Unidos por la reacción

Rayados no puede darse el lujo de no ganar otra vez en casa, uno porque la afición ya mostró su hartazgo y dos porque agravaría el mal momento que vive en el torneo.

Los abucheos y gritos de "¡Fuera Alonso!" en el Estadio BBVA tras la derrota de 2-0 ante Necaxa la semana pasada hicieron recapacitar al Monterrey, que en la semana tuvo una encerrona en la que de la autocrítica se rescató la obligación de regresar a las bases que le ha dado éxito a Diego Alonso.

Sin embargo, la encomienda, por más sencilla que parezca al enfrentar esta tarde al antepenúltimo lugar del Apertura 2019, el Puebla, no es fácil, ya que es uno de los rivales que se le ha complicado recientemente en Liga.

El trastocado cuadro poblano, ahora dirigido por Juan Reynoso tras el cese de José Luis Sánchez Solá, "Chelís", no pierde con el Monterrey en la Liga desde el Clausura 2017 cuando Rayados le ganó a domicilio 3-2, el 8 de enero del 2017.

Es decir, en los últimos cuatro enfrentamientos en cualquier territorio, Monterrey suma apenas un empate y tres derrotas ante el equipo camotero.

Es por eso que Rayados, en este primero de tres partidos en una semana (Puebla, Cruz Azul y Tigres), debe ganar, de lo contrario la presión que ya tiene de parte de su afición y la interna pudiera crecer en un momento medular del torneo.

Y Alonso lo sabe, por eso desde el sábado pasado el discurso ha sido que confía en sus jugadores para salir de la crisis, retomando los conceptos que resultaron con el uruguayo.

Por eso volverá a su formación madre, 4-2-3-1, tras el debut fracasado como titular de la dupla Rogelio Funes Mori y Vincent Janssen, quien será suplente.

El rival del Monterrey esta tarde pinta a modo y resultará determinante en plena Jornada 10 para definir su futuro.

Jesús Carvajal

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