¡Qué bonita familia!

¿Le suena el nombre de Arturo Alcalde Justiniani? A muchos no, incluso muchos más ni lo hacían en este mundo. Permítame ilustrarlo: Es abogado de las Asociaciones Sindicales de Pilotos, Aviadores y Sobrecargos, un cacique sindical desde hace varios años; ejecutor de la venta de Mexicana de Aviación al ahora gobierno de AMLO (vía rescate y compra-venta-administración vía Sedena), obteniendo ganancias como líder sindical por alrededor de 815 millones de pesos.

Pero eso no es lo más importante, pues también es padre de la actual secretaria de Gobernación, María Luisa Alcalde Luján, y esposo de Bertha Luján, pieza clave dentro del partido de Morena y del ala radical, y también padre de la candidata a magistrada en la SCJN , Bertha Alcalde Luján, propuesta por AMLO.

¡Qué bonita familia! Si usted pensaba que éstos que se juraron diferentes y traen el mantra de no mentir, no robar y no traicionar y que no eran iguales que los de antes, lamento desilusionarlo: son iguales o peores. El nepotismo, el amiguismo, el pago de favores, la corrupción y el conflicto de intereses están a todo lo que da en este gobierno y México es el botín de estos cuatreros, aunque lo curioso es que los que antes reclamaban a los corruptos de antes, ahora callan, justifican y hasta aplauden a los de ahora. Estamos fritos.