En memoria de Jesús Manuel Aguilar Carrasco; maestro por vocación, sindicalista por convicción y amigo por devoción.
El próximo mes de abril, se dará la sustitución de 4 de los 11 Consejeros Electorales del CONSEJO GENERAL del INSTITUTO NACIONAL ELECTORAL (INE) que concluyen el período para el que fueron electos.
El INE es el organismo constitucional autónomo que tiene a su cargo la organización de las elecciones federales y por añadidura Coordinarse y supervisar a los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLEs) (antiguos Institutos Electorales Estatales), encargados de la organización de las elecciones en las entidades federativas, tanto a nivel estatal como municipal.
Su función principal es pues organizar con efectividad y eficiencia procesos electorales libres, equitativos y confiables, que garanticen el ejercicio de los derechos político-electorales de la ciudadanía y así contribuir al desarrollo y fortalecimiento de la vida democrática de México. Para ello tiene como PRINCIPIOS RECTORES, la certeza, legalidad, imparcialidad, objetividad, independencia y máxima publicidad que le permitan lograr la confianza y participación ciudadana en dichos procesos.
Este proceso de elección de los cuatro nuevos consejeros del Consejo General del INE que es el Órgano Superior del INE y que está integrado por 10 Consejeros Electorales y un Consejero Presidente con voz y voto en la toma de decisiones y por Consejeros del Poder Legislativo, Representantes de los Partidos Políticos además del Secretario Ejecutivo, todos ellos solo con voz (sin voto); por la importancia que tiene ha generado un refuego de opiniones y posicionamientos encontrados para calificar o descalificar dicho proceso a partir de posiciones e intereses según sea la ubicación política-ideológica de cada persona al margen de las controversias y debates al respecto. Es pertinente recordar el marco que a partir de las disposiciones Constitucionales en materia electoral, fija las etapas del citado proceso de elección de Consejeros Electorales y las características y pasos a seguir (de manera esquemática) para enseguida “echar nuestro cuarto a espadas” con algunos breves comentarios sobre este asunto.
La elección de los nuevos Consejeros Electorales, corresponde por ley a la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.
Está previsto que el proceso en cuestión inicie con la Convocatoria para el registro de todos los aspirantes que deseen participar y cumplan con los requisitos establecidos, como tener título profesional, no haber sido candidato o tenido puesto de elección popular, ni haber sido Presidente del CEN o equivalente de un partido político, ni haber desempeñado o desempeñar cargo de dirección nacional o estatal en algún partido en los cinco años anteriores a la designación; no ser miembro titular de gabinete de gobierno federal, estatal o de ciudad de México, cuando menos desde un año antes de su nombramiento.
Enseguida, la Junta de Coordinación Político (JUCOPO) como órgano colegiado de dirección política de la Cámara de Diputados integra el Comité Técnico de Evaluación de los aspirantes registrados para Consejeros electorales. Este Comité lo forman 7 miembros: 3 nombrados por la Cámara de Diputados (a través de la JUCOPO), 2 por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y 2 por el Instituto Nacional de Acceso a la Información (INAI).
Este Comité de Evaluación, revisará y analizará los perfiles de los aspirantes registrados a fin de seleccionar 20 finalistas que integrará en 4 Quintetas, es las cuales entregará a la JUCOPO de la Cámara de Diputados para su consideración.
Para la integración de estas 4 Quintetas de aspirantes a Consejeros que propondrá, dicho Comité deberá atenerse al artículo 34 bis de la Ley Orgánica del Congreso de la Unión que establece en el proceso de designación de los Consejeros Electorales del INE, “se procurará la inclusión paritaria de hombres y mujeres”.
Las etapas de publicación de la Convocatoria y registro de aspirantes a Consejeros, así como la integración del Comité Técnico de Evaluación ya fueron cumplidas.
Así, se registraron al cierre del período previsto para la convocatoria (28de febrero) un total de 290 aspirantes (135 mujeres y 255 hombres). Igualmente se integró el Comité Técnico de Evaluación de aspirantes con 7 miembros:
Por la Cámara de Diputados, Blanca Heredia, Silvio Giorguli y Diego Valdez.
Por la Comisión Nacional de Derechos Humanos: Jhon Akerman y Sara Lovera.
Por el Instituto Nacional de Acceso a la Información: Ana Laura Magaloni y José Roldán.
Como 2ª Etapa, la evaluación de perfiles de los aspirantes registrados por el Comité Técnico de Evaluación, se dará del 9 al 24 de marzo.
En una 3ª Etapa, el propio Comité de Evaluación integrará las 4 Quintetas de aspirantes a consejeros seleccionados y las entregará a la Junta de Coordinación de la Cámara de Diputados (JUCOPO) para que esta realice las tareas de revisión, ponderación y generación de consensos y acuerdos a fin de integrar la propuesta final (o planilla) de 4 candidatos, uno (a) por cada quinteta a Consejeros Electorales del INE, que será presentada al pleno de la Cámara para su votación; entre el 24 y el 31 de marzo.
