Según la OMS (2018) para el 2020 la depresión será la segunda causa de discapacidad en el mundo. Estamos a la puerta de una era, en la cual los trastornos mentales, serán más comunes, y si bien, los especialistas en salud mental nos estamos preparando para afrontar este reto, existe una vertiente de gran importancia que se trata como asunto de segundo orden: la familia de los pacientes con diagnóstico psiquiátrico.
Aceptar la enfermedad es uno de los procesos más difíciles, no sólo para el paciente, sino también para la familia y amigos. Muchos pacientes se encuentran solos lidiando con los síntomas y consecuencias de su enfermedad, debido a que los familiares, les cuesta mucho trabajo entender y saber sobrellevar los episodios de depresión, las crisis de ansiedad, la ideacion e intentos de suicidio.
Es por este motivo que los familiares - principalmente los padres, hermanos, parejas- deben considerar seriamente, tomar psicoterapia a la par de paciente. Necesitan mucha preparación, para afrontar, no solo las emociones y crisis del paciente, si no las propias también.
La familia también sufre, también llora, también se siente perdida y necesita orientación, cuidados, descargar y aprender a manejar sus emociones.
Para ellos es muy difícil entender que es lo que están pasando su hijo, padre, esposa y aunque, existe mucha información de al alcance de la man, a veces no es suficiente.
En muchas ocasiones, los familiares desvaloriza los síntomas de los pacientes, creyendo que sólo tratan de llamar la atención, mientras tanto, otros los sobreprotegen, tratandalos como personas discapacitadas, cuando no es así.
A fin de cuentas una enfermedad mental, no es un asunto que solo le consierna a quien la padece, si no que involucra directa o indirectamente a la familia, poniéndo a prueba sus fortalezas, su paciencia y sobre todo sus emociones. Por tal motivo, reitero que la familia también requiere de atención y cuidados.