lópez: patología antiempresarial

Soliloquio/José Luis Muñoz

    Hay quienes lo acusan de ser comunista.

    Francamente no me parece que lópez lo sea. 

    Estatista y antiempresarial, definitivamente sí.

    Desde siempre, lópez ha sido repelente a los empresarios.

    Y eso que su padre tuvo su negocito.

    lópez vivió su infancia y creció al amparo de la ferretería de su padre.

    También ha tenido evidentes manifestaciones alérgicas a la inversión extranjera, aunque en la táctica incluya su entrega política inusitada a su amigazo trom.

    Es lópez opuesto al liberalismo que él llama neo y ha dado muestras evidentes de que pretende un Estado todopoderoso bajo el mando de un líder único e incontestable.

    En ese sentido, su perfil lo define como un gobernante mucho más parecido a las características del fascismo.

    Un partido dominante prácticamente único, un líder mesiánico que tiene al ejército en un puño, se dice nacionalista, va por un estado omnipotente, pretende que ningún sector importante de la economía sea manejado por particulares y la prensa sólo publica lo que la oficina de la Presidencia quiere y gusta. 

    Pero en todo caso ese sería su sueño.

    Por lo pronto nos quedamos con las características de estatista y antiempresarial, que ya practica y lo definen.

    Ahí podemos encontrar el por qué dijo que la pandemia le caía como anillo al dedo. Un daño inesperado y profundo a la economía es aliado perfecto para destruir o por lo menos minar el papel de las empresas.

    Embona a la perfección con la pertinaz negativa a instrumentar medidas para apoyar a las empresas en la crisis.

    Mucho antes de ser candidato presidencial por primera ocasión, ya había entablado lópez enemistad con el sector empresarial.

    Despertó en el empresariado no sólo suspícacias, sino en ciertos casos abierto temor fundado de quienes así lo advirtieron hace tres lustros.

    En 2012 fue altamente influyente el eslogan surgido desde el empresariado advirtiendo que era "un peligro para México".

    En dos ocasiones una parte importante del poderoso sector empresarial hizo lo posible por evitar que lópez conquistara la Presidencia, pero el calamitoso ejercicio y la nula defensa del gobierno de Peña fueron su mejor aliado.

    Sin embargo, "el empresariado" no  es, como pudiera parecer, como lo pinta lópez, una élite de ricos dueños de empresas fabulosas.

    La enorme mayoría de los empresarios en México son clasemedieros e incluso de clase media baja.

    El 30 por ciento de las empresas mexicanas tiene menos de tres empleados.

    El 80 por ciento son Pymes. Según Banca Empresarial Banamex, generan 72% del empleo y 52% del Producto Interno Bruto.

    Más que el petróleo y la maquila juntos.

    Más de 4.4 millones de Pymes en México usan como "oficinas" o "locales" espacios en casas, cocheras, parques, cafés e "islas" en centros comerciales y lobbies de hoteles. Miles en la banqueta.

    Son ya las principales víctimas de la pandemia y del rechazo de lópez a "los empresarios".

    Ha sido una característica del gobierno de lópez el negarse a pactar acuerdos con "los empresarios", no sólo para atender la emergencia provocada por la pandemia, sino desde antes, provocando el abatimiento del crecimiento de la economía.

    Es una fijación patológica.

    La brutal e irracional cancelación del Aeropuerto de Texcoco fue su carta de presentación.

    ¡Echénse esa, pa abrir boca!.

    Desde luego, argumentó por delante que cancelaba la obra multimillonaria con un avance de 33 por ciento "por la corrupción". Pero como ya sabemos, nunca probó que la hubiera; su entonces secretario de Comunicaciones y Transporte, Jiménez Espriú, negó que ese fuera el motivo y  prefirió lópez pagar miles de millones sin beneficio alguno. 

    Aún, tuvo la opción de que el gobierno no invirtiera un solo peso y dejara todo el proyecto a financiar y ejecutar por empresarios con su dinero y riesgo, y se negó.  

     Nomás por joder.

    Trata lópez al sector empresarial con ánimo vengativo, como si todos fueran aquellos que lucharon políticamente en su contra en las elecciones presidenciales y alguna vez lo derrotaron.

    Revanchismo rastrero.

