La política del odio

El mar es como es, pero si naufragamos porque se equivoca el capitán o no vemos la brújula, entonces la culpa no es del mar; parafraseando a Giovanni Sartori, este es el inicio de la crisis de nuestro convivir, mismo que se traduce en una crisis de ideas, de ideales, de ética, de valores; una expresión que se refleja en la pregunta ¿Qué nos pasa como sociedad?
Nuestra crisis de entendimiento nace de una falta de pensamiento razonado de lo que observamos en nuestro entorno; tenemos muchas ideas, pero no son producto de la razón, son más producto del sentimiento que la desinformación e inmediatez de algunos datos, ciertos o falsos, se encuentran en el ambiente social y que inclinan la forma de actuar de quienes integramos una sociedad.
Nos encontramos inmersos en una cacería de brujas, en donde todos somos cazadores y todos somos brujas, ya que no existe una idea, reitero, fruto de un pensamiento razonado, que permita hacer válido el actuar de unos y de otros; la lucha de ideas, se centra en una lucha de ideología, lo cual no es lo mismo; una ideología pretende decir mucho y a la vez decir nada; hoy en día la crisis de ideas fuerza, que permitan la obtención de satisfactores se debate, en el caso de nuestro país, en el desarrollo histórico de las corrientes conservadoras y liberales.
Expresado así, los conservadores y los liberales son los cazadores y las brujas a la vez; lo que me parece, sin desconocer el sentido histórico, es que la trascendencia de los hechos, sumado al avance de la tecnología, el uso de las redes sociales y la inmediatez de la información, hacen que estas llamadas corrientes de pensamiento estén alejadas de la realidad social, no así de la realidad de quienes gobiernan, lo cual representa un problema de comunicación y una posibilidad de deterioro social de las masas.
Me explico, hace un par de meses en las aulas de la Universidad pregunte a los jóvenes estudiantes si me podrían explicar a que se refería el Presidente de la República cuando hablada de conservadores y de liberales; lamentablemente se dio un silencio sepulcral en el aula y los menos que contestaron se atrevieron a expresar que unos eran los chairos y otros los fifís; entonces, lo que viene quedando en la mente de algunos jóvenes, es que existen dos grupos sociales, pero no logran comprender las ideas que representan ambas corrientes; entonces, esa desinformación social hace posible que la división sea más fácil y los fanatismos puedan nacer, sin ser producto de un pensamiento razonado.

Así pues, estimado lector, la lucha por el poder ha dejado de lado las ideas, se ha centrado en la fragilidad de motivar el sentimiento irracional, en trasladar el enojo social hacia una parte de la sociedad, sin que se plantee de manera clara como se habrán de solucionar los problemas, solo se plantea quien o quienes son los culpables de lo que en una sociedad está pasando.
Los problemas de Estados Unidos ¿son responsabilidad de los migrantes?, los problemas de un país son multifactoriales, pero sí quien detenta el poder de manera regular realiza expresiones en contra de los migrantes, en contra de las comunidades centroamericanas, va generando una inercia negativa que, ante la falta de ideas claras de como atender los problemas, propicia los fanatismos con finales de violencia.
La ideología, impulsada desde el aparato gubernamental, resulta muy riesgoso; ya que la sociedad reclama soluciones y si la respuesta es el desarrollo de un método sistematizado que pretende imponer una idea de responsabilidad a un grupo social o étnico, entonces estaremos propiciando la división generalizada, el rechazo permanente y la falta de compromiso de lo que cada uno debe hacer para avanzar como sociedad.
Lo sucedido en diversos estados de la unión americana, este fin de semana, es una respuesta a la imposición de una agenda discursiva de odio, fanatismo y desprecio a la vida humana; lamentable que esto así sea, pero mas lamentable resultara que viendo lo que pasa en el vecino país del norte, en México sigamos construyendo una agenda de odio permanente donde conservadores, liberales, chairos, fifís o como se pretenda llamarles, seguirán siendo, en la cacería de brujas, cazadores y brujas a la vez.
Vale la pena que nuestras ideas vayan en beneficio de intereses superiores, y no en beneficio de una parte de la sociedad que puede imponernos una agenda dogmática, intolerante, radical y altamente peligrosa.
¡Usted decide¡