"¿Por qué en el mundo hay tanto dolor?
¿Por qué se hacen las guerras?
¿Por qué se siembra el miedo?
¿Por qué violamos a la Madre Tierra?
¿Por qué se mata en nombre de Dios?
¿Quién inventó las banderas?
¿Por qué agonizan personas
pidiendo auxilio en nuestras fronteras?
¡Qué puedo decir! ¡qué voy a decir!
no quiero hacerle daño (...)"
- Ska-p
I
En la canción que cito del famoso grupo originario del estado español se nos plantea la situación de un padre que debe explicarle a su hija por qué existe crueldad en el mundo, una situación muy difícil que nos confronta con nosotros mismos, no tanto en el sentido de interpretar las cosas que ocurren en nuestro entorno, sino más bien para responder la terrible pregunta ¿Y tú qué? ¿Y tú qué estás haciendo? Si eres indiferente ante el dolor de la humanidad y la naturaleza, cómplice, beneficiario o si luchas y haces algo para cambiar las cosas.
Esta ocasión quiero dedicar mi consciencia, mi mirada y mi empatía a la gente que sufre en Palestina, ese lugar donde una vez un gran hombre dijo: "Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados." Palabras a las que me aferro con fé, irracional sí, pero invencible: espero que ocurra un gran milagro y nos traiga la paz, no solo a la llamada "tierra santa" en el "medio oriente", sino al mundo entero, que sufrimos la guerra de la injusticia en distintas medidas.
II
Por ejemplo, desde el "calderonato", aquel nefasto sexenio en que la muerte y la violencia se apoderó del país, cuando la militarización de la vida pública fue el pilar de un gobierno que muchos calificaron y califican como ilegítimo (ocupación policíaca y militar del territorio que continúa bajo la actual administración a pesar de que el candidato presidencial ganador prometió regresar a los soldados a sus cuarteles), se empezó a hablar de una "guerra de baja intensidad".
Esta guerra también conocida como "de cuarta generación" ha sido diseñada por el estado ilegítimo de israel, el terrorista anti-semita que se encuentra acusado por crímenes de guerra ante la corte internacional. En el despliegue de las tácticas de exterminio y conquista más modernas, no solo se valen las balas, sino cualquier otro medio para imponer terror, aunque viole el tratado de Gínebra, el cuál representa las leyes que regulan los enfrentamientos armados.
Sé que es un preámbulo dramático, pero es necesario que como sociedad entendamos que un problema que no se atiende se hace más grande y puede llegar a ser incurable, como lo es la destrucción del tejido socio-ambiental. Es importante resaltar que en México en este período que mencionamos, las muertes y la violencia sí se han equiparado e incluso han superado a las de los países que están sufriendo la guerra convencional según distintas fuentes.
III
Como chihuahuense me duele saber que esta bella tierra que me vio nacer y me sostiene con vida no tiene respeto ni cuidado. Trato de hacer lo que está a mi alcance pero siento que nomás no logramos avanzar. En el caso de la Sierra del Mogote, también conocida como "los cerros del peri" desde 2021 solicitamos mediante audiencia pública su protección como área natural. Nada sucedió, pese a ser una zona de captación de agua y encontrarse en su totalidad bajo la zonificación forestal federal, su destrucción parece imposible de detener.
Y no es que los zorros, venados, linces, tlacuaches, ecinos, mezquites y pastizales sean los únicos afectados. En esa zona se ha instalado una triste tradición tácita: por las noches, e incluso desde tempranas horas del día en los fines de semana, el mirador que atraviesa el Cerro del Mogote, también conocido como "prolongación Fco Villa" se convierte en una cantina al aire libre, una "zona franca" donde lo peor del espíritu humano sale a relucir.
¿Qué tiene que ver la guerra con esta situación? pues que para ganar una no se necesitan disparar armas de alto calibre, a veces basta con romper la moral del adversario para, como dice el arte de la guerra de Tzun Tzu, vencer una batalla sin pelear. En este caso, vemos como hay zonas francas por toda la ciudad, como el mirador del Cerro Coronel Guaguachic, o el río Sacramento, áreas naturales que han sido impactadas con la complicidad de las autoridades locales.
¿Y para qué se permite el florecimiento de esta anomia social? ¿Quién se beneficia con la perdida de valores y la falta de respeto a las personas y la naturaleza, ya ni siquiera mencionemos las leyes, que en este país y sobre todo en el fronterizo Chihuahua, el Estado de Derecho no existe? ¿Podemos decirle a nuestros amigos que visitan el extranjero: Puedes ir a pistear al mirador de la Francisco Villa, tirar los botes vacíos de chela al piso o al cerro, aventar los condones usados a las áreas verdes e incluso si se te da la gana incendiar el pastizal y el matorral? ¿Podremos coexistir con esta situación sin sentir una opresión en el pecho y una gran verguenza que nos empuje a actuar?
IV
Quisiera imaginar que si se desmonta un cerro para construir viviendas. estas viviendas van a contar con paz. Van a poder desarrollar su vida familiar las personas que en ellas habiten sin sentir el miedo, el abandono, y la perdida de responsabilidad social e individual de las personas que las rodean. Quisiera imaginar que si sacrificamos a la Sierra del Mogote para que hubiera fraccionamientos, es porque va a valer la pena, porque se van a dar ejemplos de respeto y de cuidado.
Pero no es así. No puedo mentir como el grupo Ska-p. Si me preguntan, familiares o desconocidos, nacionales o extranjeros, que qué es lo que pasa en la Sierra del Mogote y en la zona cercana les tendría que responder que la gente de Chihuahua no hemos tenido el corazón para ponerle un alto a los abusos, así como sucede en MUCHAS otras zonas de la ciudad. Que hemos tenido miedo para enfrentarnos a los poderes políticos y económicos que hacen impunemente lo que les da la gana. Que no hemos logrado construir la capacidad para ponerle un alto a las situaciones que nos lastiman.
Pues así empieza todo proceso de "bullying", también llamado "acoso": primero son cosas "pequeñas", unas botellas de vidrio en el cerro y el mirador, luego siguen amenazas, violencia, y luego ya es muy difícil parar la bola de nieve que va creciendo. Vean el violentometro para tomar un ejemplo de como se necesitan detener las situaciones de agresión antes de que escalen.
V
Les diría eso: que vivimos perdiendo esta guerra contra la injusticia, pero también les diré: que no nos vamos a rendir, que aunque perdamos a veces, siempre nos vamos a levantar de nuevo, que no vamos a dejar que el desanimo siembre la semilla de la sumisión, pues sabemos que nuestras vidas valen la pena y que tenemos la potencialidad de desarrollar una respuesta que cambie todo, que solucione de raíz todo este desastre socio-ambiental, que si hay cerros destruidos, ríos contaminados, comunidades abusadas, vamos a alzar la voz y vamos a hacer lo que esté en nuestras manos.
Tal vez ese es el milagro que necesitamos: que la consciencia de la gente pueda romper el miedo e imaginar otro mundo distinto, uno donde la paz haya vencido a todas las guerras.