El Tren Maya: Entre la majestuosidad del Jaguar y el Acuífero, y la petulancia de lópez

Incumpliendo la ley que juró respetar pero que desprecia un día sí y otro también, lópez acudió a principios de mes a inaugurar las obras del Tren Maya, convocando a la ciudadanía a desafiar a la pandemia, pero memorablemente a signar un acto atroz, sin ninguna contemplación para con el medio ambiente, en lo que significa uno de los atentados más graves de que se tenga memoria en la historia del país. 

Veamos:

El 16 de noviembre de 2018, dos semanas antes de la toma de posesión de lópez, el  encargado del proyecto, Rogelio Jiménez Pons, hoy director de FONATUR, declaró:

El mayor problema en la construcción del Tren Maya es el impacto en el medio ambiente... De ahí la importancia de convencer con acciones reales, no discursos, de que se cuidará el medio ambiente… "Tenemos que ser objetivos, convocar a las comunidades ambientalistas a que busquemos un escenario de objetividad a fin de evaluar las cosas".

Guillermo de Anda, líder del proyecto Gran Acuífero Maya, opinó: "Debemos exigir que se haga de una forma ordenada y sobre todo con un soporte científico, que sea asesorado por un grupo multidisciplinario".

Pero en lugar de eso, lópez  recurrió de nuevo a la simulación de una "consulta popular", siguiendo el  tradicional engaño, especialidad de la casa, totalmente al margen de la ley.

Y ante el clamor de las organizaciones ambientalistas, lópez dijo: “Puede tratarse de un científico, de un ambientalista, de un sociólogo, de un dirigente social importante - no fue uno, son cientos-, pero es más importante -agregó- la opinión del pueblo... La oposición tiene una concepción elitista de la democracia, piensan que las opiniones autorizadas son las de los que saben, los expertos son los que deciden sobre qué conviene y qué no conviene... pero no es así, eso era antes..."

Y remató: "El Tren Maya es a favor del medio ambiente".

Montado en su cantaleta demagógica, dio el banderazo a la construcción de la obra, sin haber presentado el obligatorio estudio de impacto ambiental.

Aunque es por ley, ya no lo considera necesario, pues la "consulta" decidió que la obra va, dañe a quien le dañe. Hace un año se dijo que el estudio estaría listo para diciembre de 2019, luego que a mediados de 2020. Justo estamos a mediados de año y del estudio nada se sabe. Aunque debe realizarlo y aprobarlo SEMARNAT, una dependencia al servicio de lópez, no se ha hecho ni una ni otra cosas. Quizá sólo les importa un bledo, pero quizá prefieren no lanzar un burdo enjambre de mentiras que estimularía la opinión de los conocedores, algo que ya se dijo que no importa.

Adicionalmente, la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria establece una serie de estudios y requisitos necesarios que tampoco se han cumplido.

La obra inició en la ilegalidad total. 

Originalmente, lópez anunció que sería realizada en conjunto con la Iniciativa Privada en una proporción de 90-10, es decir, que los inversionistas privados pondrían el 90% del capital requerido y el gobierno un 10%. Pero bastaron unos cuantos meses para que se supiera que no hubo interesados, entre otras cosas, porque no existe un proyecto ejecutivo con un plan integral, es decir, no existe un plan de negocios para dar certidumbre a la inversión.

Así, cambió la fórmula a que el gobierno cubriría un 70% de los 150 mil millones de pesos y el 30 por ciento sería financiamiento privado. No participación, sino deuda. El director de FONATUR ha dicho que se buscan las mejores tasas de interés. El presidente lópez señaló entonces que será financiado con los “ahorros”, producto del combate a la corrupción y la política de austeridad de su gobierno (supuestamente 11 mil millones de pesos que ya han sido "destinados" 5 o 6 veces a distintos propósitos), monto que, en todo caso, apenas representa 7.5% de los recursos calculados para concluir el proyecto.

El tren operará quemando diésel. Será una hoguera contaminante rasgando el cielo azul de las zonas protegidas de la selva del sureste mexicano. Se descartó que funcionara con electricidad porque la CFE es incapaz de generarla y ya sabemos que hay una política de desprecio a las energías limpias que pudieran concurrir. Pareciera que el afán es ensuciar.

Las preocupaciones de los ambientalistas son diversas, pero por hoy abordaremos sólo dos: El Jaguar y El Acuífero.

El jaguar es y ha sido milenariamente un ser sagrado para las culturas originarias de nuestro país y de Centroamérica. Ocelotl en náhuatl, Balam en maya, mitológicamente es un símbolo del poder que reina en el corazón de la Tierra y en la parte oscura del Universo. El jaguar parece tener preferencia por cazar durante la noche o en las primeras horas de la mañana y las previas a la caída del sol; es quizá la razón por la cual los mayas vincularon a este animal con el sol cadente, ya que consideraban que el sol en el ocaso se transformaba en un jaguar para con esa fiereza enfrentarse con las fuerzas del inframundo y resurgir victorioso al amanecer. Es un ícono íntimamente ligado al Sol.  Este complejo concepto es más que suficiente para que los nativos consultados hubieran desaprobado la obra y nunca votado a favor, como simuló y falseó el gobierno lopista.  Es el jaguar una de las especies más amenazadas por el Tren Maya y en México la NOM-059-SEMARNAT-2010 lo ubica como especie en peligro de extinción.

Después del Amazonas, la población de jaguar más importante del planeta vive en la península de Yucatán. El último censo levantado en 2017 indica que hay en el país unos 4 mil 800 ejemplares de jaguar, de los cuales 3 mil radican en la península de Yucatán. Frecuentemente, lópez dice que no se necesitará una nueva vía para su tren, pues "ya existe una". Es simplemente una mentira más. La número inshemil chorrocientos. El proyecto contempla instalar una nueva vía de más de 500 kilómetros en Quintana Roo.

