Decenas de miembros del personal, dos reclusos y una persona que pasaba por el lugar fueron algunas de las al menos 71 personas muertas tras el ataque israelí de la semana pasada contra la prisión de Evin en Teherán, un importante penal donde han sido retenidos muchos prisioneros políticos y disidentes, informó el poder judicial (PJ) de Irán el domingo.
El portavoz del PJ, Asghar Jahangir, publicó en el sitio web oficial de Mizan, la agencia de noticias de la judicatura, que al menos 71 personas murieron el lunes, incluyendo personal, soldados, prisioneros y miembros de familias visitantes
El número de decesos también fue confirmado por los grupos de derechos humanos en un momento en que está por cumplirse la primera semana de treguaentre Israel e Irán, a pesar de las sospechas por ambas partes sobre mantener la paz.
Si bien las autoridades no proporcionaron un desglose de las cifras de víctimas, el grupo Activistas de Derechos Humanos en Irán con sede en Washington señaló que al menos 35 trabajan ahí y otros residían.
Otros muertos incluían a una persona que caminaba en las cercanías de la prisión y a una mujer que fue a reunirse con un juez sobre el caso de su esposo encarcelado, de acuerdo con la organización.
El ataque del 23 de junio, el día antes que entrara en vigor el alto el fuego entre ambos países, afectó a varios edificios de la prisióny generó preocupaciones por grupos de derechos humanos sobre la seguridad de los reclusos.
Sigue sin estar claro por qué Israel apuntó a ese lugar, pero ocurrió en un día en que el Ministerio de Defensa israelí indicó que estaba atacando "objetivos del régimen y cuerpos de represión gubernamentales en el corazón de Teherán".
La noticia del ataque a la prisión fue rápidamente eclipsada por un nuevo ataque iraní a una base estadounidense en Qatar más tarde ese mismo día —en respuesta al que el país estadounidense envío— no causó víctimas, y el anuncio del alto el fuego.
El día del ataque, el Centro para los Derechos Humanos en Irán, con sede en Nueva York, criticó a Israel por atacar la prisión, considerada como un símbolo de la represión del régimen iraní contra cualquier oposición, señalando que violaba el principio de distinción entre objetivos civiles y militares.
Durante más de 12 días antes que se declarara un alto el fuego, el país de la tierra Santa afirmó haber matado alrededor de 30 comandantes iraníes y 11 científicos nucleares, además de atacar ocho instalaciones relacionadas con el programa nuclear y más de 720 sitios de infraestructura militar.
Más de mil personas murieron, incluidos al menos 417 civiles, según el grupo Activistas de Derechos Humanos con sede en Washington.
En represalia, Irán lanzó más de 550 misiles balísticos contra Israel, la mayoría de los cuales fueron interceptados, pero los que lograron pasar causaron daños en muchas áreas y mataron a 28 personas.
Abbas Araghchi, el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, dijo en una carta enviada el sábado a funcionarios de Naciones Unidas que el Organismo internacional debería reconocer a Israel y a los Estados Unidos"como los iniciadores del acto de agresión" contra Irán por la guerra y que su ataque a un país soberano y su pueblo debería requerir "compensación y reparación".
Al mismo tiempo, el grupo sostuvo que el país persa tenía la obligación legal de proteger a los prisioneros retenidos en Eviny criticó a las autoridades en Teherán por no "evacuar, proporcionar asistencia médica o informar a las familias” tras el ataque.
Jahangir añadió que algunos de los heridos fueron atendidos en el lugar, mientras que otros fueron enviados a hospitales.
Irán no había anunciado previamente una cifra de muertos, aunque el sábado confirmó que el fiscal principal, Ali Ghanaatkar, criticado por grupos de derechos humanos por "perseguir a disidentes como la nobel de la Paz, Narges Mohammadi", había muerto en el ataque.
Fue una de unas 60 personas homenajeadas en un enorme cortejo fúnebre público el sábado en la capital, y será enterrado en un santuario en Qom el domingo.
Ambos países están cumpliendo con la tregua, pero funcionarios iraníes expresaron sospechas el domingo sobre si la otra parte continuará cumpliendo su palabra.
Abdolrahim Mousavi, el jefe del personal de las fuerzas armadas de Irán, dijo en una conversación con el ministro de Defensa de Arabia Saudí que el país está preparado para otro ataque sorpresa israelí.
"No iniciamos la guerra, pero respondimos al agresor con todas nuestras fuerzas, y dado que tenemos dudas sobre el cumplimiento del enemigo de sus compromisos, incluyendo el alto el fuego, estamos preparados para darles una respuesta contundente si repiten la agresión", subrayó Mousavi, según la agencia de televisión estatal iraní IRNA.
Mucho sigue sin estar claro sobre el estado del plan de Irán, que incitó el ataque inicial de Israel.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que sus ataques "aniquilaron" el programa, pero las autoridades iraníes señalan que exagera.
Rafael Grossi, el jefe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), dijo en una entrevista para el programa "Face the Nation" de la cadena CBS que las capacidades de Irán permanecen, pero es imposible conocer el cronograma o evaluar el daño total al programa a menos que se permita la entrada de inspectores, lo cual los funcionarios iraníes no han aceptado.
“Está claro que ha habido un daño severo, pero no es un daño total, en primer lugar. Y en segundo lugar, Irán tiene las capacidades allí, capacidades industriales y tecnológicas. Así que si lo desean, podrán comenzar a hacerlo de nuevo”.