Lucero Nieto
Ante las circunstancias actuales que imperan en el país, es urgente que todos y todas participemos en los asuntos públicos. Una de las maneras más sencillas para hacerlo y ser parte de la toma de decisiones es ejerciendo nuestro derecho a voto cada dos o tres años, derecho que forma parte del sistema democrático en el que vivimos.
Recordemos que ningún producto humano nace terminado, todo es perfectible. La democracia de la que hoy goza México es un producto histórico. Fue necesario un transitar de muchas décadas para que hoy puedan ser parte de nuestro sistema democrático cosas que ahora sería impensable desincorporar de nuestra realidad, desde credenciales de elector con fotografía, padrones confiables e instituciones autónomas como el INE o los institutos electorales estatales.
Al frente de estas conquistas ciudadanas, iban hombres y mujeres valientes, muchos de ellos chihuahuenses; fue tanta su participación que el historiador Enrique Krauze se refiere a nuestro estado como “cuna de la democracia moderna”. Desde nuestra tierra se encendieron millones de esperanzas y se derribó a gigantes que se pensaban invencibles de manera pacífica a través de instituciones que hoy dan forma a nuestro país.
En un año crucial como lo es el 2021, que se organizará la elección más grande hasta el momento en nuestro país, las palabras del filósofo Carlos Castillo Peraza deben resonar por todo Chihuahua: "La democracia no es el peligro, la democracia es la oportunidad." La oportunidad de elegir mejor a nuestros representantes, a los más honestos, los de mejor trayectoria y los que mejores resultados hayan dado a través del servicio público, pero especialmente a los que quieran seguir fortaleciendo estas instituciones de las que hablamos para que el día de mañana sean las mismas las que aseguren legalidad, transparencia y un sistema democrático sólido que asegure los derechos humanos de todos y todas las que participamos en él.