Sin miedo a la verdad

Arq. Mario C. Contreras Figueroa

Columna | Sin sesgo

 

Mi abuelo decía que, en la vida, hay varias fases que todos vivimos: recién nacidos, bebés, niños, adolescentes, jóvenes, personas maduras, viejos y viejitos y que él ya estaba en la época de ser viejito. Era muy divertido oírlo decir eso y además, ya pasaba de los ochenta años y realmente, para nosotros, se veía como un “viejito”.

En ese tiempo, al que no veía, se le llamaba “ciego”; al que no oía, sordo; a las muchachas muy morenas, se les llamaba “prietas”, a los blancos, blancos y a los negros, negros. Y nadie se ofendía porque se utilizaran las palabras correctas.

Después, con el pretexto de un respeto mal entendido, se tenía que decir “débil visual”, “apiñonado”, afroamericano, adulto mayor. Incluso a las partes del cuerpo o a las funciones naturales, se les tuvo que llamar de otras formas: “boobies”, en lugar de senos; “hacer pis” en lugar de orinar y se les llama “niñas” a mujeres de treinta años.

Luego aparece el mal llamado “lenguaje incluyente” que, entre otras cosas, destruye el idioma. Desde siempre, el plural de un grupo mixto, de lo que sea, en español, se expresa en masculino, no por discriminación, sino porque así está configurado el lenguaje. Nadie piensa que esto es hacer menos o más a alguien.

Pero también hay palabras que, sin ser sustantivos, se refieren a la actividad de una persona: “pianista”, “electricista”, “trapecista”. De hecho, son adjetivos y siempre terminan con la letra “a” y no es ninguna grosería decírselo a un hombre, porque se entiende que no tiene que ver con su género, sino con su profesión. Hasta se oye mal decir “estilisto” o “modisto”, nada más por referirse a un hombre. Hay igual otras palabras, que también se refieren a una actividad y que se expresan como la persona que hace algo: presidente, el o la que presiden, residente, quien vive en algún lugar en específico. Por esto es incorrecto referirse a la presidente municipal como la “presidenta”.

El plural en español, para los dos géneros -sí, dos- se dice en masculino. Ahora hasta el gobernador quiere que digamos “chihuahuensas y chihuahuensos” o “cuauhtemensas y cuauhtemensos”, lo cual es sumamente ofensivo.

Estamos en una época en la que, por miedo a ofender a alguien, lo ofendemos de igual o peor forma. Y algunas personas (sí, con “a”), con o sin conocimiento, emiten juicios arbitrarios sobre esto. La Real Academia de la Lengua Española tuvo que elaborar un comunicado para poner un alto a estas y otras malas costumbres que lo único que pretenden es destruir un lenguaje tan bello como lo es el español. Y así se dice: español, aunque lo utilicemos cientos de millones de personas que no vivimos en España.

Tenemos que recuperar la costumbre de llamar a las cosas por su nombre. Ser ciego es una condición, no un juicio y no por llamarle a esa persona “débil visual” su problema va a mejorar.

Estos falsos respetos con los que vivimos en pleno siglo XXI han sido provocados por la generación anterior -la mía, la nuestra- y generan un ambiente de ambigüedad, donde desaparecen los límites y ya nadie tenemos seguridad en nada de lo que nos sucede.

Ya no existe el mal, ya todo es subjetivo, depende del punto de vista de cada quién. Y al no haber límites, las conductas de todos los individuos -e individuas- han llegado a situaciones insospechadas y a veces, simplemente risibles.

Por ejemplo, en España, tenemos a un hombre que jura que siempre fue mujer pero que su cuerpo estaba mal asignado para su género y se atreve a desafiar a la ciencia afirmando que, desde su concepción, era una mujer.

La reasignación de caracteres sexuales secundarios actúa como un disfraz definitivo. Dentro de cien años, si alguien encuentra el cadáver de este hombre, ni siquiera se va a imaginar la historia de él, solo va a darse cuenta de que son los restos de un hombre.

Mientras la humanidad no establezca paradigmas confiables, cualquiera va a poder hacer su propia verdad y vamos a tener más de ocho mil millones de verdades.

Esto no quiere decir que cada uno nos medimos por nuestros propios parámetros pero, si no tenemos referencias, no habrá  manera de establecerlos; es como esos padres que dicen que ellos no le van a inculcar ninguna religión a sus hijos, que ellos, cuando crezcan, decidirán en qué o en Quién creer. Si no tienen de donde elegir, no van a elegir nada. Por esto es nuestra responsabilidad poner sobre la mesa nuestras propias reglas y límites. En el futuro, ellos medirán su realidad sobre esas reglas y decidirán si quieren seguirlas o no, pero no podemos jugar irresponsablemente a criar seres irracionales. Por eso los humanos reinamos sobre la creación, nuestra inteligencia nos permite tomar decisiones que ningún otro ser puede. Se equivocan quienes piensan que también un animal lo puede hacer, estos se guían solo por instintos y sobre eso toman decisiones.

Los seres humanos somos los únicos de la Creación que necesitamos del cuidado y la guía de nuestros padres en los primeros años de vida. Nuestros instintos están supeditados a una inteligencia que necesariamente debemos desarrollar y esto no sucede sin guías confiables.

De ahí la importancia de los padres.

Si este mundo sigue rodando sin que nadie establezca los parámetros con los que se rija la civilización, no pasaremos de una generación para que empecemos a comportarnos como seres irracionales. Todos estos miles de años en los que hemos aprendido y dominado al planeta de nada servirán.

Y lo primero es perder el miedo de decir lo que es. Con respeto y caridad, pero sin miedo.

