2023 fue el año más caluroso de la historia: la temperatura subió a 5 décimas del punto de no retorno

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) confirmó este martes en su informe sobre el clima de 2023 que ése fue el año más cálido en los 174 años en que se tienen registros, causando unos efectos que han convertido el cambio climático en "el desafío esencial de la humanidad".

En estos términos se expresó la secretaria general de la OMM, la argentina Celeste Saulo, al presentar el informe, en el que se subraya que la temperatura media mundial fue 1.45 grados Celsius superior a la media de la era preindustrial (1850-1900) y un 12% superior al récord anterior, ocurrido en 2016, cuando la temperatura global subió 1.29 grados y ya saltaron entonces todas las alarmas.

La subida récord de 1.45 grados significa que estamos a sólo 5 décimas de los 1.5 grados considerados en los Acuerdos de París como el punto de no retorno para que el planeta se dirija a la catástrofe climática irreversible.

"Todos los indicadores nos ponen en alerta roja en lo referente a la relación del clima con nuestros hábitos de consumo y producción de energía y de generación de gases de efecto invernadero", advirtió Saulo.

"Estábamos ya en alerta roja, pero es necesario remarcarlo una y mil veces, porque como sociedad global nos está costando reaccionar a los distintos niveles de responsabilidad que cada uno de nosotros tiene", aseguró, haciendo un llamado a medios de comunicación y líderes globales a transmitir ese mensaje.

Mínimo histórico de la capa de hielo

El informe de la agencia meteorológica de Naciones Unidas alertó que en febrero de 2023 hubo un mínimo histórico de la extensión del hielo marino antártico (1.79 millones de kilómetros cuadrados) y se produjeron las mayores pérdidas de hielo en los glaciares desde que se empezaron a medir a mediados del siglo XX.

En el caso de la Antártida, la pérdida de la capa de hielo fue el equivalente a 25 veces la superficie de Suiza.

Ello vino acompañado de fenómenos extremos tales como inundaciones en el Mediterráneo (con especial impacto en Libia, con más de 11 mil muertos), o ciclones de duración sin precedentes como el Freddy, que afectó especialmente el sureste africano.

Incendios feroces

En Canadá los incendios forestales arrasaron 14.9 millones de hectáreas, siete veces más que la media de años anteriores, y Estados Unidos sufrió los incendios más mortíferos que se recuerdan en el país en su archipiélago de Hawai, con al menos un centenar de víctimas.

Latinoamérica, golpeada por El Niño

Los récords climáticos también se notaron en 2023 en Latinoamérica, subrayó la primera representante del hemisferio occidental en dirigir la OMM, quien recordó especialmente los efectos que tuvo en la región el fenómeno de El Niño, ligado habitualmente a temperaturas más altas y que se espera finalice a mediados de 2024.

"En el centro de Latinoamérica tendió más bien a generar lluvias por debajo de lo normal, mientras que en el área entre Brasil, Argentina y Uruguay las precipitaciones fueron por encima de la media. Lo importante es ver cómo influye en cada país y en función de ello prepararse, desarrollar una estrategia de agricultura o de ganadería diferente, dada la dependencia del sector primario en nuestros países", señaló la experta argentina.

La virulencia del huracán Otis, que en pocas horas pasó de tormenta tropical a huracán de categoría 5 frente a la costa de Acapulco, dejando un rastro de muerte y destrucción que presagia lo que se convertirá en una normalidad en el futuro inmediato.

De 149 millones a 333 millones de hambrientos

La secretaria general de la OMM subrayó el impacto social, económico y humano de un cambio climático, "estrechamente interrelacionado con la crisis de desigualdad", como atestiguan el aumento de la inseguridad alimentaria y los desplazamientos de población, en parte agravados por desastres naturales.

En este sentido, la OMM recuerda que el número de personas que padecen inseguridad alimentaria aguda en el mundo ha pasado de 149 millones antes de la pandemia de covid-19 a 333 millones en 2023.

"La inequidad aumenta a nivel global, ello se suma al cambio climático y aumenta la vulnerabilidad de los más desfavorecidos en la situación económica mundial", subrayó, poniendo como ejemplo los millones de personas que en el Cuerno de África dejaron sus hogares después de tres años consecutivos de sequías recientes.

Los récords climáticos que constatan informes como el presentado por la OMM "no son simplemente números llamativos en un gráfico, son gente que muere, que se desplaza, que se queda sin hogar o sin trabajo, y que se aleja de su familia", afirmó.

Energía renovable: esperanza para el optimismo

Saulo destacó la única nota optimista dentro de este panorama preocupante: la inversión en energías renovables.

En 2023 se aumentó en 510 gigavatios la capacidad de energía generada por fuentes renovables, la tasa más alta en las últimas décadas y un 50% mayor que en el año anterior.

Algo que según la OMM demuestra que es posible alcanzar una capacidad total de esas energías de 11,000 gigavatios a final de la década, uno de los objetivos fijados en la última cumbre del cambio climático (COP28) en Dubái.

La mayor inversión en energías alternativas "aún no tiene efectos claros sobre la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera, pero la realidad es que la matriz energética está cambiando, algo que los países desarrollados están haciendo de forma más acelerada, lo cual es una excelente noticia".

"Tal vez no sea suficiente, quizá hay que acelerarlo aún más, porque la realidad es que el consumo energético también está aumentando. Pero la transición a la neutralidad de carbono es imperativa", concluyó.

El informe también destaca que en 2021-2022 el financiamiento relacionado con el clima ascendió a 1.3 billones de dólares, casi el doble del bienio anterior.

Sin embargo, la OMM recuerda que para lograr el objetivo de no superar un calentamiento global de 1.5 grados (que en 2023 no se llegó a ese límite por apenas media décima) la inversión debe multiplicarse por seis hasta los 9 billones de dólares anuales en 2030 y otros 10 billones de dólares hasta 2050.

La organización meteorológica subraya que el coste de no actuar sería "aún más elevado" que lo que se invirtió en 2023, y lo calcula en torno a los 1.266 billones de dólares.

El informe se publica en vísperas de la Reunión Ministerial sobre el Clima que se celebrará los días 21 y 22 de marzo en Copenhague, y también de la conmemoración esta semana, el día 23, del Día Meteorológico Mundial.

Con información de crónica.com.mx