Tras la detención de Mario Alberto “N” y Gladis Giovana “N”, presuntossecuestradores y feminicidas de la pequeña Fátima, la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de la Ciudad de México, reveló que los hijos de ambos mostraron signos de abandono, perturbación y tocamientos de parte de su padre.
De acuerdo con los exámenes practicados por la FGJ capitalina a los menores, dos niñas y un niño, Mario Alberto los obligaba a ver y hacer cosas en contra de su voluntad.
En las declaraciones hechas por Gladis a Irma Reyes, tía de su esposo y quien los denunció ante las autoridades, quedó constancia de que Mario era un hombre perturbado, pues le había pedido una niña como “novia” a cambio de no abusar sexualmente de sus hijas, lo que llevó a elegir a Fátima, pues según ella era una menor muy descuidaba por su familia.
Además, Irma mencionó que Mario tenía varios años de no visitarla,después de que su padre se suicidara en la casa donde se refugiódurante cuatro días, en el municipio Isidro Fabela, en el Estado de México.
El pasado jueves 20 de febrero, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, informó que la Fiscalía de Víctimas se encuentra en contacto con los menores para brindarles el apoyo necesario.
“Son niños en una situación de vulnerabilidad muy importante y vamos a estar muy pendientes de ellos, para que el apoyo que necesite la familia, se le pueda brindar”, agregó.
Por su parte, Marcelina Cruz Hernández, la abuela materna de los infantes, declaró a Milenio el 22 de febrero, que iba a iniciar un litigioante el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) para buscar la custodia de sus nietos, con el argumento central es que la familia paterna “actuó mal” al solapar a Mario, por lo que con ellos los niños podrían estar en peligro.
Asimismo, Marcelina dijo que hasta el momento no ha tenido comunicación con su hija y tampoco ha podido tener acceso a la carpeta de investigación.
Angelina Urbina, asesora jurídica de la abuela, afirmó que la línea de defensa de Giovana es que era víctima de violencia familiar, denunciada, incluso tres veces ante el Ministerio Público y que nunca le hicieron caso.
Lo menores siguen bajo resguardo de la FGJ.
Infobae