    Luego de la destrucción de la obra aeroportuaria ordenó destruir el consejo promotor del turismo, que operaba con un impuesto específico establecido por la ley y traía millones de turistas al país cada año.

    Otra venganza contra las empresas, grandes y pequeñas del sector.

    Fue un duro golpe a la rama que genera el tercer mayor ingreso del país, después de las manufacturas y las remesas...

    Generaba, perdón.

    El desconocimiento de los contratos relacionados con los gasoductos del sureste cuando ya estaban construidos; la cancelación arbitraria de empresas, como la cervecería de Mexicali, y la generadora de electricidad en Tuxpan que crearía 2 mil empleos, y el retrógrada revés a los proyectos de energías limpias para volver al carbón y quemar combustóleo, han sido bestiales bazucazos a la confianza de cualquier inversionista dentro y fuera del país. 

    Volver a la edad del carbón en la era del conocimiento y de tomar la energía del sol y el viento ha mandado al mundo mensajes de un México arcaico.

    Han proyectado esos mensajes un gobierno que parece no tener Idea Analizada de lo que hace y dice, como dijo lópez ayer.

    Tanto aquí como en el exterior, en el medio empresarial y de negocios,  esos hechos lo clasifican como un gobernante troglodita.

    El sector empresarial participó de manera colaboracionista y entusiasta a uno de los escasos logros del gobierno de lópez: aumentar el salario mínimo.

    Fue un excelente acuerdo porque impactó  en el ingreso de los que menos ganan, no causó inflación y no dañó estructuralmente a las empresas.

    ¿Lo hizo el gobierno como una Idea Analizada o lo hizo por simple populismo?

    Quizá nunca lo sabremos con exactitud. Las dos opciones pudieron ser coincidentes.

    ¿Lo hicieron los empresarios por altruismo?

    No, seguramente no. Lo hicieron porque entienden la economía, algo en lo que lópez está vedado.

    Por la misma razón, las cúpulas empresariales le han propuesto acuerdos para salvar el empleo y a las empresas, principalmente a las pequeñas y medianas, pues sin el consumo que generan éstas las grandes no podrían sobrevivir.

    En junio de 2019, luego de varios acercamientos fracasados, el Consejo Mexicano de Negocios se comprometió a invertir 32 mil millones de dólares en proyectos de alto impacto para la economía nacional, principalmente en áreas sociales y de infraestructura pública. Formalmente llegaron a cuatro acuerdos prioritarios.

    Entonces lópez declaró:

    "Esta inversión va a generar empleos e impulsará el crecimiento económico; con este convenio otros sectores de la Iniciativa Privada del país van a aportar inversiones en cada una de las ramas de la economía, en el sector agropecuario, industria y servicios".

    Obviamente alguien le escribió el párrafo anterior a lópez, porque a todas luces no es su lenguaje.

    Por su parte, el Consejo Coordinador Empresarial planteó y obtuvo el compromiso de los cuatro acuerdos:

    1.- Contar con reglas y mensajes claros y propositivos del sector público. 

    2.- Estado de derecho fuerte y eficaz.

    3.- Estabilidad macroeconómica.

    4.- Un compromiso para resolver, con estricto apego al marco jurídico, los obstáculos de ejecución que con frecuencia impiden la realización de proyectos de inversión.

    Es decir, el gobierno no pondría en los proyectos nada más que lo que está legalmente obligado a hacer.

    Pero no lo hizo.

    Ni reglas claras, ni Estado de derecho, ni compromiso para resolver los obstáculos. 

    Otra vez, todo lo contrario.

    Sólo se atendió, el año pasado, la estabilidad macroeconómica, al no generar déficit primario en el ejercicio del gasto público.

    Ese factor fue desmoronado por el desplome económico provocado por la pandemia, pues este año no será posible sostener el superávit y posiblemente tampoco el próximo.

    Tres meses después, el 3 de septiembre,  la Coparmex declaró: "la gestión (de lópez) aún no genera condiciones de certidumbre económicas en el país, lo que ha generado es desconfianza entre el sector privado".

    En esos días la firma financiera estadounidense J.P. Morgan emitió un comunicado sobre la situación en México, en el que decía: "La necesidad de inversiones privadas parece ser evidente para casi todos en el gobierno. Las empresas no sólo están dispuestas a invertir, sino también ávidas. Falta la claridad y la coherencia del mensaje que fluye del Presidente..." 

