Desde que el Presidente de México Andrés Manuel López Obrador tomó las riendas como Jefe del Ejecutivo Federal, parece que una de sus facultades consagrada en el artículo 89 de la Constitución, la ha delegado complemente a su secretario de relaciones exteriores "cuasi vicepresidente" Macelo Ebrard.
Esa facultad corresponde a la conducción de la política exterior del país, esa que López había desechado, argumentando que hay mucho que hacer en México como para andar yendo y hacer visita oficial a otros Estados; pero eso no ocurrió cuando acudió a Washington (con todo y cubrebocas) visitando al aún Presidente Donald Trump y firmando el Tratado de Libre Comercio, teniendo también una cena con empresarios Mexicanos y Americanos, tomándose la "copa de la paz" con su vecino del norte.
Hasta ahí todo bien; ahora que está en vilo la elección en Estados Unidos, donde varios Jefes de Estado se han pronunciado por la victoria de Joe Biden sobre Donald Trump, el presidente de México ha hecho "Mutis" arguyendo que conoce a ambos personajes y que felicita tanto a uno como al otro, osea, felicitará al que resulte ganador oficial, y es cuando uno se pregunta, entonces ¿para que se eligió a un jefe de ejecutivo que no puede pronunciarse sobre política internacional ni acudir foros globales? ¿no se sentirá capaz López de la opinar sobre esos temas? ¿querrá verse demasiado neutral?
Esperemos que haya mayor fuerza en la conducción de la política internacional, ya que es una de las facultades, porque hay que recordar que para el ciudadano "lo que no está prohibido, está permitido" y para la autoridad "deberán cumplir con lo que tienen estrictamente encomendado" ¿cumple el presidente con la fracción x del artículo 89 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos? lo dejo a criterio de los ciudadanos.