Integrantes de la Asamblea Feminista del Estado de Chihuahua, se manifestaron está mañana en apoyo a la mujer policía de la Dirección de Seguridad Pública Municipal de Chihuahua, quien denunció violencia sexual y laboral dentro de la corporación.
Cristina Fabiola Carrillo Gutiérrez, elemento de la DSPM de Chihuahua denunció haber sido victima de violencia laboral y sexual al interior de la Dirección de Seguridad Pública Municipal de Chihuahua, agregó que está mañana escuchó una declaración del alcalde Marco Bonilla en la que afirmó que la mencionada está molesta por haberla cambiado de turno y quitarle la unidad, contrario a esto, Carrillo afirma tener dos periciales que confirman su estado de salud mental y físico.
Carrillo Gutiérrez denunció que ninguna de las instituciones de apoyo a la mujer atendió su caso, incluso, ella tuvo que proporcionar todo desde investigaciones hasta elementos de prueba que confirmaron ser victima por parte de uno de sus compañeros.
“Sufrí violencia sexual y laboral, ninguna institución municipal me ha apoyado ni mucho menos me ha creído, por eso estoy aquí haciéndolo público…escuche una entrevista del alcalde Marco Bonilla diciendo que estoy molesta porque me quitaron la unidad y porque me cambiaron de turno, esto es mentira yo tengo daño psicológico, tengo depresión, ansiedad y ellos no lo toman en cuenta”, dijo.
En torno a esta situación la AFECH realizó el siguiente pronunciamiento:
“La Asamblea Feminista del Estado de Chihuahua expresa su apoyo a Cristina Fabiola Carrillo Gutiérrez, policía de la Dirección de Seguridad Pública Municipal, quien denuncia violencia laboral y sexual dentro de la corporación
La Asamblea Feminista del Estado de Chihuahua hace un Ilamado urgente a la gobernadora, a las autoridades municipales y a la sociedad en general ante el caso de Cristina Fabiola Carrillo Gutiérrez, quien desde el año 2022 ha denunciado actos de violencia laboral y sexual dentro de la Dirección de Seguridad Pública Municipal. La policía, con 18 años de servicio, ha enfrentado una cadena de omisiones y revictimizaciones por parte de las instituciones encargadas de garantizar su protección y justicia.
Cristina Fabiola sufrió múltiples revictimizaciones y violaciones a sus derechos humanos al intentar obtener apoyo institucional sin éxito. Las dependencias a las que acudió la ignoraron o protegieron a sus agresores. El Instituto de la Mujer le negó la ayuda por haber acudido previamente al órgano interno de la corporación. Al buscar apoyo del alcalde Marco Bonilla, recibió una respuesta insensible, argumentando que no podía intervenir porque no encontró elementos concluyentes en su expediente.
Nosotras comprendemos que ser mujer policía significa enfrentar una lucha constante contra un sistema que las invisibiliza y expone a violencias normalizadas dentro de la corporación. No solo deben demostrar nuestra capacidad en igualdad de condiciones que los hombres, sino que además enfrentan acoso, hostigamiento y discriminación en ascensos, tareas y condiciones laborales. Al alzar la voz, la respuesta institucional es la revictimización, el castigo y la violencia institucional.
El viacrucis de Cristina Fabiola, es muy similar al que enfrentamos otras mujeres que en otras instituciones: Cuando denunciamos, los mecanismos internos nos desgastan, alargan los procesos y terminan protegiendo a los agresores. La impunidad es la norma, y quienes se atreven a hablar son desacreditadas, señaladas y removidas de su puesto. La violencia institucional nos afecta no solo en lo laboral, sino en nuestra salud física y emocional, generando un ambiente tóxico donde el miedo y el abuso son parte del día a día.
Es crucial que las mujeres, especialmente las de la clase trabajadora, nos apoyemos mutuamente frente a las adversidades, ya que somos las más vulnerables en situaciones de violencia laboral y sexual. Nos enfrentamos a una doble o incluso triple jornada, en la que debemos equilibrar nuestras responsabilidades en el hogar, el trabajo y, muchas veces, el cuidado de nuestras familias, todo esto mientras seguimos luchando contra un sistema que no reconoce nuestras necesidades ni protege nuestros derechos.
La solidaridad entre nosotras es fundamental para visibilizar nuestras luchas, para que nuestras voces sean escuchadas y para garantizar que, como mujeres trabajadoras, recibamos el respeto, el apoyo y la justicia que merecemos. Sin ese respaldo mutuo, nuestras denuncias corren el riesgo de ser ignoradas, pero juntas, podemos hacer frente a la opresión y crear espacios más seguros y justos para todas.
La Asamblea Feminista del Estado de Chihuahua exige una respuesta inmediata y efectiva de las instituciones correspondientes, particularmente que se juzgue con perspectiva de género y que el Instituto de la Mujer y de la Dirección de Seguridad Pública Municipal atiendan con apego a la ley y a los protocolos de protección a víctimas de violencia de género. Rechazamos rotundamente la impunidad y la indiferencia institucional frente a los casos de violencia que enfrentan las mujeres, especialmente en cuerpos policiales donde el riesgo de agresiones y abuso de poder es alto.
La violencia institucional es un problema que afecta a todas las mujeres, especialmente a aquellas que, como Cristina Fabiola Carrillo Gutiérrez, se encuentran en una situación de vulnerabilidad debido a su posición laboral. Reiteramos nuestra solidaridad con ella y exigimos justicia, protección y el cumplimiento de los protocolos correspondientes para que los responsables sean sancionados.
¡Basta de violencia institucional!
¡Exigimos justicia para Cristina Fabiola Carrillo Gutiérrez y todas las mujeres víctimas de violencia!
Asamblea Feminista del Estado de Chihuahua”