El lago de Chapala, la principal fuente de agua para la Zona Metropolitana de Guadalajara, ha registrado una recuperación inédita durante el inicio del temporal de lluvias 2025: en menos de un mes, su nivel subió 30 centímetros, una cifra que contrasta drásticamente con la de 2024, cuando sólo se habían recuperado cuatro centímetros en el mismo periodo.
Este repunte ha sido posible gracias a las abundantes lluvias registradas en todo el país, que han favorecido especialmente a la cuenca del río Lerma, principal afluente del lago.
Carlos Ornelas, académico de la Universidad Panamericana, explicó que las presas de Guanajuato, ubicadas en esa cuenca, han tenido una recuperación considerable, lo que ha permitido liberar excedentes hacia el Lerma y, por ende, hacia Chapala.
“Las presas están soltando volúmenes importantes para evitar desbordamientos o posibles fallas estructurales. Esos excedentes están llegando directamente a Chapala”.
De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), al 3 de julio el lago se encontraba al 52.1% de su capacidad, frente al 46% registrado el 22 de junio, al inicio del temporal. Con esta tendencia, el académico estima que Chapala podría superar el 70% de llenado en las próximas semanas, lo que garantizaría el abasto de agua para la ciudad durante la próxima temporada de estiaje.
“Es una excelente noticia para Guadalajara. Por lo menos, el suministro durante el estiaje de 2026 está asegurado”, afirmó Ornelas.
El impacto de las lluvias ha sido generalizado. Mauricio López Reyes, meteorólogo del Instituto de Astronomía y Meteorología (IAM) de la Universidad de Guadalajara, informó que más del 90% del territorio de Jalisco superó su promedio histórico de precipitaciones para el mes de junio.
“En el Área Metropolitana de Guadalajara, el promedio histórico es de 150 milímetros de lluvia en junio. Este año lo rebasamos ampliamente, con más de 200 milímetros acumulados”, detalló el especialista.
Según López Reyes, éste ha sido el junio más lluvioso de los últimos cinco años, lo que ha favorecido la recuperación no sólo del lago de Chapala, sino también de otras fuentes de abastecimiento.
Una de ellas es la presa Calderón, que al 11 de junio tenía un nivel de llenado del 63%, tras haber estado apenas al 20% en la misma fecha del año anterior. Esta recuperación resulta clave, ya que en 2024 estuvo a punto de alcanzar su nivel de azolve y dejar de enviar agua a la metrópoli.
En cuanto a El Zapotillo, otro embalse estratégico para Guadalajara, la Conagua no ha actualizado sus datos en la plataforma oficial, aunque la Secretaría de Gestión Integral del Agua de Jalisco confirmó que desde mayo comenzó a aportar un metro cúbico por segundo a la ciudad, con la expectativa de aumentar ese caudal hasta tres metros cúbicos por segundo en el corto plazo.
Este flujo es posible gracias al acueducto que conecta El Zapotillo con las presas de El Salto y Calderón, infraestructura clave para garantizar el suministro a largo plazo.
Los especialistas coincidieron en que el temporal de 2025 se perfila como uno de los más benéficos de los últimos años, con potencial para llevar a varios embalses del estado, como Calderón y El Salto, a niveles superiores al 90% de su capacidad.
El lago de Chapala aporta el 63% del agua potable que se consume en el Área Metropolitana de Guadalajara, por lo que su recuperación representa un factor determinante para la seguridad hídrica de la región. Las otras fuentes de abasto son los pozos profundos, manantiales y las presas Calderón y El Salto, así como El Zapotillo.
Con información de: informador.mx