    El comunicado se difundió en todo el mundo.

    La última semana de julio, lópez comió con otro grupo de empresarios. El anfitrión fue Alberto Bailleres, quizá el segundo hombre más rico de México. 

    "No quiero que dejen de invertir ni que se lleven su inversión a otro lado; en México van a haber las condiciones para seguir creciendo y generando empleos", les dijo lópez al iniciar la comida”

    "... van a haber..."

    Já. 

    Les dijo que sí, pero no les dijo cuándo. Lo dejó para después. 

    Se los quiso chamaquear.

    Y al final, lópez declaró en un twit: "El día de hoy lo dedicamos a dialogar y buscar acuerdos con el sector empresarial. Afortunadamente son inmejorables las relaciones. Estamos cumpliendo el propósito de gobernar para todos".

    Pero tampoco hubo acuerdos ni mejoró el trato.

    ¿... cumpliendo con el propósito de gobernar para todos?

    Ah, mira, ya salió el peine. Aceptó la invitación de Bailleres pa taparle el ojo al macho y agradecerle lo de la campaña.

    ¿Relaciones "inmejorables"?.

    Al día siguiente, lópez arremetió en la mañanera contra "los conservadores que son causantes de la desigualdad en México".

    A sus compañeros de mesa del día de ayer se les cayó la quijada y se les puso la cara de baqueta.

    Luego del primer informe el 1 de septiembre de 2019, cuando la economía ya mostraba preocupante flaqueza y cero crecimiento, Gustavo de Hoyos, presidente de Comparmex, declaró:

    “El gran retroceso de los últimos nueve meses es en la pérdida de la confianza, el deterioro de la certidumbre económica, que sin duda ha sido el principal detonante del nulo crecimiento de la economía del país. Nos parece completamente desafortunado que apenas hace unos meses se fustigaba a los gobiernos anteriores por la falta de crecimiento y que se comprometía un crecimiento promedio de 4% anual, y hoy se trate de señalar que el crecimiento no es importante".

    De inmediato lópez decidió romper con la Coparmex y declarar a su presidente enemigo de su gobierno y de la transformación.

    Resultado: los 32 mil millones de dólares no se ejercieron. Los proyectos aún están en sus carpetas.

    La política energética ha dado un violento retroceso al estatismo. Lo mismo en Pemex que en la CFE. Ingresó en una vertiginosa vorágine rumbo a los monopolios de gobiernos del siglo pasado que está arrastrando ineficiencia, anulando las tendencias modernas del negocio energético y mostrando que la estrategia lopista es ineficaz y obsoleta.

    Con altísimo costos con cargo al erario.

    Con las pérdidas del Pemex de lópez en un trimestre se hubieran comprado 500 aviones presidenciales.

    No quieren lopez, Bartlet y Nahle competencia en la generación de energía.

    "En un Estado todopoderoso que dice encarnar el espíritu del pueblo, la población no debe, por lo tanto, buscar nada fuera del Estado, que está en manos de un partido único".

    Es esta otra característica del fascismo.

    El estatismo se acendró con la nueva empresa distribuidora de medicamentos, que es asunto de grandes ligas y con el proyecto del Banco del Bienestar que aspira a tener 2 mil 700 sucursales.

    Más de una decena de veces lópez se ha reunido en privado con los empresarios más poderosos de México desde que ganó las elecciones. Lo mismo con las cúpulas como el Consejo Coordinador Empresarial y el Consejo Mexicano de Negocios, que con grupos como Los 10 de Monterrey y el Grupo Jalisco, pero las pláticas en nada han servido para generar confianza. Todo lo contrario.

    Nunca se ha reunido con empresarios de Pymes.

    Al inicio de la pandemia Carlos Slazar, del Consejo Coordinador Empresarial, le advirtió que "las más afectadas por la crisis serían las micro, pequeñas y medianas empresas, generadoras de empleos".

    La respuesta fue tajante: "no habrá rescate de empresas, y si éstas quiebran, sus dueños o accionistas deberán hacerse responsables".

    Mañosamente utilizó el término "rescate", que nadie le estaba pidiendo. 

    En la mañanera los aporreó diciendo que querían que el gobierno les pagara sus deudas, algo también absolutamente falso.

