La adaptación psicológica, hace referencia a la modificación de la conducta de un individuo, en relación a las condiciones del medio ambiente en las que vive y se desarrolla; en otras palabras, adaptarse significa moldear el propio comportamiento al contexto en el que nos desenvolvemos.
Para muchas personas, la falta de adaptación puede llegar a ser un factor determinante, para alcanzar o no los propósitos y metas. Regularmente, cuando tenemos un proyecto en mente, nace a la par una serie de expectativas de tiempo, ejecución, materiales, presupuesto y ganancias; sin embargo, la realidad dista mucho de la fantasía.
La manera real en la que se desarrollan nuestros proyectos, trae consigo una serie de cambios y alteraciones, que rara vez contemplamos, lo que para muchas personas puede llegar a ser muy frustrante [principalmente para aquellos amantes del orden y la perfección] y es aquí donde la adaptación juega un papel importante.
Ahora bien, adaptación no es sinónimo de conformidad, no quiere decir que aceptemos aquellas circunstancias que no nos gustan, más bien, significa utilizar las nuevas circunstancias, en pro de nuestro beneficio. Como dice el dicho "quizás no puedas controlar el viento, pero si puedes ajustar las velas".
Algunos ejemplos, en donde la falta de adaptación fue significativa son empresas como: Blockbuster, en donde el modelo de negocio era simple: alquiler de videos originales en un local moderno y atractivo, y a pesar de que en el 2000 recibió la propuesta de compartir sinergias con Netflix, no considero que fuera un negocio, llevándola a la quiebra. Otro ejemplo es Kodak que creó en 1975 la primera cámara digital, pero, como tenían el monopolio de los rollos de película, estimaron que no era prudente desarrollar comercialmente en ese momento este producto. Fue su peor decisión.
Así, al igual que estas empresas, la falta de adaptación personal, social, ambiental, psicológica y económica, entre otras, provoca que nos volvamos austeros en nuestros puestos de trabajo, poco atractivos en nuestras relaciones amorosas, poco interesantes en nuestras relaciones sociales, poco competitivos deportivamente, entre otros muchos ejemplos.
El tiempo no se detiene por nosotros, los cambios surgen en cada momento, lo que nos sirvió antes no necesariamente nos va a servir mañana; el clima cambia, la economía se quebranta, la comunicación evoluciona, las modas pasan y nosotros tenemos la obligación de adaptarnos y usar esos cambios en beneficio de nosotros y de los demás.