N. D. R.- Omnia presenta su resumen anual del año que hoy termina. Chihuahua, México y el mundo vivieron las experiencias históricas más complejas y sin precedentes en el tema del surgimiento de la pandemia, del colapso económico, de las guerras, de los desastres naturales y de una sociedad que marcha hacia el precipicio de una manera vertiginosa, representando un parteaguas de lo que está por venir cuando en los primeros minutos de la media noche demos la bienvenida al año más enigmático y lleno de incertidumbre que no espera a todos.
La presentación de este resumen hecho por Omnia modifica el estilo de abrumar mes por mes lo que aconteció local, nacional e internacionalmente. Vamos al grano de las cosas por que lo sucedido en este año, desafortunadamente se cuenta con los dedos de las manos, y por eso pretendemos darle un significado a los fenómenos que han cambiado el rumbo de todos.
El equipo de Omnia le desea con toda sinceridad un Feliz 2021 y aquí presentamos la cara del año que nadie quiso vivir:
No hace falta decir que el 2020 nos tomó por sorpresa o que la gente cuenta los minutos restantes para comenzar un nuevo capítulo en sus vidas. Pero antes de que destapen las botellas de vino y de que redacten su lista de propósitos, tomémonos un momento para recordar lo que vivimos.
El año que dejamos atrás se conmemoran tantas fechas importantes que poca importancia pusimos en el axioma: “La historia se repite en espiral”, pero quién diría que de los Felices Años 20 solo nos traerían nuestra propia Gran Depresión o que cambiaríamos las máscaras en forma de pico de ave por una K-95.
Lo cierto es que, 2020 fue un año sin precedentes, incapaz de ser categorizado en un subgénero literario, pero que por su variedad de tramas tan impresionantes, vale la pena contarlo.
Había una vez 365 días que prometían ser la cúspide de los sueños que nos quitan el descanso, para muchos significaba la oportunidad de conseguir una presea de oro en los Juegos Olímpicos de Tokio, para otros representaba una boda, una graduación o un empleo.
Pero el año rata en el horóscopo chino ya había sellado su destino en 2019 cuando alguien desayunaba murciélago en Wuhan ¿Cierto?
En enero los fuegos artificiales no fueron lo único que encendieron al mundo, los incendios forestales en Australia no cesaron con el inicio del año y amenazaban con la extinción de una fauna que ya había sufrido importantes pérdidas en el “Verano negro”.
El pánico nos abordó con la amenaza de una tercera guerra mundial, luego de que el presidente estadounidense mandara asesinar al general iraní Qasem Soleimani.
Pero el miedo fue reemplazado por algo más: incertidumbre. El 5 de enero la OMS anunció el surgimiento de un nuevo coronavirus en la ciudad de Wuhan, donde se reportó un brote de neumonía atípica. La noticia literalmente sacudió al mundo, a los pocos días se registró un terremoto de 6.5 grados en Puerto Rico, el terremoto más fuerte de la isla en más de 100 años, como que romper récords ya nos estaba gustando.
El virus viajó más rápido de lo que cualquiera pudo haber imaginado y mientras salíamos a las calles, sin deberla ni temerla, el 11 de enero murió el primer paciente infectado de SARS-CoV-2.
La naturaleza parecía revelarse, el 24 de enero se registró otro terremoto en Turquía, y en Brasil fuertes precipitaciones provocaron inundaciones que causaron estado de emergencia en cien ciudades.
Enero ya no parecía el comienzo, era un cierre. Se apagó la brillante vida de Kobe Bryant y la señal analógica de Venezuela. Microsoft dijo adiós al soporte extendido del sistema operativo de Windows 7 y Reino Unido por fin se separaba de la Unión Europea.
Febrero pasó sin pena ni gloria, el terror se gestaba con un par de ataques en Reino Unido, Alemania y Canadá, mientras que algunos países ya imponían medidas de cuarentena a sus ciudadanos. Marzo se robó el protagonismo; el movimiento #UnDiaSinNosotras dejó las calles en México sin mujeres; la incertidumbre y el miedo por el COVID-19, así como la paralización de actividades económicas, provocaron la caída de la Bolsa de Valores en el mercado global, en el llamado Lunes Negro.
La humanidad comenzaba a tomar con seriedad el nuevo virus y parecía que el encierro sería más largo de lo anticipado. Múltiples eventos culturales y deportivos de talla internacional como la Eurocopa, la Copa América y los Juegos Olímpicos de Tokio se reprogramaron o cancelaron.
Abril llegó con un millón de contagiados por coronavirus y se fue con 3 millones de infectados. La demanda energética se redujo de tal manera, que el petróleo alcanzó su precio más bajo desde 1983 ¿quién diría que necesitábamos una crisis para volvernos ecológicos? Aunque claro, nuestra faceta verde no duró mucho entre el consumismo online y el sobreuso de productos sanitarios.
