En el anterior artículo al comentar el tema de la elección presidencial en EUA, mencioné por error que en México, la figura de COLEGIO ELECTORAL para efectos de la calificación de la elección presidencial y de Diputados y Senadores del Congreso de la Unión, fué disuelta o eliminada en 1994, debiendo decir que fué en noviembre de 1986.
Sobre el proceso electoral norteamericano para la elección de Presidente, Cámara de Representantes y Senado de ese País, la jornada electoral del 3 de Noviembre pasado arrojó resultados que en algunos estados continúan aun en el conteo de votos (emitidos por correo) pero que ya permiten concluir que sin menoscabo de la confirmación de los mismos en las fechas marcadas por la ley, el candidato presidencial triunfador fue el Demócrata JOE BIDEN y como Vicepresidenta Kamala Harris, al acumular más de los 270 votos de Delegados o “Compromisario” necesarios para ser considerados como los ganadores en esa elección (el total nacional es de 538).
Hay que tener presente que una fecha clave para determinar el resultado de la elección presidencial de EU, es el 14 de Diciembre, día en que por ley se reúnen los Delegados o Compromisarios electos en sus respectivos estados para votar formalmente la fórmula de Candidatos ganadores (Presidente y Vicepresidente) en cada estado.
Obviamente de ahí resulta el número de votos que define la fórmula ganadora.
A diez días de celebrada la elección norteamericana y de la abundante información sobre los resultados de la misma, podemos destacar algunas consideraciones de carácter cuantitativo y cualitativo sobre la misma:
Igualmente improbable es que lo pueda lograr con los recursos de protesta y nulidad de votaciones que ha presentado ante los tribunales, por la falta de pruebas pora fundamentarlos y que previsiblemente serán rechazados por esa razón.
Para este fin ha delineado ya una fuerte actividad mediática preparando la reanudación de sus Reality shows de TV que le dieran fama, el mantenimiento de sus actividades de redes sociales e incluso la posible creación de una empresa de TV propia.
El triunfo del Candidato Presidencial Joseph BIDEN en EU significa entonces buenas y malas noticias para México y su gobierno:
Posibles buenas noticias, por ejemplo: en materia de migración, en aspectos tan importantes como el trato a las minorías latinas inmigrantes indocumentadas, así como la suspensión de “MURO FRONTERIZO”. Desde luego en el trato diplomático de mayor respeto en la relación gobierno a gobierno, y de mayor prudencia, ponderación y reciprocidad en las relaciones políticas económicas y económicas, así como en la mayor disposición al respeto, y seriedad en los planteamientos, negociaciones y acuerdos entre ambos países.
Posible malas noticias, por ejemplo: en materia comercial (Proteccionismo) y particularmente en el terreno laboral por presiones desde el campo de los legisladores demócratas y sindicatos, por la interpretación y exigencias de “cumplimiento” de cláusulas del TMEC (Tratado de Libre Comercio).
Otros aspectos de los programas delineados por el virtual Presidente Electo, como los referentes a Ecología, Cambio Climático y Derechos humanos, son mas de carácter multilateral que bilateral.
El caso es que sin duda mas que con otros países, la nueva administración del vecino país significará cambios de fondo en la relación de Estados Unidos con México. Implicará la necesidad de que nuestro Gobierno se prepare cuidadosamente y construya con rapidez las bases no solo de relación diplomática sino de todos los órdenes y niveles de trato institucional y de funcionarios mexicanos con los del nuevo gobierno norteamericano para crear un marco de cordialidad, colaboración y respeto.
Por encima de la Polarización que en este tema como en todos se genera en la discusión pública por las filias y fobias de los actores políticos y de la Comentocracia Nacional, acerca de la “Felicitación” al candidato presidencial J. BIDEN como triunfador en el proceso electoral de EU por parte del Presidente de México, coincido con quienes consideran que la tradición diplomática y el respeto a los procesos políticos y determinaciones internas de los demás países (sobre todo el vecino país del norte) requieren ceñirse a la formalidad de los tiempos y costumbres diplomáticas y actuar con presteza pero sin apresuramiento.
El candidato J. BIDEN es candidato Presidencial triunfador y DE HECHO pues acumuló ya la votación de delegados para ser considerado presidente electo, pero DE DERECHO será “Presidente Electo” hasta que el 14 de diciembre próximo así lo declaren y proclamen los Delegados o Compromisarios de todos los Estados de la Unión Americana, junto con su Vice-Presidenta.
Es correcta la actitud del gobierno de México de esperar la Declaratoria Oficial que marca la ley de EU, para felicitar públicamente al Presidente Electo de ese país, cuando ya se desahogó el proceso de impugnaciones previsto en las leyes norteamericanas. Más aún cuando fue una competencia electoral en que también fue candidato el actual Presidente que lo sigue siendo hasta el día 20 de enero de 2021.
Suponer que la relación entre dos países, depende de una felicitación anticipada en un caso tan específicamente “Sui generis” para que sea “buena o mala”; o que un político con una trayectoria y talante democrático como el Sr. BIDEN, vaya a ser un Presidente que haga depender la compleja relación con un país relevante para el suyo no solo por vecindad geográfica sino por una intensa relación económico-comercial, es caer en un razonamiento simplista por decir lo menos.
Ahora bien, sí es importante el contacto y comunicación cordial directa o indirectamente por conductos adecuados posterior al momento de la definición electoral y en un momento oportuno. Hay que esperar que en el presente, y como es característico de la Diplomacia mexicana, se dé esa comunicación sin depender de cuales o cuantos gobiernos de otros países lo hagan de acuerdo a su criterio.
En todo caso tiempo y oportunidad los hay, considerando que en los próximos días y semanas continuará desahogándose el proceso electoral norteamericano en sus diferentes etapas y podríamos concluir que lo deseable y conveniente es crear la relación interpersonal. Será útil que se tenga presente adaptado al caso, el refrán popular: “lo cortés no quita lo prudente”.