos a una pensión (que denominaron taza de remplazo) marcadamente insuficiente para una sobrevivencia digna (personal y familiar) en su retiro de la vida laboral activa, con todas sus consecuencias.

Me remito a las consideraciones que presenté en mi artículo del 6 de febrero de 2020 (además de las anteriores) advirtiendo, al igual que muchos otros estudiosos del tema, que ante la inminencia del arribo a la aplicación del derecho a solicitar su retiro laboral de los ahorradores en el SAR en 2024, al cumplirse las 1250 semanas de aportación a su fondo personal de todos los que iniciaron dichas aportaciones desde 1997; era de suma urgencia que el actual Gobierno de la República, se anticipara a la crisis que se crearía, mediante una Reforma del Sistema Pensionario del SAR, que no solo subsanará el delicado problema de la insuficiencia de las pensiones que recibirían los trabajadores en retiro desde 2024, sino estableciera las bases para un manejo más justo, equitativo y adecuado por las AFORES como “administradoras” del dinero de los trabajadores.

Este problema es una verdadera “bomba de tiempo” ante la cual los gobiernos anteriores (por lo menos los últimos dos), que simplemente se concretaron a “Patear el bote.”

Por eso es que celebramos como trascendental y fundamental para los trabajadores mexicanos, la iniciativa de REFORMA de la Ley del Sistema de Pensiones que rige al SAR y a las AFORES y SIEFORES, que acaba de presentar el Presidente de la República y que –de acuerdo a la información de los medios de comunicación- cuenta con el aval de Sindicatos y Empresarios y que consta entre otros, de 3 cambios importantes a dicha Ley:

1.- Aumentar las aportaciones (por trabajador) de 6.5% a 15% en un periodo de 8 años, modificando las de:

-5.15 a 13.875 por el patrón; dejando igual  la del trabajador en 1.125%; y también (aparentemente) la del gobierno en 0.225% y aquí digo aparentemente, porque la información sobre la forma y monto de aportaciones patronal y de gobierno, no se detalla con suficiente claridad.

2.- Se reducen las semanas de cotización, de 1,250 (24 años) a 750 (14 años), para que cada trabajador pueda aplicar su derecho a retirarse con Pensión.

3.- Con la reducción de semanas (de 1250 a 750) se propone subir la pensión mínima garantizada (para los empleados) a un valor promedio de 4,345 pesos.

Hay muchos datos sin suficiente claridad, pero indudablemente estamos ante una reforma que puede calificarse de Histórica, y por ello en los diversos sectores se están dando un reconocimiento al que todos debemos unirnos tanto al Gobierno de la República como a los Organismos Empresariales (CCE por delante) y Sindicatos de Trabajadores.

Vamos a esperar conocer en detalle el contenido de la Iniciativa de Reforma, para poder hacer comentarios juiciosos (no prejuiciados) y objetivos sobre la misma.

Desde luego hacemos votos porque ahora en el Poder Legislativo se procese esta iniciativa de reforma, con similar ejemplaridad y transparencia como se hizo con el nombramiento de nuevos consejeros del INE.