¿Qué tan necesario se ha vuelto para el Estado aumentar el control de sus gobernados? La respuesta parece estar en la iniciativa que aprobó el Senado para crear un Padrón Nacional de Telefonía Móvil que incluye la entrega al gobierno de datos como las huellas dactilares, escaneo del iris ocular y el reconocimiento facial.
La recopilación de datos personales siempre ha sido una necesidad del gobierno para tener un control de la población, están los que son tradicionales y obligados como el acta de nacimiento, el acta de defunción y la identificación oficial que en el caso de México, se conoce como la INE o credencial de elector.
Pero conforme evolucionan los estilos de vida, las autoridades se han visto en la necesidad de ir aumentando el número de identificaciones y datos a recabar de la sociedad, así pues, se puede pensar en la licencia de conducir, la Clave Única de Registro de Población (CURP), el Registro Federal de Contribuyentes (RFC), entre otros.
El hombre actual pasa la mayor parte del tiempo haciendo uso de las tecnologías, ya sea un teléfono celular, una tablet o una computadora –portátil o de escritorio-, en una infinidad de ejemplos estos aparatos han facilitado la vida de la humanidad pero también, han abierto nuevas maneras de actuación por parte de la delincuencia. Casi a cualquier persona que porta un teléfono móvil le ha tocado un intento de extorsión, desde un mensaje con enlaces a páginas fraudulentas, llamadas que intentan obtener datos personales, bancarios o convencer a la persona de un depósito de efectivo, hasta los secuestros fakes.
Las autoridades no dan abasto con la cantidad de extorsiones y fraudes que se reportan en un día, en el escenario estatal, Cuauhtémoc parece liderar este tipo de delitos pues a diario las autoridades municipales dan a conocer cuando menos un caso y en varios de los casos, las víctimas concretan la entrega de dinero. Los Ceresos también son un espacio en donde la delincuencia opera con apoyo de la telefonía celular, está de más decir que este tipo de aparatos entra de manera clandestina y son utilizados por líderes del narco para seguir dando órdenes desde el interior de sus celdas.
Así pues, es que el Estado ahora considera necesario aumentar el control sobre sus gobernados, ya no le resulta suficiente que cada mexicano tenga su CURP, busca crear un padrón de huellas dactilares, iris ocular y hasta de los rostros. Para muchos la iniciativa que aprobó el Senado –y que todavía está a discusión si se obtuvo o no la mayoría relativa-, resulta un exceso de la Cuarta Transformación pues se trata de información que si bien, tendrá que recabarse por parte de las compañías de telefonía celular, no se descarta que sirva para fines perversos, recordemos que estamos en una realidad en la que el Estado persigue a sus enemigos y favorece a sus aliados.
Para muchos la aprobación de un Padrón Nacional de Telefonía Móvil violenta los derechos humanos, se abre un dilema ético sobre hasta dónde puede y debe llegar el Estado en la recopilación de datos personales… hay muchas opiniones encontradas sobre quienes están a favor o quienes discrepan de las medidas de la 4T, nada está definido todavía.