17fQJjeLa Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) está decidida a atrapar a los líderes del Cártel de Sinaloa y para lograrlo, ha lanzado una nueva campaña que consiste en distribuir pósters con las fotos y recompensas ofrecidas por información que conduzca a la captura de los grandes capos.17fQJje Omnia.com.mx
17fQJjeIoan Grillo, periodista con sede en México que trabaja para el diario The New York Times, informó vía Twitter de esta campaña, y publicó uno de los pósters, colocado en San Ysidro, en la frontera con Tijuana.17fQJje Omnia.com.mx
17fQJjeGrillo, experto en temas de narcotráfico, detalló que la nueva campaña se da en medio de la frustración que existe entre las autoridades estadounidenses por "el nivel de fentanilo traficado" y lo que consideran "falta de acción" por parte del gobierno mexicano. 17fQJje Omnia.com.mx
17fQJjeEn el cártel aparecen las fotos de Rafael Caro Quintero, el hombre más buscado por la DEA y por quien se ofrecen 20 millones de dólares; Ismael Zambada García, "El Mayo", por quien se ofrecen hasta 15 millones de dólares; los Chapitos: Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán, por quienes se ofrecen cinco millones de dólares por cabeza; Ismael Zambada Imperial, "Mayito", hijo del "Mayo; Alfonso Limón Sánchez, operador del "Chapo", y Alfonso Arzate García, "El Aquiles". Combinadas, las recompensas suman 45 millones de dólares.17fQJje Omnia.com.mx
17fQJjeNo se elevó la suma ofrecida por los capos, pero el objetivo de la nueva campaña es hacer visible la búsqueda de la DEA de estos narcotraficantes, y al mismo tiempo, enviarles el mensaje de que van por ellos.17fQJje Omnia.com.mx
17fQJjeEl póster subraya que las llamadas son confidenciales.17fQJje Omnia.com.mx
17fQJjeCon información de Informador17fQJje Omnia.com.mx
El intento de desaparecer los Órganos Públicos Locales Electorales, incluidos los tribunales electorales estatales, y centralizar la organización de todos los comicios en el INE y los temas jurídicos a los tribunales federales, no es un tema que deba abordarse con ocurrencia, sino con mucho cálculo político y principalmente económico.
El INE, se sustenta con recursos del presupuesto nacional y los OPLEs, como el Instituto Estatal Electoral de Chihuahua, dependen de los presupuestos públicos locales para operar.
En 2021, el IEE de Chihuahua manejó un presupuesto de 457 millones 629 mil pesos para organizar las elecciones de ese año, incluyendo innovaciones como el voto chihuahuense en el extranjero y la implementación del PREP-Casilla. Para la elección judicial 2025, se autorizó una ampliación presupuestal para el IEE de 328 millones de pesos.
Si los OPLEs desaparecen, por qué los estados, que ahora financian sus propios procesos, tendrían que aportar recursos al INE, es muy absurdo pensar que los gobiernos locales aceptarían sin chistar la cantidad solicitada por una autoridad nacional, sin voz ni voto en la administración de esos fondos.
La centralización, aunque pueda prometer una aparente simplificación, corre el riesgo de despojar a los estados de una parte fundamental de su autonomía, y responsabilidad democrática.
El intento de desaparecer los Órganos Públicos Locales Electorales, incluidos los tribunales electorales estatales, y centralizar la organización de todos los comicios en el INE y los temas jurídicos a los tribunales federales, no es un tema que deba abordarse con ocurrencia, sino con mucho cálculo político y principalmente económico.
El INE, se sustenta con recursos del presupuesto nacional y los OPLEs, como el Instituto Estatal Electoral de Chihuahua, dependen de los presupuestos públicos locales para operar.
En 2021, el IEE de Chihuahua manejó un presupuesto de 457 millones 629 mil pesos para organizar las elecciones de ese año, incluyendo innovaciones como el voto chihuahuense en el extranjero y la implementación del PREP-Casilla. Para la elección judicial 2025, se autorizó una ampliación presupuestal para el IEE de 328 millones de pesos.
Si los OPLEs desaparecen, por qué los estados, que ahora financian sus propios procesos, tendrían que aportar recursos al INE, es muy absurdo pensar que los gobiernos locales aceptarían sin chistar la cantidad solicitada por una autoridad nacional, sin voz ni voto en la administración de esos fondos.
La centralización, aunque pueda prometer una aparente simplificación, corre el riesgo de despojar a los estados de una parte fundamental de su autonomía, y responsabilidad democrática.