A propósito del impactante e inédito “asalto al Capitolio” de EU en la Ciudad de Washigton, D.C., del pasado día 6 por las turbas de extremistas azuzadas por el Presidente Trump., para tratar de evitar que el Congreso Norteamericano confirmara el triunfo electoral y declarara oficialmente a Joseph R. Biden como Presidente electo de EUA a partir del 20 de enero de 2021, se ha escrito y comentado abundantemente sobre el próximo relevo presidencial en ese país. A riesgo de ser repetitivo, vale la pena repasar y leer un poco entre líneas sobre el tema:
De este tamaño eran las amenazas y convocatorias de estos grupos ultraderechistas en diferentes partes del país. Solo faltaba encender la chispa y el Presidente Trump lo hizo el mismo día 6 de enero al exhortar a la turba reunida a trasladarse al Capitolio para que evitaran la consumación del fraude, según él.
La interrogante es: sí las diversas instancias de seguridad sabían que iba a haber una marcha agresiva y violenta contra el Capitolio ¿Por qué no lo previeron y anticiparon resguardando la sede del Congreso con fuerzas suficientes de policías y guardia nacional para enfrentar y rechazar el asalto de los grupos enardecidos?
Ahora bien, este singular personaje, cuya alienación personal y personalidad histriónica, logró en el transcurso de su mandato generar la alienación colectiva de la gran mayoría de los segmentos de población estadounidense ultraconservadores, xenófobos y/o Blancos anglo-sajones, protestantes WASP; y con una percepción sui-generis sobre la realidad social, política, económica y cultural de Estados Unidos, formada desde su seno familiar y desarrollada en su trayectoria como magnate empresarial, supo interpretar el clamor e inconformidad sorda de esos segmentos y élites de una sociedad conservadora y aislacionista cuyos grupos de poder y presión heterogéneos pero con un común denominador de preocupación por salvaguardar su hegemonía y control de la sociedad y el estado norteamericano ante la creciente complejidad y crecimiento de los grupos de población étnica de origen no europeo (afro -americanos, latinos, asiáticos, etc.), minoritarios por separado pero en tránsito de ser una mayoría social y política multirracial.
Así, se asumió como representante de esa población blanca y conservadora y como líder de los defensores del establecimiento o clase y sistema dominante. Esta fue la clave de su éxito como candidato presidencial republicano y de su triunfo en la elección de 2016. Desde candidato, no escondió objetivos, propósitos y actitudes que resumió en el lema "Make Again Great América” (MAGA) que perfila como el mismo lema de la campaña que ya anunció que iniciará desde el momento en que termine su actual mandato (20 de Enero) y para una nueva candidatura presidencial que el supone que le devolverá la Presidencia en 2024.
Ese lema de “Hagamos que América vuelva a ser grande”, que resume su forma de gobernar en beneficio de las élites de la supuesta “población originaria”, refleja también no solo su arrogancia sino la de el establishment que se considera dueño del nombre de América haciéndolo sinónimo de Estados Unidos de América (USA) y que históricamente lo apuntó desde 1823 con la presuntuosa "Doctrina Monroe” sintetizada en la frase “América para los americanos (léase estadounidenses). La desmesura, excesos, mentiras, deformación de la realidad, entre tantas otras características de su desempeño y acciones como gobernante, constituyen la suma de todos los miedos" sobre el peligro que significa Donald Trump en el futuro para EU y el mundo.
De ahí, se entiende la preocupación de los legisladores demócratas, compartida por todos los sectores liberales y demócratas de EU, por no dejar sin sanción el último y gran error del Presidente Trump, al cometer el delito de "incitación a la insurrección" y violar su compromiso de respetar y proteger la Constitución y las Instituciones de EU.
¿Porque los legisladores Demócratas iniciaron en la Cámara de Representantes el Impeachmento Juicio Político (el 4° en la Historia de EU y el 2° contra Trump) presentando el documento de acusación que imputa al Presidente Trump el delito de "incitación a la insurrección" por los hechos del asalto al capitolio (6 de enero) y que entre el 11 y 13 de enero fue ya aprobado para enviarse al Senado?
En principio parecería inviable a 5 días de que termine el mandato presidencial de Trump, pero lo que en realidad buscan los congresistas demócratas es que después del día 20 de Enero y ya con un congreso con mayoría demócrata, considerando que en el Senado cada bancada tiene la mitad de los senadores pero el voto de calidad (para desempate) está en manos de la nueva vice-presidenta Kamala Harris, es que de hecho o de facto, pues se necesitan las dos terceras partes del senado para aprobar el juicio al todavía Presidente; Donald Trump queda inhabilitado y/o desacreditado como posible candidato presidencial para 2024. Está a debate jurídico que Trump pueda ser juzgado aunque ya haya dejado de ser Presidente, pero políticamente va a quedar muy desprestigiado aún en las mismas filas del Partido Republicano.
Por ello, genio y Figura…, el todavía Presidente Estadounidense sigue diciendo y haciendo a pesar de la suspensión de sus cuentas de redes sociales; un ejemplo de ello, es su viaje del pasado 12 de enero a Texas para visitar el poblado de Álamo (de triste memoria para México) a fin de revisar la construcción del muro de la Frontera con México y hacer declaraciones de elogio al mandatario mexicano, calificándolo de gran caballero y amigo mío, agradeciéndole "tener 27 mil soldados que están haciendo el trabajo de resguardar las fronteras…"
El propósito obvio es el de envenenar el inicio de la relación entre el gobierno mexicano y el nuevo gobierno estadounidense.
Hay expectativa por ver qué hace y dice en los últimos 4 días de su gobierno.
Por cierto, llama la atención que estén ya 15 mil miembros de la Guardia Nacional en la ciudad de Washington y estén por llegar hasta 20 mil más, con la finalidad de garantizar el orden y la realización pacífica del acto de toma de posesión del Presidente Biden el próximo miércoles 20 de enero.
Se esperan disturbios de las huestes trumpistas en varias partes del vecino país. Ojalá no haya mayores consecuencias.
Lo cierto es que aparentemente esta historia aún no termina.