oeQIMTKEuropa necesitaría 25 años y un billón de dólares para sustituir a Estados Unidos si Washington decidiera abandonar la OTAN, según un análisis del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos británico publicado este jueves. oeQIMTK Omnia.com.mx
oeQIMTKEsta suma incluye los costes únicos de adquisición, que oscilan entre 226.000 y 344.000 millones de dólares. Según el estudio, lo más caro de la lista de la compra serían 400 aviones tácticos de combate, seguidos de 20 destructores y 24 misiles tierra-aire de largo alcance.oeQIMTK Omnia.com.mx
oeQIMTKEl informe también señala que las naciones europeas, incluido el Reino Unido, tendrían que reemplazar a unos 128.000 soldados estadounidenses, junto con una amplia gama de sistemas de armamento e infraestructuras de mando que actualmente proporciona el Pentágono, en particular para las tropas aéreas y navales. oeQIMTK Omnia.com.mx
oeQIMTKMás allá del material, el estudio destaca los costes intangibles pero críticos asociados a las funciones de mando y control, la inteligencia espacial y la ocupación de puestos de liderazgo de alto nivel tradicionalmente ocupados por oficiales estadounidenses.oeQIMTK Omnia.com.mx
oeQIMTKEl estudio también señala que el aumento del gasto militar en defensa, que sería necesario para compensar la ayuda estadounidense, dependería en gran medida de la voluntad política de los países europeos y que no todos podrían estar de acuerdo. Así, la declaración del nuevo jefe del Ministerio de Asuntos Exteriores alemán, Johann Wadephul, sobre la disposición del país a aumentar el gasto militar ha causado controversia incluso dentro de su propio Gobierno. oeQIMTK Omnia.com.mx
oeQIMTKCon información de actualidad.com oeQIMTK Omnia.com.mx
El intento de desaparecer los Órganos Públicos Locales Electorales, incluidos los tribunales electorales estatales, y centralizar la organización de todos los comicios en el INE y los temas jurídicos a los tribunales federales, no es un tema que deba abordarse con ocurrencia, sino con mucho cálculo político y principalmente económico.
El INE, se sustenta con recursos del presupuesto nacional y los OPLEs, como el Instituto Estatal Electoral de Chihuahua, dependen de los presupuestos públicos locales para operar.
En 2021, el IEE de Chihuahua manejó un presupuesto de 457 millones 629 mil pesos para organizar las elecciones de ese año, incluyendo innovaciones como el voto chihuahuense en el extranjero y la implementación del PREP-Casilla. Para la elección judicial 2025, se autorizó una ampliación presupuestal para el IEE de 328 millones de pesos.
Si los OPLEs desaparecen, por qué los estados, que ahora financian sus propios procesos, tendrían que aportar recursos al INE, es muy absurdo pensar que los gobiernos locales aceptarían sin chistar la cantidad solicitada por una autoridad nacional, sin voz ni voto en la administración de esos fondos.
La centralización, aunque pueda prometer una aparente simplificación, corre el riesgo de despojar a los estados de una parte fundamental de su autonomía, y responsabilidad democrática.
El intento de desaparecer los Órganos Públicos Locales Electorales, incluidos los tribunales electorales estatales, y centralizar la organización de todos los comicios en el INE y los temas jurídicos a los tribunales federales, no es un tema que deba abordarse con ocurrencia, sino con mucho cálculo político y principalmente económico.
El INE, se sustenta con recursos del presupuesto nacional y los OPLEs, como el Instituto Estatal Electoral de Chihuahua, dependen de los presupuestos públicos locales para operar.
En 2021, el IEE de Chihuahua manejó un presupuesto de 457 millones 629 mil pesos para organizar las elecciones de ese año, incluyendo innovaciones como el voto chihuahuense en el extranjero y la implementación del PREP-Casilla. Para la elección judicial 2025, se autorizó una ampliación presupuestal para el IEE de 328 millones de pesos.
Si los OPLEs desaparecen, por qué los estados, que ahora financian sus propios procesos, tendrían que aportar recursos al INE, es muy absurdo pensar que los gobiernos locales aceptarían sin chistar la cantidad solicitada por una autoridad nacional, sin voz ni voto en la administración de esos fondos.
La centralización, aunque pueda prometer una aparente simplificación, corre el riesgo de despojar a los estados de una parte fundamental de su autonomía, y responsabilidad democrática.