En mayo, la brutal muerte de George Floyd a manos de un agente policial dio fuerza al movimiento “Black lives matter” y nos recordó que la igualdad sigue siendo un privilegio de unos cuantos, sin embargo, la noticia se vio opacada por una fuera de este planeta. Elon Musk hizo lo inimaginable y nos regaló el primer viaje privado tripulado, Crew Dragon Demo-2 tocó las estrellas.
Terminó mayo, pero no sucedió lo mismo con la Jornada Nacional de Sana Distancia (al menos en lo práctico) como prometió Lopéz Gatell y a partir de ese momento comprendimos que cualquier pronóstico carecía de significado sin la existencia de una vacuna.
Junio se caracterizó por un ambiente de cálidos enfrentamientos. Las protestas por el asesinato de Floyd se mantuvieron y en Etiopía la muerte de Hachalu Hundess provocó disturbios en defensa de la etnia oromo. En Oaxaca la tierra tembló y las epidemias se volvieron el pan de cada día, entre el brote de ébola en la República Democrática del Congo y la influenza porcina G4 EA H1N1 descubierta por los chinos.
En julio las condiciones de salud no mejoraron y la peste negra hizo una aparición en Mongolia; pero en la tormenta, vino un respiro y con la entrada en vigor del T-MEC, México volvió a ser el principal socio comercial de Estados Unidos y 1.5 millones de mexicanos encontraron empleo.
Desafortunadamente el agua es engañosa y el desbordamiento de ríos en China e India cobró vidas humanas. De suerte que nuestra “Esperanza” (sonda Emiratí Al-Amal) se encontraba de camino a Marte por lo que Texas, Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas se vieron afectados por el huracán Hanna.
Agosto parecía un mal recuerdo. Las imágenes de la explosión en el Puerto de Beirut llegaron con tal rapidez que hicieron evidente la fragilidad de nuestra existencia y comenzamos a preguntarnos si vivíamos en un mundo seguro.
Las medidas impuestas por Estados Unidos contra ByteDance (compañía china) eran muestra de que quizá la Guerra Fría, solo cambio de oponentes y de campo de batalla, mientras que la reelección de Alexander Lukashenko en Bielorrusia fue prueba de que en el siglo XXI las dictaduras no han pasado de moda.
Los documentos pululaban en septiembre. Israel tuvo grandes avances diplomáticos tras la firma de acuerdos con varios países árabes, ¿será que se aproxima la Paz Prometida?
Entre decretos para extender y reducir el aislamiento el mundo alcanzó el millón de muertos por COVID-19. Barbados dijo adiós a la corona británica y BuzzFeed news reveló los archivos FinCEN, relacionados con delitos financieros.
En Octubre Halloween se canceló, pero los sustos no faltaron. El terrorismo causó victimas en Francia y uno que otro político temió por su reputación y libertad cuando Salvador Cienfuegos fue arrestado por los gringos, acusado de narcotráfico y lavado de dinero. Para muchos el fin del mundo era inminente con la llegada de marcianos, pero resultó ser solo un meteorito que cruzó por Monterrey y Tamaulipas.
“Fraude” gritaba Trump antes y después de las elecciones presidenciales en noviembre, pero Joe Biden ganó y todo parece indicar que el demócrata ocupará la silla presidencial, el próximo año. No se celebró el tradicional Día de Muertos, pero eso no evitó que la muerte se llevará al astro argentino, Diego Maradona.
Diciembre, siempre generoso, inició con la vacunación masiva en Rusia, Reino Unido, Estados Unidos e incluso México contra el coronavirus. Los planetas literalmente se alinearon y nos regalaron la hermosa “Estrella de Belén” Tal vez no hubo una gran fiesta de navidad pero si un blanco fin de año. ¿Qué tan probable era que luego de un año con una de las peores sequías que ha enfrentado nuestro estado, nevara?
Durante 2020 vimos a muchos caer, desde jefes de Estado, famosos y millonarios hasta familiares, amigos y vecinos, algunos se recuperaron y otros dejaron un inmenso vacío en nuestras vidas.
No soy tan cínica para decir que la pandemia “Cayó como anillo al dedo” porque a diario nos enfrentamos a una economía más golpeada, la peor en 100 años dicen los periódicos. Pero aunque el 2020 no es una fábula, podemos reflexionar qué moraleja nos ha dejado para enfrentar el 2021.
Muchos hablan de que lo sucedido durante el año es un mecanismo de autorregulación del planeta para subsistir. Lo cierto es que este año marcó el rumbo de nuestra civilización de forma que es imposible dimensionar su alcance y en el proceso la humanidad se ha vuelto más fuerte.
Les deseo un próspero año y esta noche los invito a brindar por una mejor economía y sistema de salud; por un proceso electoral 20-21 justo y consciente; por un año de momentos presenciales que no pongan en peligro nuestras vidas.