El proceso preliminar de inscripción para los aspirantes a magistrados y jueces que integrarán el Poder Judicial del Estado de Chihuahua ha concluido.
La convocatoria, lanzada a fin de garantizar transparencia y pluralidad del proceso, recibió una respuesta significativa, con un total de 906 aspirantes registrados ante el Comité de Evaluación del Poder Legislativo para contender por los 307 cargos de magistrados, jueces y jueces menores del Poder Judicial del Estado. Del total, 115 personas aspiran al cargo de magistrados del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) y 64 del Tribunal de Disciplina Judicial.[1] Los números son buenos, sin ser excelentes; empero, sumados a quienes hacia el interior del órgano van a participar, da un número plausible de funcionarios que contenderán.
El proceso está muy lejos de concluir; el siguiente paso será la evaluación exhaustiva de los perfiles registrados, que incluirá revisión de antecedentes y verificación de la información; dicha etapa estará a cargo de un comité de evaluación integrado por representantes de cada uno de los tres poderes del Estado.
Como era de esperar, a todos los involucrados en el proceso les habitan un montón de buenas intenciones y desde ya se habla de “seleccionar a los mejores perfiles, privilegiando la ética, la experiencia y la independencia judicial como principios fundamentales” y bla bla blá.
Le voy a decir dos cosas, querida lectora, gentil lector, más allá de cómo se lleve a cabo el proceso —el aseo, la diligencia, la seriedad y el empeño que en él se ponga—, los resultados podrían llegar a ser desastrosos y nadie puede preverlos. Verá usted, hay dos temas que contrarían las supuestas buenes intenciones alegadas en la exposición de motivos de la otrora iniciativa presidencial y el bodrio de dictamen que finalmente la aprobó:
Todo, porque la iniciativa es basura y lo único que va a conseguir en envilecer al sistema de administración de justicia nacional. Así que da lo mismo que tan chulo —o rebonito— salga el proceso, el verdadero horror está por venir.
Mientras, hay imbéciles e irresponsables que celebran y festejan con farolitos, abalorios y espejitos, mientras ven pasar la tragedia ante sus ojos sin inmutarse e importándoles un comino lo que no sea su propio brillo y oropel. De todo hay en la viña del Señor.
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[1] Artículo de Argelia Domínguez titulado: “Aspiran 906 a cargos en el Poder Judicial de Chihuahua”, publicado el 25 de enero de 2025, por el periódico El Diario.