Como 4ª y última etapa, se efectuará la votación del pleno de la Cámara sobre la planilla de 4 candidatos a Consejeros Electorales presentada por la JUCOPO, a fin de validar mediante votación por mayoría calificada, a los nuevos integrantes del Consejo General del INE.
En caso de desacuerdo, al término de la sesión de Cámara del 31 de marzo; los 4 nuevos integrantes del Consejo General del INE serán designados por sorteo el 1° de abril en el propio pleno de la Cámara de Diputados, y si esto no fuera posible, el día siguiente, sería la suprema Corte de Justicia en pleno, quien designaría a los nuevos consejeros.
Cabe mencionar que para mayor transparencia en el proceso de evaluación de candidatos por el Comité Técnico, se llevará a cabo (del 9 al 24 de marzo) bajo el principio de máxima publicidad con la trasmisión en vivo de las sesiones con los aspirantes, a través del Canal del Congreso y demás medios que lo solicita.
Queda claro que en esta ocasión, más que en procesos similares anteriores, se ha procurado una mayor imparcialidad y claridad del proceso de designación de Consejeros Electorales del INE.
Aún así, y como sigue habiendo espacios de discrecionalidad y presiones para influir por las cúpulas de las fracciones parlamentarias y en la toma de decisiones de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados; y como en el ambiente político y comunicacional no ha cambiado mucho la tradicional costumbre de cuestionar y descalificar entre los grupos de presión y representantes directos o indirectos de estos, atribuyéndose unos a otros aviesas intenciones de controlar o influir en los procesos electorales futuros y en el árbitro de los mismos que es el INE; habría que exhortar e insistir una y otra vez en que las diversas expresiones políticas, asuman una actitud y disposición en sus acciones, para fortalecer y salvaguardar la democracia mexicana, sus instituciones electorales y la autonomía de estas, sí con relación a cualquier intento o acción injerencista de los diversos niveles de gobierno, pero sí lo es también con relación a las presiones o intentos injerencistas de grupos partidistas o fácticos de convertir a las instituciones electorales en árbitros sujetos a la influencia de esos grupos de presión o poder fácticos.
Cuando se analiza críticamente habría que recordar primero que no hay ni gobernantes perfectos, ni funcionarios electorales “químicamente puros” en su forma de pensar, ni en sus filas y fobias políticas o en sus trayectorias.
Quienes en el presente tildan a funcionarios de gobierno de pretender influir en la integración y autonomía de los órganos electorales para incluirlos en favor de sus intereses o proyectos, incluso censurando a los funcionarios electorales (en el INE y TRIFE) por supuestas decisiones o votos que según ellos benefician a los intereses del gobierno en turno; y quienes del lado contrario ven parcialidad y afinidades inconfesables en toda autoridad electoral que discrepe o critique abiertamente acciones y planteamientos del gobierno en turno. Deberían recordar (todos) y ejercer memoria histórica (la democracia electoral en México es joven) de su propia participación en regímenes anteriores y como influyeron en la integración de los órganos electorales en los diferentes momentos de su ejercicio y de las varias reformas electorales a modo de los grupos dominantes en cada periodo.
Hágase memoria de como en la integración de propuestas para los órganos electorales, la práctica ha sido de incorporar personas con afinidad explícita (o por lo menos implícita) a los principales grupos parlamentarios dominantes, tanto para Consejeros Generales como para Consejero Presidente.
El actual proceso de renovación parcial de consejeros en el INE está en marcha y lo deseable es que por encima de la descalificación y el sospechosísimo, priven al final la razón y el avenimiento.
Algunos hemos pensado y aun planteado en algunos momentos parlamentarios, que en la elección de integrantes de los órganos Electorales (INE Y TRIFE) los procesos de designación, basados en una rigurosa selección de los mejores y más calificados perfiles entre los interesados en participar, deberían culminar no en un acto final de votación por perfecto que parezca, sino en un acto de insaculación que elimine cualquier posibilidad de parcialidad o manipulación.
Creo que esta modificación de procesos de designación de autoridades electorales debiera ser parte de una nueva Reforma Electoral, junto con la reestructuración (en su número y modalidades de representación) de las Cámaras del Congreso de la Unión, y otros cambios que ya han sido apuntados públicamente.
Creo también que la insaculación de funcionarios es necesaria y conveniente como práctica regular en otros casos, como para las designaciones en los 3 niveles de Gobierno.
Al respecto, es loable y de reconocimiento público, la aplicación de este procedimiento que el titular del IMSS hizo recientemente para la designación de Delegados Estatales.