Italia confía en frenar el ritmo de contagios este fin de semana

Italia ya lleva más de una semana confinada para intentar contener el avance del virus, pero el ritmo del contagio sigue creciendo. Según el balance presentado ayer, más de 31.500 personas en este país han contraído el virus. De estas 26.062 están actualmente enfermas (2.989 más que ayer) y 2.503 han muerto, 345 en 24 horas. El día anterior fueron 349 los fallecidos.

Pese a los datos, algunos se atreven ya a pronosticar que el pico del contagio podría llegar pronto. Es el caso del físico e informático que dirige el Network Science Institute, Alessandro Vespignani, quien declaró al Corriere della Sera que es verosímil que a partir de este fin de semana se empiece a ver una inversión en las tendencias del contagio. “Hace falta ver si ha tenido efecto, más que el cierre de Lombardía, el cierre general en el país. Si las medidas han sido respetadas, los efectos se notan después de un par de semanas”, pronostica.

El gobernador de Lombardía, Attilio Fontana, también ha afirmado que en la región más castigada por el brote del virus en Europa –con 16.220 contagios y 1.640 muertos– existen los primeros indicios de una desaceleración del contagio. “El aumento (en casos de coronavirus) no es brusco como lo fue hace dos o tres días. Esperemos que sea el comienzo de una reversión de tendencia, lo digo en un susurro, este podría ser el comienzo de una reversión de tendencia”, explicó el lunes a la emisora Radio 1.

No todos son tan optimistas. El primer ministro, Giuseppe Conte, advierte que ahora llegan las semanas “más peligrosas” porque “los científicos nos dicen que el brote no ha alcanzado su punto máximo”. También Roberto Burioni, virólogo de la Universidad San Raffaele de Milán, cree que es imposible saber cuándo llegará el pico. Cuenta que las medias de contención, si han funcionado, pueden tener efecto tras 15 días porque el periodo de incubación va de 2 a 11 días , pero repite que aun así lo único importante es pensar en permanecer en casa.

La situación en Lombardía es cada vez más preocupante, pese a tener una sanidad pública excelente pese a los recortes y privatizaciones. El consejero de Sanidad lombardo, Giulio Gallera, tuvo que reconocer ayer en un programa de televisión que el lunes por la noche había “casi cero camas disponibles” en las unidades de cuidados intensivos de los hospitales de la región. En el hospital de Bérgamo, la ciudad más golpeada por la epidemia, ya no hay ni un lugar libre en reanimación. Los nuevos enfermos tendrán que ser trasladados a otras ciudades. Para tratar de solucionarlo, Lombardía está construyendo un centro sanitario en el recinto de la Feria de Milán con espacio para 500 camas de cuidados intensivos, que funcionará diez días después de que consigan los respiradores automáticos, pero Gallera no supo decir dónde piensan conseguirlos. La enorme demanda internacional de estos aparatos ha hecho que sean un bien muy preciado. El objetivo del confinamiento en Italia es precisamente evitar que se necesiten todavía más camas: los hospitales están desbordados, faltan médicos, enfermeros, mascarillas. Los teléfonos de emergencia están saturados.

El Gobierno italiano ha aprobado un paquete de 25.000 millones de euros para hacer frente a la crisis, entre los cuales 3.500 irán directamente a las arcas de la sanidad y la Protección Civil. Una de las prioridades es precisamente la compra de los respiradores automáticos. Italia cuenta también con una generosa donación del ex primer ministro Silvio Berlusconi a la región de Lombardía. El magnate ha donado 10 millones de euros para 400 plazas en la UCI en la región. No ha sido el único, los Agnelli han aportado otros diez millones. La influencer Chiara Ferragni y su marido, el rapero Fedez han recolectado más de 4 millones a través de las redes sociales que ya se están destinando a la creación de más plazas de cuidados intensivos en el hospital San Raffaele de Milán.

Ayer se celebraba en Italia el día de la unificación nacional. En un país a menudo dividido –se suele decir que los italianos sólo se unen una vez cada cuatro años, durante el mundial de fútbol– muchos analistas destacan el generalizado sentido de cohesión social y solidaridad que ha crecido entre los italianos tras aplicarse el aislamiento. “Vamos a derrotar al enemigo invisible juntos. Los italianos, con orgullo y determinación, siempre han podido levantarse y comenzar de nuevo”, aseveró su primer ministro, en otro discurso para intentar levantar la moral de un país al límite.

La Vanguardia