Al vencer hoy el acuerdo comercial de 2013 que eliminaba el pago de arancel, los productores mexicanos de tomate deberán pagar derechos provisionales de 17.5 por ciento para exportar a Estados Unidos, lo que afectará principalmente a los estados de Sinaloa, San Luis Potosí, Michoacán y Jalisco, señaló Alfonso Lechuga de la Peña, presidente del Consejo Estatal Agropecuario de Chihuahua.
Chihuahua, detalló, cuenta con alrededor de 100 hectáreas dedicadas al cultivo de tomate que es destinado al mercado nacional y local.
El riesgo que se advierte, dijo Lechuga de la Peña, es que este arancel desemboque en una guerra arancelaria y que México responda con impuestos a otros productos de Estados Unidos, que finalmente impactarían principalmente a los consumidores de ambos países "y desgraciadamente nosotros nos llevamos la peor parte", dijo.
Apuntó el Presidente del Consejo Estatal Agropecuario que aún las autoridades mexicanas pueden llegar a un acuerdo con sus homólogos de los Estados Unidos para dar marcha atrás a este arancel, aunque tienen sólo alrededor de 10 horas para hacerlo.
El arancel al tomate, dijo, se trata de una afectación seria al sector agroalimentario de México, pues uno de los principales ingresos del país son las exportaciones agroalimentarias que superan incluso a las exportaciones petroleras, turismo y envío de remesas.
"El sector exportador del país ha crecido mucho en los últimos 18 años a raíz de los beneficios del Tratado de Libre Comercio. México sacó la mejor parte a largo plazo en el rubro agroalimentario", subrayó.
Para el presidente del Consejo Estatal Agropecuario, esta medida arancelaria puede repercutir en otros alimentos como es el aguacate, que es el principal producto de exportación a Estados Unidos, la cerveza, las frutillas (berries) y el atún mexicano.
"Todo esto va a ser un tema de negociación comercial pues México también puede establecer cuotas arancelarias a varios productos que importa de Estados Unidos, lo que generaría una afectación seria pues el país es deficitario en muchos productos de primera necesidad", explicó.
Lechuga de la Peña consideró el arancel al tomates como una medida de presión de Estados a México, al estar sobre la mesa temas electorales, la migración y negociaciones sobre el T-MEC, en los que el vecino país busca sacar el mejor provecho.