Francisco Remolina, exdirector del Área de Protección de Flora y Fauna Yum Balam y miembro del Grupo de Expertos para la Conservación de los Felinos Silvestres de México, nos comenta que construir el Tren Maya sería edificar una barrera física dentro de la casa del jaguar, como un "muro" en su territorio. Los animales necesitan de un rango hogareño, un área para realizar sus actividades de caza-alimentación, reproducirse y cuidar de sus crías, que en el caso del jaguar “es muy amplio, se estima entre 30 y 50 kilómetros”.

“Si levantamos un ‘muro’ que restrinja al jaguar el tránsito por su territorio, vamos a provocar que no pueda encontrarse y reproducirse con individuos que genéticamente son un poco más alejados a ellos, les negaremos la posibilidad de tener mayor variabilidad genética de la cual ‘nutrirse'. El tren lo colocará en una situación de riesgo, pues será como mantenerlo en una isla. Irrumpir en el rango hogareño del jaguar provocaría consanguinidad. Poco a poco lo estaríamos orillando a que tenga menos posibilidades de sobrevivencia”.

El caso del jaguar mexicano, uno de los íconos emblemáticos del México de todos los tiempos y símbolo sagrado desde nuestros ancestros primarios, aplica igualmente para otras doscientas especies en el área, con mayor o menor dramatismo. El Balam verá mancillada su casa y amenazada su especie por el capricho de un "humano" pernicioso, irresponsable, petulante y perverso, un político enfermo que aprovechando su poder pasa sobre el país atropellando por atropellar y destruyendo por destruir para que todos sepan quién manda. Y que no se dude que es Mando Único. Eso nos dibuja el cuadro clínico. El poder corrompe y El Poder Absoluto corrompe absolutamente.

El otro ejemplo es El Acuífero.        

El Acuífero Peninsular es otro elemento de extrema fragilidad que a nadie le importa un carajo en el gobierno lopista. Comencemos por Tulum, la espléndida zona arqueológica que, entre paréntesis, ha quedado sin presupuesto para su protección y mantenimiento por órdenes del Mando Único, decisión que afecta a todos los sitios arqueológicos del país y que provocó que siete mil arqueólogos del mundo agremiados en la Society for American Archaeology enviaran una carta a lópez expresándole su asombro por tan estúpida decisión y pidiéndole que la rectifique. Ya sabemos que será en vano.

 En las entrañas de Tulum se encuentra el sistema de cuevas más grande del planeta, Sac Actún, un tesoro paleontológico donde se han descubierto fósiles de fauna de 10 mil años antes de nuestra era, así como restos humanos anteriores a la civilización maya.

Ahí mismo, a nivel de suelo, lópez ordenó construir la vía del Tren Maya y una de sus estaciones, lo que representaría un riesgo para estos sitios de alto valor biológico y patrimonio cultural.

Francisco Remolina nos ilustra:

Desde hace tres décadas, especialistas se han dado a la tarea de documentar los múltiples sistemas de cuevas que existen en la región. A la fecha se han registrado 358, que representan cerca de mil 400 kilómetros de laberintos acuáticos y conforman la mayor reserva de agua dulce en México, aunque se estima que aún hay muchas cavidades no exploradas. Para la construcción del Tren Maya sería esencial conocer la ubicación exacta de estos cuerpos para evitar daños o provocar colapsos.

“Estos acuíferos conforman uno de los almacenes de agua dulce más grandes del planeta, son de gran importancia para el ecosistema y vitales para el funcionamiento de toda la selva y para el presente y futuro de toda la península”.

Arturo Bayona, responsable de estudios ambientales del Proyecto Gran Acuífero Maya, dice que si la vía se coloca en lugares donde la capa cárstica es delgada podría haber resquebrajamiento. “Los estudios de suelo son fundamentales porque se debe garantizar que la costra de roca sea lo suficientemente fuerte para, primero, aguantar el peso del tren y, luego, la vibración que provoque al pasar”.

La vibración del tren es uno de los factores que más preocupa a los expertos. “Algunos sistemas de cuevas son muy inestables, no sabemos si debajo de la vía hay una roca de mil toneladas o una que se podría desplazar o fracturar fácilmente. También hay que considerar que se generará vibración durante años y que podría acelerar el proceso natural de colapsos”, afirma Emiliano Monroy Ríos, hidrogeólogo de la Northwestern University Technological Institute.

El Tren Maya contempla utilizar el tramo ferroviario ya existente que cruza por Campeche y Yucatán y sumarle la construcción de una vía de 542 kilómetros para atravesar Quintana Roo. Los especialistas señalan la necesidad de aplicar un sondeo geofísico y geo-hidrológico en toda la ruta y no sólo por el nuevo camino.

Emiliano Monroy explica que los sistemas de cuevas tienen la función de mantener un equilibrio hidrológico en la región. En Sac Actún y Ox Bel trasladan el agua que se filtra de la selva hacia el océano, la distribuye al Mar Caribe.

“Esta descarga de agua dulce hacia la costa es fundamental para la existencia de los manglares, pues mantienen un equilibrio ecológico muy importante en la costa. Además de ser reguladores naturales de nutrientes, también sirven como protección contra huracanes. El manglar sobrevive y gracias a eso también sobrevive el arrecife de coral, todo está integrado en un gran sistema que debemos cuidar: selva, manglar, laguna arrecifal, arrecife coralino”.

Hasta el momento, todos estos elementos de importancia innegable han sido rotundamente ignorados, pues ni por asomo han sido contemplados, porque ya no importan... ya no es como antes.