Por los que fuimos, somos y seremos.

Estamos a inicio de un mes importante y además llega con muchos panoramas políticos un poco extraños. 

Hoy quisiera escribir estas líneas para expresar desde el punto de vista de una mujer joven fundadora y militante del partido de Morena. Ayer en la Ciudad de México se llevó a cabo el registro de los posibles candidatos de Morena a la gobernatura, vimos desfilar en primera hora a Martín Chaparro quien es nuestro presidente del Comité Ejecutivo Estatal, seguido de Rafa Espino, luego Víctor Quintana, Cruz Pérez Cuéllar, Juan Carlos Loera, Bertha Caraveo, Carmen Almeida y para finalizar como regalo de Navidad, llegó el querido Armando Cabada. 

Menciono este hecho por que viene a mi memoria los días de cuando me sumé a esto y peleábamos contra los partidos en el poder, siendo la burla y resolviendo ataques, haciéndonos creer que éramos unos pocos. La resistencia, ideología, fe y esperanza nos hizo continuar en esto por muchos años; algunos entregando sus años de retiro, otros sus años de juventud como fue mi caso dejando a tu familia para apostarle a un proyecto. Luego de algunos procesos electorales viene el importante que fue el 2018, dimos todo y lo que le sigue, pero tristemente al triunfo quedamos fuera del proyecto por el que tanto trabajamos. 

Hoy nace una nueva esperanza que es la gobernatura, coincidimos algunos amigos y conocidos con una persona dando objetividad al proyecto. Tras secuelas internas; después de la lucha interna el partido toma su rombo, un rumbo incómodo para algunos, pero siempre con la mira de ganar el 2021. Luego surge el discurso que por el bien de Morena y de los chihuahuenses tenemos que ganar la gobernatura. Y en tu interior te hace creer que es lo correcto, luego suceden cosas como las del sábado, donde ves llegar a la sede de tu partido un personaje que nos robó la presidencia municipal de la ciudad más importante en el estado y nuevamente comienzas a recordar las actitudes de los compañeros que se entregaron a este proyecto en el 2018, sus caras de decepción los primeros días pero al pasar de los meses surgen las caras de esperanza con ganas de trabajar rumbo al 2021 y recuperar ese proyecto que nos pertenece. Dentro de la lógica de las acciones y el tratar de analizar lo que pasa me di cuenta que fundamos Morena para buscar el cambio verdadero en el gobierno y además el bienestar social que mucha falta hace. Y Morena al llegar un proceso electoral tiene necesidades y objetivos para ganar, pero me cuesta mucho comprender como debemos nosotros los fundadores tener que adoptarnos a eso. ¿Qué no será más fácil crear otro tipo de estrategias? 

¿De verdad será tan necesario e importante entregar lo que fundamos a cada político que llega y quiere utilizar nuestras siglas sólo para llegar a sus cargos? ¿de verdad somos los de Morena los que nos tenemos quedar sentados haciendo la talacha? 

En un mes llegare a mis 25 años con mucho conocimiento y trayectoria en esto de la política, pero con el mismo aferramiento de defender la razón y la verdad. Quiero ser auténtica, apoyar a mis compañeros que se suman porque realmente creen en esto o le han dado al proyecto, y sin aceptar a los que negocian en lo oscuro sin pensar en ninguno de nosotros y a la respuesta sencilla que puedo obtener a anterior es que ganaremos espacios de empleo dentro del gobierno estatal, pero temo decirles que lo mismo recibimos en el 2018 y aquí estamos: muchos en casa esperando ver qué pasa.

 Este mi sentir como el de muchos de mis compañeros, y comprensible, pero sé perfectamente que a pesar de las cosas estaremos ahí trabajando, luchando cada día por ganar el 2021, ayudando a nuestros compañeros que sí nos representan y sobre todo defendiendo a morena y a la 4T.