    El acuerdo de reunirse mensualmente para definir acuerdos y discutir los álgidos problemas de la economía fue suspendido por lópez en abril, y los mandó a que se reunieran con la Secretaria de Economía.

    Días después Coparmex dio a conocer: “La comunicación del presidente con las organizaciones del sector privado está rota por completo”.

    El pasado 28 de julio se reanudaron las reuniones con un grupo de empresarios encabezados por Antonio del Valle, presidente del Consejo Mexicano de Negocios, uno de los más insistentes en acercar al sector con el gobierno y viceversa.

    Del Valle no es mal visto en Palacio, pero tampoco es que lópez lo pele en asuntos de economía.

    En un twit, lópez informó después de la reunión de hace 15 dias: “intercambié opiniones con empresarios sobre la crisis económica precipitada y el #Covid19 (…) Hay voluntad de sumar esfuerzos, recursos, y salir adelante.”

    Pero tampoco hubo ningún acuerdo.

    En una entrevista con el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, el periodista Alejandro Páez Varela, director general de Sinembargo, le pregunta:

    "¿Qué van a hacer ustedes? Porque el país necesita la inversión privada, tanto como la pública, por supuesto".

     Herrera le responde: "Más que la publica. La inversión privada es casi 7 veces más que la pública. La pública es muy importante. Es muy importante en el tipo de servicios que hay detrás: escuelas, caminos, aeropuertos. Pero la inversión privada es casi 7 veces más que la pública. La pública a veces detona la inversión privada. Tampoco es que vayan por vías completamente separadas... Pero justo eso es lo que yo he asumido ahora como una de mis responsabilidades. Mis responsabilidades no es nada más la conducción de la política económica, fiscal y financiera del país, es también asegurarme de que contribuyo a construir puentes de entendimiento con el sector privado". 

    El secretario lo entiende, pero lópez no.

    Por eso está asumiendo esa parte de la chamba que le corresponde a lópez. Sin éxito, porque lópez lo bloquea.

    Luego, Páez le hace otra pregunta:

    "Primero los pobres: ¿Lo entienden los empresarios?"

    Herrera no se lo piensa mucho. De hecho, la suelta de inmediato: “Yo creo que sí […]. En liderazgos del sector empresarial son clarísimos [estos temas]. En Antonio del Valle, en Carlos Salazar. Son claramente empresarios que tienen una preocupación de lo que le está pasando al prójimo, y además convencidos de que, incluso para el desarrollo de la inversión privada, se necesita una sociedad estable. Pero no nada más por eso: yo creo que hay una preocupación legítima de lo que le está pasando al otro”.

    En respuesta a otra pregunta, Herrera confiesa: "El presidente tiene un estilo muy directo de decir las cosas, que es el estilo natural de alguien que ha pasado la mayor parte de su vida en la oposición... tiene una forma extraordinariamente eficaz de comunicarse, que empieza a las 7 de la mañana...De tal forma, que cuando yo me despierto, ya se marcó el tono de muchas cosas en el día..."

    O sea, cuando Herrera despierta ya lópez dijo su pendejada.

    Porque, como precisó lópez ayer en la mañanera, textualmente: "no crean que yo... no crean que vengo aquí con ideas analizadas... ayer se me salió lo del narcoestado..."

    La verdad es que casi nadie cree que vaya con ideas analizadas a ninguna parte.

Tips al momento

Pasan 10 a la etapa de entrevistas para CPC Anticorrupción 

Fueron 10 las personas que de los 17 inscritos para competir por el cargo de comisionado vacante del Comité de Participación Ciudadana del Sistema Estatal Anticorrupción que pasan a la etapa de entrevistas que se realizarán el 20 de abril del 2024.

Las entrevistas serán públicas y difundidas en tiempo real a través de las plataformas electrónicas que se anuncien en próximas horas.

Los entrevistados serán:

01.- Oscar Alejandro Gómez Raynal
02.- Erick Rogelio Medrano Varela
03.- Ernesto Alejandro de la Rocha Montiel
05.- Armando Becerril Caballero
06.- Héctor José Villanueva Escamilla
08.- Gilberto Sánchez Esparza
10.- Julio César Rojas López
12.- Julián Alfonso Treviño Hernández
13.- Prisciliano Durán Martínez
17.- Eduardo Fernández Ponce

 

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