La diputada del PRI, Ivón Salazar Morales, propuso exhortar a la Secretaría de Salud Federal, Estatal y de Hacienda del Gobierno del Estado, así como a los 67 Ayuntamientos a efecto de que consideren como asunto prioritario, la dotación de medicamentos e insumos para la salud, en aquellos centros que funcionen bajo su responsabilidad.
En el desabasto de medicamentos destacan aquellos que son de los denominados controlados, lo cuales tienen un alto costo, y que al ser indispensables para mantener la salud de una persona, tienen que ser adquiridos por las familias a su propio coste.
Refirió que las autoridades de los tres órdenes de gobierno deben encontrar una forma de coordinarse para atender las demandas de la población, ya que la población está quedando expuesta además del CODID y sus variantes, a enfermedades como lo son sarampión, tétanos, difteria, tuberculosis, rubéola y parotiditis (paperas), entre otras, a tal grado que a nivel nacional se estima que en 2020 el 25.4 % de los niños menores de un año, no recibieron el esquema básico de 16 vacunas, el peor porcentaje de vacunación en los últimos ocho años.
De acuerdo al Mapeo de desabasto de medicamentos en México, “las entidades de Sinaloa, Chihuahua y Guerrero aglomeran los casos más alarmantes con porcentajes de no surtimiento por encima del 50% en ambos años. En los centros de salud de estas entidades una de cada dos recetas de pacientes no fueron surtidas efectivamente a lo largo de dos años. Por ejemplo, de los servicios estatales de salud en Chihuahua (Secretaría de Salud e Instituto Estatal de Salud), entre 2019 y 2020, no fueron surtidas completamente más de 2.5 millones de recetas (16% parciales y 62% negadas). En Sinaloa, en el mismo periodo, fueron 2.2 millones (30% parciales y 51% negadas. En ese sentido, las recetas no surtidas efectivamente en Chihuahua, durante 2019 y 2020 oscilan entre el 77 y 79% del total de las emitidas, los que nos lleva a uno de los últimos lugares en surtimiento de recetas en todo el país.