Ante la inminente recesión que se observa en el país, el economista Humberto Ortiz consideró una excusa la declaración del secretario de Hacienda, Arturo Herrera, de que México debe estar preparado para una crisis global.
"Suena a que están buscando una excusa por la cifras de crecimiento cercano a cero de los últimos dos trimestres y que en este tercer trimestre no será diferente", apuntó.
Manifestó el especialista que en el Paquete Económico 2020 que plantea la Secretaría de Hacienda y Crédito Público no considera ningún estímulo a la inversión que es lo que se necesitaría para realmente estar preparados ante una crisis, al contrario, dijo, viene una reducción de casi seis por ciento en inversión.
"No sé como es que dicen que se están preparando para una recesión", cuestionó.
Como factores externos que pueden influir en la recesión Humberto Ortiz consideró una reducción en el crecimiento de Estados Unidos, pues lleva una racha de 11 años de crecimiento por lo que los economistas prevén que puede caer una recesión también derivada de las políticas erráticas que ha tenido su presiente, Donald Trump.
No obstante, dijo, en este momento la economía norteamericana se observa fuerte y es precisamente lo que se no puede explicar pues históricamente, cuando a EU le va bien ocurre lo mismo con México y en este momento a la Unión Americana le ha ido bien y el país registra crecimiento de ceros.
"El Secretario de Hacienda señala que el crecimiento de 2.4 por ciento que ha registrado el país en los últimos 40 años, es mediocre, que sí bien tiene la razón, finalmente es crecimiento. Ahora con un crecimiento cero no es mediocre, es preocupante", subrayó,
A lo anterior, se suma, que existe una concentración de ingresos pues se está recortando el dinero a los estados y municipios, universidades e instituciones para manejar cuestiones políticas, lo que no beneficia a la economía.
Para el especialista, la mejor señal de la situación por la que atraviesa el país es que la iniciativa privada no se ha "movido", en septiembre pasado se observó una reducción de 10 por ciento en inversión de activos fijos, lo que no se había registrado desde la recesión mundial en 2009.
Es decir, el sector privado no cree en el gobierno, no está invirtiendo y la inversión fuerte en cualquier país no es la de gobierno, es la privada, la de gobierno es la guía, dijo.
La explicación es clara, dijo, los empresarios no invierten porque no hay señales claras del gobierno "y el presidente se atreve decir que apuesta a que el año terminará un crecimiento de dos por ciento, lo que resulta fuera de lógica", concluyó.