Nuestro mundo y el de nuestros descendientes está en juego, es el equivalente humano al calentamiento global. Si no hacemos nada por detenerlo, llegará el momento en que nos sobrepase y sea irreversible.

Todavía estamos a tiempo.

 

Arq. Mario C. Contreras Figueroa

Columna | Sin sesgo

Tips al momento

Cerrará López Obrador con el mayor déficit fiscal en cuatro sexenios

De acuerdo con Yolanda Morales, en su colaboración para el periódico El Economista, el actual gobierno tendrá el 2024 el mayor déficit fiscal en un año electoral y el más alto en al menos cuatro sexenios, según informa con base a datos del Fondo Monetario Internacional.

Destaca que la actual administración Federal tendrá un déficit de 5.9 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), al considerarlo el más alto, cuando menos, desde el año 2000, al señalar, que el antecedente más cercano de un déficit mayor al 4 por ciento, lo tenía Enrique Peña Nieto, en el 2014, cuando llegó al 4.54 por ciento del PIB.

Según expone en su texto, luego de que se mantuvo como uno de los gobiernos más prudentes en el manejo de cuentas fiscales durante la pandemia, el actual, terminará con el déficit fiscal más alto.

Con Felipe Calderón, según lo expone, el mayor déficit presupuestario fue en 2019 y alcanzó el 4.3 por ciento del PIB; mientras que con Vicente Fox, en 2003, llegó al 2.36 por ciento del Producto Interno Bruto.

Lo anterior, señala, que de acuerdo a un reporte del Fondo Monetario Internacional, en el último año, la deuda del gobierno, promediará 55.6 por ciento del PIB, menor a 58.5 por ciento del Producto Interno Bruto que representó en 2020, en plena pandemia.

Señala que los expertos del FMI proyectan que la deuda general del gobierno mexicano se mantendrá estable durante 2025 y 2026. no obstante, tenderá al alza en 2027 para alcanzar, según expuso, un máximo del 56.1 por ciento del PIB para el 2029, aumento que atribuye al pago de intereses. Así los pronósticos.


IEE en turismo político 

Varios vieron inconveniente la presencia de la Consejera Presidenta del Instituto Estatal Electoral, Yanko Durán Prieto en un evento del  Plan Estratégico de Juárez y esto debido a que en este mismo encuentro hubo actores políticos de los que dicen, sólo salen a hacer ruido en cada proceso electoral.

La inconformidad de esta asistencia de la consejera del IEE llegó a grado de señalar que el proceso electoral ya inició y que si bien todo lo esta manejando el INE, al menos el IEE debería revolver un poco de trabajo al glamour y al turismo político.

A esto añaden que mientras el personal, la magistrada y magistrados del Tribunal Estatal Electoral se encuentran encerrados las 24 horas tratando de sacar adelante las impugnaciones por las inconformidades en el registro de candidaturas, por su parte los consejeros y consejeras del IEE disfrutan del tiempo electoral.

Tips al momento

Cerrará López Obrador con el mayor déficit fiscal en cuatro sexenios

De acuerdo con Yolanda Morales, en su colaboración para el periódico El Economista, el actual gobierno tendrá el 2024 el mayor déficit fiscal en un año electoral y el más alto en al menos cuatro sexenios, según informa con base a datos del Fondo Monetario Internacional.

Destaca que la actual administración Federal tendrá un déficit de 5.9 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), al considerarlo el más alto, cuando menos, desde el año 2000, al señalar, que el antecedente más cercano de un déficit mayor al 4 por ciento, lo tenía Enrique Peña Nieto, en el 2014, cuando llegó al 4.54 por ciento del PIB.

Según expone en su texto, luego de que se mantuvo como uno de los gobiernos más prudentes en el manejo de cuentas fiscales durante la pandemia, el actual, terminará con el déficit fiscal más alto.

Con Felipe Calderón, según lo expone, el mayor déficit presupuestario fue en 2019 y alcanzó el 4.3 por ciento del PIB; mientras que con Vicente Fox, en 2003, llegó al 2.36 por ciento del Producto Interno Bruto.

Lo anterior, señala, que de acuerdo a un reporte del Fondo Monetario Internacional, en el último año, la deuda del gobierno, promediará 55.6 por ciento del PIB, menor a 58.5 por ciento del Producto Interno Bruto que representó en 2020, en plena pandemia.

Señala que los expertos del FMI proyectan que la deuda general del gobierno mexicano se mantendrá estable durante 2025 y 2026. no obstante, tenderá al alza en 2027 para alcanzar, según expuso, un máximo del 56.1 por ciento del PIB para el 2029, aumento que atribuye al pago de intereses. Así los pronósticos.


IEE en turismo político 

Varios vieron inconveniente la presencia de la Consejera Presidenta del Instituto Estatal Electoral, Yanko Durán Prieto en un evento del  Plan Estratégico de Juárez y esto debido a que en este mismo encuentro hubo actores políticos de los que dicen, sólo salen a hacer ruido en cada proceso electoral.

La inconformidad de esta asistencia de la consejera del IEE llegó a grado de señalar que el proceso electoral ya inició y que si bien todo lo esta manejando el INE, al menos el IEE debería revolver un poco de trabajo al glamour y al turismo político.

A esto añaden que mientras el personal, la magistrada y magistrados del Tribunal Estatal Electoral se encuentran encerrados las 24 horas tratando de sacar adelante las impugnaciones por las inconformidades en el registro de candidaturas, por su parte los consejeros y consejeras del IEE disfrutan del tiempo electoral.

Notas recientes