vFfMsRdCuando se habla de una reforma electoral desde la Presidencia de la República, lo que está en juego no es un trámite legislativo más: es el corazón mismo de nuestra democracia.vFfMsRd Omnia.com.mx
vFfMsRdEn COPARMEX Cuauhtémoc creemos firmemente que no es momento de polarizar ni de simplificar un debate que debe ser profundo, abierto y plural. Porque lo que se pretende transformar no es cualquier cosa: son los cimientos que garantizan la participación ciudadana, los contrapesos y la libertad para elegir sin presión ni manipulación.vFfMsRd Omnia.com.mx
vFfMsRdLa democracia en México ha sido construida a base de esfuerzos compartidos, acuerdos y respeto a las instituciones. No podemos olvidar que la estabilidad política y social que hemos alcanzado en las últimas décadas se debe, en gran medida, a la existencia de un sistema electoral que, a pesar de sus imperfecciones, ha permitido alternancias pacíficas y la inclusión de diversas voces en la toma de decisiones.vFfMsRd Omnia.com.mx
vFfMsRdDebilitar estas bases sin un análisis profundo y consensuado sería dar un paso atrás en la confianza ciudadana y en la inversión que se traduce en empleos y desarrollo local.vFfMsRd Omnia.com.mx
vFfMsRdHablo de esto, luego de que la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, reiteró sus intenciones de presentar una reforma electoral que —en sus palabras— ha generado temor en la oposición desde que fue anunciada.vFfMsRd Omnia.com.mx
vFfMsRdPero, más allá de posturas políticas, lo que no podemos pasar por alto es que lo que está en juego no es menor: son las reglas del juego democrático. Las mismas que han permitido la alternancia, la participación ciudadana y los contrapesos institucionales que dan estabilidad al país… y que dan certeza a quienes invertimos, generamos empleo y apostamos por el desarrollo local.vFfMsRd Omnia.com.mx
vFfMsRdDesde nuestro organismo lo decimos con claridad: una reforma electoral no debe ser una herramienta para dividir o imponer visiones unilaterales. No se trata de asustarse ni de callar, sino de discutir abiertamente, con argumentos, con datos y con participación de todos los sectores. Las reglas del juego democrático no pueden ni deben cambiarse desde el poder, sino con el acuerdo de todos los jugadores y de los árbitros.vFfMsRd Omnia.com.mx
vFfMsRdNos preocupa que este tema se intente reducir a un debate entre “mayorías legítimas” y “minorías asustadas”. No se trata de quién tiene más votos, sino de cómo construimos un país más fuerte, más justo y más plural.vFfMsRd Omnia.com.mx
vFfMsRdLas instituciones como el INE y el Tribunal Electoral tienen áreas de mejora, sí, pero también una trayectoria que debe ser evaluada con responsabilidad, no desmantelada por consigna.vFfMsRd Omnia.com.mx
vFfMsRdAsí como exigimos certidumbre económica para poder seguir generando valor en nuestras empresas, también exigimos certidumbre democrática. Si realmente se quiere hacer una reforma de fondo, que se convoquen foros con expertos, académicos, ciudadanos, organizaciones civiles y autoridades electorales. Que se escuchen todas las voces, no solo las que coinciden con el poder.vFfMsRd Omnia.com.mx
vFfMsRdEn ese sentido, desde el empresariado organizado de Cuauhtémoc, seguiremos trabajando por una economía fuerte y una democracia viva. Porque no hay desarrollo posible en un país donde se debilitan las instituciones que dan equilibrio, legalidad y confianza. Defender la economía también implica defender las reglas que nos permiten construir un mejor futuro para todos.vFfMsRd Omnia.com.mx