Por: Alicia Soto
Correo: alysotoc@gmail.com
Facebook: @alysotopsicologa
Es muy común escuchar frases como: “Los hombres solo piensan en sexo”, “Los hombres dicen te amo para tener sexo y las mujeres tienen sexo para que les digan que las aman”, “A las mujeres no les gusta el sexo”, etc. ¿Pero es cierto que los hombres piensan más en sexo que las mujeres?, ¿O que las mujeres aman más que los hombres?
Pues bien, la base neuroquímica tanto del sexo como del amor en las mujeres es la hormona oxitocina, que es la misma hormona que se relaciona con el contacto físico, el establecimiento de las relaciones sociales y el proceso de amamantar a un bebé. Mientras que en los hombres la hormona encargada del deseo sexual es la testosterona la misma que influye en la conducta agresiva.
Según Amaya (2005), durante la actividad sexual los hombres muestran una mayor actividad cerebral en el hipotálamo (área del cerebro que regula el deseo sexual y que es de mayor tamaño en los hombres), mientras que en las mujeres se presenta mayor actividad en la corteza cerebral; es decir, que la sexualidad en la mujer se relaciona más con la intimidad y la relación afectiva que en el hombre.
Por lo tanto, podemos decir que ciertamente, los hombres piensan más en sexo que las mujeres, hablando neuroquímicamente. Para la mayoría de las mujeres, la sexualidad se trata de romanticismo, ternura, intimidad, conexión emocional, mientras que para los hombres, el sexo es principalmente una necesidad biológica autónoma de sus emociones.
No obstante, sería un error decir que las mujeres no disfrutan físicamente del sexo y del que el hombre no ama cuando tiene relaciones sexuales. Aunque, biológicamente seamos diferentes, no significa que no podamos crear una relación verdadera, en las que ambos satisfagamos las mutuas necesidades primarias.
La mayoría de las personas, pueden llegar a sentirse frustradas después del sexo, incluso podría asegurar que son muy pocos los individuos que se encuentran totalmente satisfechos con su vida sexual; esto se debe a las expectativas que desarrollamos respecto al acto sexual “perfecto”, ignorando que nuestra pareja no tiene la menor idea de dichas expectativas. Por lo tanto, la primera causa de insatisfacción sexual es la falta de comunicación, es decir, no debemos esperar a que nuestra pareja adivine qué es lo que nos gusta o no nos gusta, al igual que hablamos de nuestros gustos en la comida, cine o música, también deberíamos expresar nuestros gustos en el área sexual, principalmente si es la persona con la que decidimos compartir nuestra vida.
Otra manera de incrementar nuestra vida sexual placentera, es comprender y hacer pequeños sacrificios para satisfacer a nuestra pareja; por ejemplo, en las mujeres el juego previo es más importante que acto en sí, por lo tanto, tomarse el tiempo para abrazarla, besarla, acariciarla, etc., hará que tu pareja esté más dispuesta a tener encuentros sexuales más frecuentes, mientras que para los hombres los juegos de roles son muy excitantes, por lo tanto usar en ocasiones ropa interior sugerente, o disfraces sensuales, hará que tu pareja disfrute y prolongue más el sexo contigo.
Una cosa significativa por rescatar, es que no importa que tan diferentes seamos biológica o neuronalmente; el amor y la vida sexual, son partes importantes y vitales por igual, desarrollarlas y fomentarlas son responsabilidad de ambas partes de la pareja.
Por: Alicia Soto
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