Beijing 2022, un boom a la industria del hielo en China

China superó las expectativas con Beijing 2022. En 2015, cuando la nación supo que sería sede de los Juegos Olímpicos de Invierno, su objetivo era atraer a 300 millones de nuevos participantes de deportes de invierno para 2022, pero de acuerdo a datos del comité organizador, atrajo a 346 millones.

China Daily señaló que un 67% más de personas visitaron un complejo de esquí en el país en 2019 en comparación con 2015. Gracias a la promoción nacional de los deportes de invierno antes de los Juegos Olímpicos, China ha experimentado un sólido crecimiento en el mercado del turismo de hielo y nieve, que generó 94,000 millones de dólares en 2020 y que se espera que genere una derrama de 157,000 millones para 2025, con los turistas excediendo los 500 millones. En comparación, Estados Unidos genera 20,000 millones, como precisó el medio Axios.

Las instalaciones han crecido a la par de la demanda, en 1996 el país tenía un total de 11 complejos de esquí, pero en 2016 se puso en marcha el Programa de Desarrollo de Deportes de Hielo y Nieve en el cual los sectores prioritarios para la inversión fueron la infraestructura de disciplinas de invierno, la fabricación de equipos de nieve, una industria de rendimiento competitivo, el turismo y la educación en este ámbito.

Desde entonces, ayudadas por incentivos fiscales destinados a estimular el crecimiento, se han construido más de 450 pistas de hielo y 300 complejos de nieve. China Daily también indicó que para 2025 habrá 5,000 escuelas primarias y secundarias enfocadas en estos deportes.

Antes del inicio de los Juegos de Beijing 2022, el funcionario del Ministerio de Comercio, Xu Xingfeng, dijo a los medios que varias actividades de consumo de esquí y nieve se estaban implementando en las provincias de Beijing, Shanghai, Jilin, Heilongjiang y Hubei con gran auge, con la duplicación de las ventas de equipos de esquí en algunas plataformas de comercio electrónico. Previamente, la mayoría de las personas que fueron a las pistas de esquí en Beijing, Tianjin y la provincia de Hebei eran locales, pero con un importante desarrollo en la región destinado a servir a los esquiadores. Esos centros turísticos han estado atrayendo a más turistas de otras partes de China.

Aunque la industria del hielo y la nieve del ‘gigante asiático’ tuvo un declive entre 2019 y 2020 a causa de la pandemia de Covid-19, Chen Mengjie, estratega jefe de Yuekai Securities en Beijing, dijo a Global Times que se prevé que este mercado, que va desde proveedores de equipos, empresas de desarrollo de complejos de esquí, empresas de turismo y distribuidores de artículos de esquí y nieve, se amplíe a más de 125,000 millones de dólares en 2022.

Otra muestra del crecimiento en esta industria es que, de acuerdo a Juan Antonio Samaranch, presidente de la Comisión de Coordinación del Comité Olímpico Internacional para los Juegos de Beijing, China tenía más de 3,300 atletas entrenando en el equipo nacional en 2019, en comparación con los 300 que se entrenaron para los Juegos Olímpicos de Pyeongchang en 2018.

China Daily señaló que China firmó acuerdos con varias potencias de deportes de invierno, incluidas Finlandia, Noruega, Suiza y Austria, para albergar y entrenar atletas chinos en las instalaciones deportivas nacionales de esos países. También contrató entrenadores en jefe extranjeros para varios deportes, como patinaje de velocidad, curling y esquí para ayudar a la preparación de la delegación para la justa invernal de 2022.

Varias de las sedes que se diseñaron para Beijing 2022 seguirán activas con la idea de seguir impulsando el turismo después de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos.

“Se prevé que esos lugares se conviertan en nuevos recintos de moda después de los Juegos. Además de los deportes tradicionales como el patinaje sobre hielo y el esquí, se espera que surja un entretenimiento más innovador y se creen nuevas experiencias para los consumidores”, dijo Cheng Chaogong, investigador de la agencia de viajes en línea con sede en Suzhou, Tongcheng-eLong, en declaraciones recopiladas por el periódico oficial de la República Popular de China.

El Economista