El diputado local por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), Guillermo Ramírez, fijó postura en contra de la intención del Gobierno Federal y del Congreso General de México de desaparecer el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), calificando esta medida como un atentado directo contra la inteligencia institucional del país.
“Eliminar el CONEVAL no es una decisión técnica, es un acto profundamente político. Es una forma de romper el termómetro para fingir que no hay fiebre. Pero la pobreza no desaparece con decretos, ni la desigualdad se esfuma porque se deje de medir”, expresó el legislador chihuahuense.
Ramírez enfatizó que México no puede permitirse caminar a ciegas en temas tan delicados como la política social, y que acabar con un organismo especializado en medir el impacto de los programas públicos es condenar al país a decisiones improvisadas, ideológicas o clientelares.
“Uno puede estar de acuerdo o no con los resultados, pero tener datos claros nos obliga a pensar, a corregir, a hacer mejor las cosas. Quitar eso es deliberadamente hacernos ignorantes, y eso, viniendo del Estado, es profundamente irresponsable.”
Desde su experiencia como legislador, el diputado apuntó que la evaluación técnica no es un lujo, sino una necesidad democrática, sobre todo en un país como México, donde millones de personas siguen viviendo en condiciones de desigualdad estructural.
“No se trata de defender una oficina, se trata de defender la posibilidad de exigirle al gobierno resultados reales. Porque cuando se elimina lo que mide, se facilita el engaño. Y cuando el gobierno ya no rinde cuentas, la ciudadanía pierde voz.”
Asimismo, criticó el enfoque autoritario con el que se ha tratado el tema, pues —señaló— las instituciones no pueden estar sujetas al estado de ánimo del poder, sino al interés superior de la sociedad.
“Hoy es el CONEVAL, mañana será otro órgano incómodo. Esta no es solo una discusión presupuestal: es una advertencia sobre el rumbo que está tomando el país. No quieren evaluaciones, porque no quieren ser evaluados.”
Guillermo Ramírez cerró haciendo un llamado a la reflexión social y al compromiso legislativo de todas las fuerzas políticas:
“Nos toca decidir si queremos un país que se atreve a mirarse al espejo o uno que prefiere mentirse a sí mismo. Desde Chihuahua, como legislador del PRI, me niego a avalar un retroceso de esta magnitud. México necesita instituciones que piensen, que midan y que digan la verdad, aunque duela.”