Amor siempre no es amor

Menos del 5% de la población del país correspondiente a la comunidad LGBT (según el INEGI) demanda más y más poder bajo el grito infundado de discriminación y con la intención cada día más descarada de violentar los derechos del otro 95% de los que habitamos esta hermosa Nación, son los más volubles de los ciudadanos, un día salen a decir que “amor es amor” y que hay que aceptar a todos por igual, y otro día quieren matar a una diputada, América Rangel,  que pretende defender a los niños en el Estado de México contra el abuso físico de los “cambios de sexo” en la minoría de edad, y se levantan contra otra legisladora, Teresa Castell, solo por decir lo que la ciencia confirma, atacándola con las leyes de “protección a la mujer”, acusándola por violencia política contra la mujer por hablar la verdad, pero se quedan quietos y callados cuando el señor Presidente dice la verdad que tanto les molesta al resaltar la masculinidad que la ropa y el maquillaje no pueden ocultar en la bancada trans del Congreso de la Unión.

Bueno, pues esos que utilizan el discurso de víctimas para abusar de los derechos de ciudadanos como usted lector, y silenciar a todo el que no les aplauda sus preferencias sexuales y no acepte la ideología de género como verdad absoluta, esos que gritan que “amor es amor” y que los toleremos, cada día se ponen más exigentes e intolerantes.

La semana pasada, el Comité organizador de la marcha gay, que se organizará en la Ciudad de México en el mes de junio, presentó un pliego de peticiones, o más bien exigencias para seguir imponiendo su orden político, que consiste en:

-Cadena perpetua a quien cometa crímenes de odio contra personas LGBT.

-Expulsar del país a servidores públicos (diputados, senadores, gobernadores, presidentes municipales) que emitan mensajes de odio o discriminación.

- Que quienes ejerzan mensajes de odio no puedan desempeñar ningún cargo público.

-Castigo penal para padres, madres o tutores que rechacen a sus hijos menores de edad por “lgbtfobia”.

-Castigo a quienes desde el púlpito religioso emitan mensajes de odio.

-Educación en materia de diversidad sexual desde nivel básico.

-La creación del museo de historia a LGBT de México.

-La creación de la Secretaría Nacional de la Diversidad.

-Una tarjeta del bienestar para la comunidad LGBT por ser un grupo de vulnerabilidad.

Algunas de estas peticiones ya son realidad o están en proceso legislativo, sorprende que los que se llaman “progresistas” quieran regresar penas inconstitucionales y arcaicas como el destierro solo por hacer uso de la libertad de expresión, pretenden eliminar la libertad religiosa, porque no creen en un Dios que diga que lo que hacen esta mal, pero no lo quieren hablándole a la gente para que no se dejen llevar por sus ideologías, no vaya siendo que tenga razón.

No buscan derechos, buscan subordinarnos a su voluntad.

Y prepárense, porque en este proceso electoral, todos los partidos políticos están obligados por ley a presentar candidatos de la diversidad sexual, sirvan o no para el puesto, sean o no electos directamente, se han convertido en el único grupo social que tiene sobre representación en toooodo, absolutamente todo, y no quieren llegar a gobernar por nuestro bien, sino para seguir imponiendo una dictadura política a favor de sus titiriteros.

Tenemos que seguir levantando la voz, necesitamos participar como ciudadanos en los movimientos a favor de la vida, la familia y las libertades, involucrarnos en los eventos que tocan estos temas, hablarlo en las familias, y compartir lo peligroso de seguirles dando tanto poder a personas que no se aceptan ni a sí mismas y que han destruido a otras naciones, porque “amor, no es amor cuando lleva una bandera de colores”.

Vamos México, eres el águila que devora serpientes.