Estrellas y luciérnagas

Colaboración especial/José Luis Muñoz Pérez

Hay un cuento Sufi que habla de una estrella que recién había nacido, y esta vio pasar una luciérnaga que tomó entre sus manos de luz, la estrella le dijo que era muy pequeña y que su luz era débil, lo que  puso sumamente triste a la luciérnaga, pero esta le respondió a la estrella “tú eres tan grande y llena de luz y a la vez tan ciega, el tamaño de las cosas no pertenece al reino de la esencia, no importa que tan grande seas tú o qué tan pequeña sea yo, lo que sí es importante es que ambas somos portadoras de luz, tú puedes dejar tus huellas de luz en el inconmensurable cielo, y yo alumbraré los senderos de pequeños insectos para salvar sus vidas.” Cada uno da la luz que posee, no importa su magnitud, importa que sea de servicio, pero la fuente es la misma, la luz.

¿Cuántas veces has sentido que no eres suficiente?, o que algo falta en tu vida para ser mejor, para brillar más, para ser como los demás, ¿cuántas veces hemos llegado a ser tan soberbios que minimizamos  a otros porque no tienen una carrera, o porque son “ignorantes” o al revés, nos hemos sentido menos que otros porque tienen más, son más inteligentes, más bonitos, etc.?, ese es el ego, que nos dice que no somos suficientes, y a la vez nos hace ver a otros como insuficientes, o que no son adecuados, sin embargo olvidamos que cada ser humano sobre la tierra, independientemente de sus defectos o virtudes, tiene algo que aportar al mundo.

Antes de nacer, nuestro espíritu propone un proyecto de vida, ahí elegimos a nuestros padres, nuestros hermanos, e incluso establecemos qué vamos a aprender y qué vamos a hacer, qué vamos a sanar y cómo vamos a impactar en el mundo que nos rodea, cada plan es diferente e igual de importante, ¿te imaginas que los papás de Nelson Mandela nunca se hubieran conocido?, ellos no pasaron a la historia, quizá vivieron en el anonimato, pero su plan de vida (o parte de él) era conocerse y concebir a ese gran personaje. Ahora imagina ¿qué sería del mundo sin la sonrisa de tu hijo pequeño, o sin la llamada de tu madre?. Cada plan de vida, cada misión, es importante, y colabora con el equilibrio del mundo, ahora, en los momentos por los que estamos pasando, somos susceptibles de ver y juzgar las diferencias duramente, en la soledad y en el enclaustramiento, muchas personas están sumiéndose en depresión, ansiedad, angustia, desesperación, y una desvalorización atroz, porque todos los seres humanos crecemos con complejos, desde el momento que somos concebidos, el complejo de suciedad está presente, porque por creencias heredadas, se nos ha enseñado que el sexo es malo, es tabú, es sucio, e incluso muchas religiones dicen que somos hijos del pecado, es lógico entonces, que inconscientemente el complejo esté ahí comiéndonos la cabeza, eres menos, eres malo, vales poco, o tienes que ser superior a otros, mírate, tú eres mejor que los demás, pues de esa manera alimentamos a nuestro ego, y mitigamos el dolor que nos causa el sentirnos insuficientes.

Imagina ahora, que todo fuera diferente, que desde que eres un bebé, te bombardearan todo el tiempo con la idea de que eres perfecto tal cuál eres, que eres importante para el mundo, aun siendo pequeño, que no importa la magnitud de tu obra sino el propósito, puedes ser una estrella gigante y alumbrar el cielo, o una bella luciérnaga y salvar a otros insectos de depredadores.  Hoy quiero decirte que no importa si eres famoso o no, no importa si has leído miles de libros o si has realizado miles de viajes, tampoco es importante si mucha gente te conoce o si te conocen pocas personas, lo trascendente es que hoy, seas capaz de apreciarte, de ver tu esencia en tu interior, que al final no viene a ser más que la esencia del Creador, es luz, amor incondicional puro, dice Ekchart Tolle “No estás vivo, tú eres la vida”, piensa en lo que tu espíritu te pide hacer, sólo te pide existir y ser feliz, en la medida en la que tú eres capaz de verte, apreciarte, valorarte y amarte, serás capaz de apreciar, valorar y amar a los demás, pero eso no nos lo enseñan siempre, unos tenemos la fortuna de tener padres que sí nos lo enseñan, pero hay muchas personas que no tuvieron esa oportunidad, mas no todo está perdido, tenemos la fortuna de ser lo suficientemente fuertes, maduros y responsables para reconstruir esa parte, lo más importante es liberarnos del complejo, y la otra parte es liberarnos del prejuicio, pues en la medida en la que veamos a los otros diferentes y los juzguemos, no podremos explotar al máximo en nuestro potencial y brillar.

Por otro lado, generamos ídolos que son portavoces del éxito, de estándares de belleza irrealizables a veces, niveles de riqueza estratosféricos, fama, todos esos son estándares con los que nos comparamos, y que nos frustran constantemente, nos alejan de nuestra verdadera esencia y nos impiden apreciarnos tal cual somos, queremos copiar, y eso nos impide ser felices, pues no necesitamos ser como alguien más, sino explotar al máximo nuestro propio potencial, pero al querer estar copiando a otros para ser como ellos, nos perdemos de la maravillosa diversión de descubrir todos nuestros potenciales, hay una frase atribuida a Albert Einstein que dice que todos somos unos genios, pero si juzgas a un pez por su habilidad de escalar un árbol, vivirá su vida entera creyendo que es estúpido, y es cierto, por ver las bondades y cualidades de otros, pensando que eso es lo que debe ser, lo que es correcto, y lo único aceptable, pensamos que al no ser como ese otro, no somos suficiente, no somos listos, no somos buenos. En el cuento Sufi, la luciérnaga fue más lista que la estrella, pues esta quiso hacerla sentir menos por ser pequeña, imagínate si la luciérnaga realmente hubiera caído en esa comparación, lógicamente, su autoestima se hubiera destruido, y su propósito y su esencia (la luz) jamás habrían vuelto a ser compartidos, sólo porque ella creía que era poca cosa al compararse con una estrella, jamás va a ser una estrella, jamás va a brillar como una estrella, jamás va a ser tan grande como una estrella, porque no es una estrella, es una luciérnaga, con potenciales que sólo ella  puede tener.

Viniste al mundo para brillar, no importa si como una estrella, o una luciérnaga, eres luz, y tus dones, tus habilidades, tus potenciales, son únicos e irrepetibles, de ti depende si te permites expresarlos para crecer, trascender y ser feliz plenamente, o si sigues escuchando a esos gusanitos malvados que se llaman complejos y prejuicios para seguir intentando ser como los demás, pero ¿por qué privar al mundo de tu esencia queriendo darle más de lo que ya existe, cuando tu magia y tu luz cambiarlo sólo siendo tú?

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Las expectativas del sector manufacturero disminuyeron 1.33 puntos

De acuerdo al  Indicador Agregado de Tendencia, el sector manufacturero descendió 1.33 puntos, esto le colocó en abril con 52.24 puntos.

Dicha disminución fue producto de la caída en producción, menor personal ocupado y la demanda nacional, así como las exportaciones.

En contraste la capacidad de planta utilizada incrementó,  los inventarios de mercancías  y las ventas netas.

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